sábado, 11 de abril de 2020
Josef Mengele, el Ángel de la Muerte
Este personaje torturó, masacró y
envió a campos de concentración a miles de inocentes. Pero además,
realizó varios experimentos genéticos, con los que intentaba
descubrir el secreto de los nacimientos múltiples y crear una super
raza aria que dominase el mundo...
Nacido en 1911, era
parte de una de las familias más poderosas y respetadas de Alemania.
Durante la década
de los años 20 se puso de moda el concepto de eugenia o eugenesia,
el estudio de los cruces genéticos. La palabra eugenesia fue creada
por el primo de Charles Darwin, Francis Caultin en 1833, y
literalmente significa "buenos genes". El propósito de
Caultin era aplicar sus conocimientos para mejorar la raza humana,
para una mejor sociedad, con gente más exitosa, gente superior.
Quizá influenciado
por esto, en 1930 Josef prefirió estudiar Medicina a continuar el
negocio familiar de venta de implementos agrícolas.
Durante su estancia
en la Universidad de Munich, quedó marcado por un discurso de Hitler
en el que declaraba la superioridad de la raza germana sobre las
demás, en especial judíos y gitanos. La pureza hereditaria, la
eutanasia, la esterilización de los indeseables y la superioridad
racial mediante la eugenesia,se convirtieron en términos claves del
movimiento nazi.
En 1934 Mengele se
unió al Partido Nacional Socialista, y finalizó sus estudios en
Filosofía, Antropología y Medicina. Trabajó junto a Otmar Freiherr
von Verschuer, nazi y experto en eugenesia. Su vocación no era curar
enfermos, sino la investigación, así fue un alivio para él cuando
fue herido en 1942 y enviado a trabajar al sudeste de Polonia, a la
ciudad Auschwitz, donde experimentó con más de 4000 personas.
El interés de
Mengele en el genotipo humano rubio de ojos azules es curioso, pues
ni él ni sus superiores respondían a esa descripción. Mengele
estaba fascinado por los ojos azules, y se decía que tenía una
colección de ellos en las paredes de su oficina, similar a una
colección de mariposas. Constantemente trataba de cambiar el color
de los ojos de los niños.
Rápidamente se ganó
el apodo de "el Ángel de la Muerte", pues cuando llegaban
los trenes al campo de concentración, decidía quiénes moriría, y
quienes serían obligados a hacer trabajos forzosos. En una fila, a
la derecha, mandaba colocar a los ancianos, enfermos, mujeres
embarazadas y niños pequeños, que iban directos a la cámara de
gas. En la otra, a la izquierda, colocaba a aquellos que pudiera
realizar trabajos forzados. Era bastante severo con las mujeres
embarazadas: al principio mandaba a las madres a la cámara de gas y
los bebes los usaban como combustible en los hornos. Después cambió
de opinión y empezó a experimentar con ellas. Cuando una mujer daba
a luz, le vendaba los pechos para que no pudiera amamantar a su bebé,
y controlaba cuánto tiempo tardaba la pobre criatura en morirse de
hambre, las mataba para experimentar con sus placentas, inyectaba
sustancias químicas en el útero para provocar la esterilidad...
A la llegada de los
prisioneros gritaba "Zwillingen!" ("¡Gemelos!")
y les separaba de sus familias para poder experimentar con ellos. Se
dice que experimentó con más de 1500 hermanos de entre 2 y 18 años
que le sirvieron de conejillos de indias para sus experimentos, de
los cuales tan solo sobrevivieron unos 200.
En sus experimentos
con gemelos, inyectaba productos químicos en los ojos de uno de los
hermanos para comprobar si era posible cambiar el color, inoculaba
virus y bacterias y observaba como respondían los dos hermanos
frente a la misma enfermedad, hacía transfusiones de sangre de un
hermano a otro... Incluso intentó fabricar siameses, cosiendo a dos
hermanos gitanos, que murieron por una infección de los puntos que
les unían. Creía que estaban unidos por un vínculo mágico y
disfrutaba haciendo daño a uno para ver la reacción en el otro. Los
pocos que sobrevivían, eran sacrificados para su estudio.
Practicaba dos tipos
de autopsias: la necropsia, cuando el individuo estaba muerto, y la
vivisección, es decir, realizar la autopsia en el individuo vivo,
tratándole igual que a un muerto, sin utilizar ningún tipo de
anestesia. Tampoco utilizaba anestesia ni analgesia en las
operaciones, por eso sus víctimas morían o bien en la mesa de
operaciones, o posteriormente de gangrena o alguna otra infección.
Todo esto lo documentaba, por supuesto, para saber dónde estaban los
límites del dolor, cuánto tiempo aguanta una persona hasta morir,
qué partes del organismo puedes ir amputando hasta que se produzca
la muerte...
Pero no todos sus
experimentos estaban relacionados con la eugenesia... También
colaboró con otros médicos en sus investigaciones bélicas. En el
frente ruso morían muchos soldados por hipotermia, por eso usaba a
algunos de sus sujetos de experimento, hombres sanos, para ver qué
temperaturas podían soportar, cuándo alcanzaban el estado de
congelación y como revertir ese estado. A otros los sometía a
presiones superiores a las que tiene que soportar un aviador para ver
qué ocurría en el caso de que tuviera que saltar sin paracaídas de
un avión. También quemaba vivos a los prisioneros, para documentar
cuánto tardaban en morir. Mengele inyectaba en las venas toda clase
de substancias, como fenoles, cloroformo, nafta, insecticidas...
Algunas veces, directamente en el corazón.
Para demostrar la
inferioridad de las demás razas, usaba a las personas con
acondroplasia o enanismo como mascotas, disecándolos y enviándoselos
como regalo a Hitler. Entre ellos, destaca la familia Ovitz, actores
circenses y músicos judíos. El padre, Shimshon Eizik Ovitz padecía
enanismo, y había tenido diez hijos con dos mujeres de estatura
normal, de los cuales siete eran enanos. Algunos de los experimentos
que llevaron a cabo con ellos consistían en vertir agua fría y
caliente en sus oídos, extracción de la médula ósea, los dientes
y el cabello para encontrar signos de enfermedad hereditaria, ceguera
temporal producida por productos químicos, inspecciones
ginecológicas, extracción de sangre de detrás de las orejas y de
sus dedos...
Diez días antes de
la entrada de las tropas rusas en Auschwitz, Mengele huyó llevándose
una maleta negra que contenía los informes de sus investigaciones,
muestras de sangre y todo el material de sus archivos. Con un
pasaporte falso pasó a Génova, y desde allí a Buenos Aires,
Argentina. Como su búsqueda no comenzó hasta los años 60, no se
molestó en cambiar de nombre, e incluso creó una empresa, una
industria farmacéutica veterinaria.
Cuando su nombre
entró a formar parte de la lista de criminales de guerra buscados,
se trasladó a Brasil, donde se cambió el nombre a Pedro Gërhard y
se aisló en una favela. Nunca llegaron a encontrarle, y, finalmente,
en 1979 murió ahogado. Según la versión oficial, se golpeó la
cabeza con un madero en el agua. Pero lo más curioso es que Mengele
no sabía nadar... Fue enterrado bajo el nombre de Wolfgang Gërhard.
En 1983 exhumaron
sus restos y se le identificó por sus incisivos superiores, que
estaban ligeramente separados. En 1992 un análisis de ADN confirmó
su identidad.
Sin embargo, sus
experimentos no acabaron en Auschwitz...
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