martes, 3 de noviembre de 2020
Cadmo
Cadmo era hijo de
Agenor, rey de la ciudad fenicia de Tira. Era hermano de la princesa
Europa y fundó Tebas.
Zeus se había
enamorado de Europa y se había convertido en toro para raptarla y
llevarla a Creta, donde tuvo tres hijos con ella: Minos, Radamantis y
Sarpedón (ver Europa). Cadmo y sus hermanos tuvieron que buscar a su
hermana, aunque sabían que, si fracasaban, no serían recibidos en
la corte de Agenor.
Cadmo fue acompañado
por su madre, pero murió en Tracia, tras lo cual acudió a consultar
el oráculo de Delfos, que le aconsejó buscar una vaca con la marca
de una luna creciente. Cadmo debía fundar una ciudad en el lugar
donde se encontrase el animal, por lo que le compró al rey Pelagón
de Focis la vaca que encajaba con la descripción y allí donde paró
para descansar decidió fundar Tebas, que significa «el descanso de
la vaca», si bien al principio se llamó Cadmea en su honor. Cuando
Cadmo quiso ofrecer la vaca en sacrificio como señal de
agradecimiento a Atenea y pidió a sus hombres que trajesen agua, un
dragón les mató. Cadmo acabó con el dragón enviado por Ares, el
dios de la guerra, y sembró la mitad de los dientes del monstruo a
su alrededor, según le dijo Atenea. De esta cosecha nacieron
soldados armados que empezaron a luchar entre ellos después de
que Cadmo les arrojase una piedra. Cinco sobrevivieron a la pelea y
construyeron junto a su jefe la ciudad de Cadmea, siendo los
progenitores de las familias más importantes de Tebas.
Por haber matado al
dragón enviado por Ares, Cadmo tuvo que cumplir ocho años de
penitencia. Tras ello, Atenea le coronó rey de su ciudad y Zeus le
ofreció como esposa a Armonía, hija de Ares y de Afrodita. Como
ella descendía de dioses, a la boda asistió casi todo el panteón,
algo realmente excepcional. El único mortal que compartió este
honor fue Peleo cuando se casó con Tetis.
Los invitados a la
boda llevaron magníficos regalos. Afrodita le entregó a su hija un
collar elaborado por Hefesto que otorgaba una belleza irresistible a
su portadora. Atenea le regaló una túnica especial para la boda,
Hermes le ofreció una lira y Deméter, gran cantidad de cereales.
Pese a que su boda
fue muy feliz y su gobierno de la ciudad era muy justo, sus hijos se
vieron sacudidos por todo tipo de infortunios. Su hija, Autonoe, vio
a su hijo Acteón convertido en ciervo y devorado por sus propios
perros después de haber contemplado desnuda a Artemisa mientras se
bañaba (ver Acteón). La celosa Hero volvió loca a Ino y la hizo
arrojarse desde un acantilado junto a su hijo pequeño (ver Ino).
Semele quedó embarazada de Dioniso, dios del vino creado por Zeus, y
ardió por su deseo de ver al dios supremo en su forma original (ver
Dioniso). Finalmente, Agave, una Meneida extasiada, destrozó a su
propio hijo (ver Dioniso). Polidoro, el único hijo de Cadmo y
Armonía, no sufrió ninguna desgracia inmediata, pero sus
descendientes sí sufrieron grandes infortunios. Su nieto Layo fue
asesinado por su hijo Edipo, que después se casó con Yocasta, su
propia madre (ver Antígona, Layo y Edipo).
Cadmo abdicó cuando
ya era anciano en favor de su nieto Petheus (Peteo). Después de la
terrible muerte de éste, Cadmo y Armonía abandonaron la cuidad por
consejo de Zeus. Viajaron a Iliaria y allí se convirtieron en
serpientes benignas con la intervención de Ares. Al final, Zeus les
llevó al Elíseo, la isla de los bendecidos en el punto más
occidental del mundo de los muertos.
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