jueves, 9 de abril de 2020
El Hermano Gemelo de Jesucristo
¿Es posible que
Jesucristo fuese hermano de Juan Bautista, en vez de primo? Algunas
teorías apuntan esto, y también a que Jesucristo no solo tuvo
varios hermanos, sino que uno de ellos pudo ser su gemelo. Hay quien
dice que existieron dos Jesús que se fundieron en un mismo ser, y
otros que afirman que el milagro de la resurrección es tan solo un
fraude ideado por unos gemelos.
De la genealogía de
Jesús de Nazaret se sabe más bien poco:
Los abuelos maternos
de Jesús no aparecen mencionados en la Biblia, aunque sí en los
Evangelios Apócrifos, en concreto en el Protoevangelio de Santiago,
un texto del siglo II en el que aparecen Joaquín y Ana como padres
de María, protagonistas de una teofanía que les convierte en padres
de la Virgen.
De su abuelo paterno
se habla en los Evangelios de Mateo y Lucas, que realizan un árbol
genealógico de Jesús, aunque son diferentes. En la genealogía de
Mateo se le llama Jacob, mientras que en la de Lucas se le llama
Helí.
De José, el padre
de Jesús, también sabemos poco. Era un tekton, un obrero de la
construcción, y apenas aparece mencionado en el Nuevo Testamento,
por lo que se deduce que murió pronto. Además. Es frecuente la
representación en el arte de José como un anciano, incapaz de
engendrar un hijo, para acentuar la virginidad de María.
Sin embargo, los
Evangelios hablan a menudo de los hermanos de Jesús, aunque se ha
discutido si la palabra griega adelfos significaba a la vez hermano y
primo. Es aquí donde se producen divisiones en las creencias de los
cristianos respecto a este tema: para los ortodoxos, son
hermanastros, hijos de un matrimonio anterior de José; para los
protestantes, son hermanos carnales; y para los cristianos, que
creen en la virginidad absoluta de María, son primos. Hoy, sin
embargo, parece claro que María y José tuvieron cuatro hijos,
Jacobo, José, Judas Tomás y Simón, y algunas hijas. Esta teoría
parece cobrar más fuerza si se tienen en cuenta los descubrimientos
de los osarios de la tumba de Talpiot.
Continuando con la
teoría de que Jesús tuvo varios hermanos, nos encontramos con
algunos indicios de que pudo tener un hermano gemelo, en concreto su
discípulo Judas Tomás, llamado en los evangelios Dídimo, el
Mellizo en griego, aunque no se señala de quién era hermano. La
tradición gnóstica del siglo I considera que físicamente era
idéntico al Mesías. Además, "Tomás" no es un nombre,
sino un sobrenombre que significa "gemelo" en arameo.
En la versión del
Evangelio de Juan, Tomás aparece como Tomás Dídimo, algo que
constituiría una redundancia puesto que Dídimo también significa
“mellizo” en griego. En una obra apócrifa posterior al Evangelio
de Juan se pretende aclarar este misterio en un versículo en el que
Jesús se aparece a un hombre joven: “…vio al Señor Jesús en la
semejanza del apóstol Judas Tomás…El Señor le dijo: “Yo no soy
Judas, que es Tomás, yo soy su hermano…”
De otro capítulo de
Los Hechos de Tomás extraemos otro versículo revelador: “Hermano
gemelo de Cristo, apóstol del más elevado, y compañero iniciado en
la palabra oculta de Cristo, que recibe sus dichos secretos…”
Sin embargo, en el
Evangelio de San Felipe, se menciona que esta creencia es fruto de la
separación entre la naturaleza divina y la naturaleza humana de
Jesús. Como ya hemos dicho, existen dos genealogías diferentes de
Cristo, por lo que es posible que coexistiesen a la vez dos muchachos
llamados Jesús, cuyos padres se llamaban José y María, en la misma
región geográfica. El Evangelio según san Mateo indica que
provenía de la casa de David, a través del rey Salomón. Pero el
Evangelio según san Lucas menciona que su linaje era místico, a
través del sacerdote Natán.
Uno de ellos es el
Jesús que todos conocemos, descendiente de Salomón, hijo de María
y José, quien fue crucificado y subió al cielo. Otro es el gemelo,
que descendía del profeta Natán, hijo de otras dos personas
llamadas también José y María. De acuerdo con esta tradición
apócrifa, el nacimiento de ambos coincidió y también el momento en
que sus respectivas familias los llevaron a presentar al templo. En
ese instante se fundieron en uno solo, un ser trascendente dotado de
poderes sobrenaturales.
El Corán hace
referencia a la leyenda del Otro Jesús impostor que sustituyó a
Jesús en la crucifixión, para que luego éste fingiera haber
resucitado: "Dicen: Hemos condenado a muerte al Mesías, a Jesús
hijo de María... No, no lo han matado, no lo han crucificado; un
hombre que se le parecía fue puesto en su lugar, y los que
disputaban sobre esto han estado ellos mismos en la duda..."
(Sura IV, 156).
Esa idea de dos
Mesías en lugar de uno (un rey y un sacerdote) también estaba muy
extendida en la cultura popular cristiana, igual que lo estaba el
culto a los gemelos. Por disparatada que parezca la hipótesis de
Jesús/Tomás es compartida por eruditos de la talla del profesor
Helmut Koester, quién reivindica el interés del Evangelio de Tomás
y otros textos apócrifos.
Según las hipótesis
de Steiner (filósofo austríaco), el plan cósmico necesitaba dos
protagonistas, dos niños diferentes, de distinto karma y linaje, que
en un momento determinado se difundiría místicamente en un solo
hombre-Dios. Esta sería la unión del hombre Jesús con el espíritu
crístico en Jesucristo.
Esto último está
perfectamente reflejado en fresco de Bergognone, que aún se conserva
en Milán, en el que dos niños Jesús parecen aguardar la famosa
fusión mística para llevar a cabo la divina misión que terminaría
dividiendo al historia del mundo en dos mitades: antes y después de
Cristo.
Por esta misteriosa
probabilidad, algunos pintores importantes suelen representar en sus
obras a dos niños Jesús.
Bernardino de Conti,
alumno de Leonardo da Vinci, hizo su propia versión de La Virgen de
las Rocas, sustituyendo a María por otro niño. Encontramos en su
obra a tres muchachos: el del centro sería San Juan, a la derecha,
Cristo en actitud de bendecir, y a la izquierda, el gemelo Judas
Tomás.
El mismo Da Vinci
representó en La última cena al hermano gemelo de Jesús, el
segundo personaje empezando por la izquierda.
Además, y para
complicar más este misterio, han surgido hipótesis que dicen que
San Juan Bautista podría no haber sido primo de Jesús, sino su
hermano. De ahí el parecido que guardan los dos niños en obras como
La Sagrada Familia del Roble, de Rafael, en la que ambos apoyan su
pie en la misma cuna, dando a entender que ambos provenían de la
misma madre; o la Sagrada Familia de Bernardino Luini, en la que
ambos niños son idénticos.
El cine
contemporáneo la ha retomado en el proyecto de la película El
discípulo decimotercero en la que se plantea que el gemelo de Jesús
era un hombre malvado, con intenciones por completo distintas a las
de su hermano.
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