jueves, 3 de diciembre de 2020
Abismo
En un lugar de la Sierra Ecuatoriana, en una noche con mucha
niebla iba un matrimonio con su hijo en el auto.
Regresaban de un viaje en la montaña y se dirigían a su casa
por una carretera, poco transitada.
De pronto se les apareció una mujer en medio de la carretera
con el cuello y la ropa llenos de sangre gritando para que parasen. La familia
paró y el marido se bajó del coche. Entonces habló con la mujer que, muy
alterada y llorando, le dijo que había tenido un accidente y que se había caído
con el coche por el barranco. La mujer le rogó que la ayudara, que tenía un
bebé y se había quedado atrapado entre los hierros del coche, que bajara y lo
sacara de allí.
El hombre cogió su equipo de montaña y se puso a bajar por
el barranco, al rato subió muy nervioso con el bebé en brazos y le preguntó a
su esposa dónde estaba la mujer. Esta le respondió que se había sentado en una
piedra grande que había allí en la carretera, pero cuando miraron ya no estaba.
Entonces el hombre se metió rápidamente en el coche con el bebé y le dijo a su
mujer que hiciera lo mismo. Arrancó el coche y se fueron. Su mujer, muy
enfadada, le preguntó que por qué se iba con el bebé, que por qué no habían
buscado a la mujer, el marido le dijo que se tranquilizara y que cuando
llegaran a su casa le contaría.
Cuando llegaron, la mujer le pidió explicaciones a su
marido. Este le contestó que cuando bajó y cogió al bebé vio a la mujer muerta
que se había ahorcado con el parabrisas. El espíritu de la mujer era el que le
había pedido ayuda para que salvaran a su hijo.
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