martes, 7 de abril de 2020
El Cabaret de la Muerte
Desde tiempos
antiguos el culto a la muerte ha existido entre nosotros adaptándose
según las circunstancias, nuestras creencias y a los avances de la
sociedad, es así que en un tiempo más moderno porque debería
sorprendernos acerca de un lugar donde la muerte y el ocultismo sean
el tema de fondo de un grupo oscuro.
En la actualidad hay
fiestas y reuniones de gente que disfruta las corrientes oscuras y
macabras sin ser seguidores del mal en si sino afianzándose en este
mundo paralelo al de la gente común, el otro lado de la moneda, lo
curioso del caso es que gente selecta, apreciadores de las sombras,
artistas oscuros y personajes de la noche quienes podrían ser ante
la vista de cualquier observador una persona como cualquier otra,
pero en realidad eran seguidores de esta corriente ajena al mundo
trivial, pero esta historia no es de este siglo sino del siglo XIX.
Al estar a punto de
ingresar al local, un ¡Bienvenido, oh viajero fatigado, al reino de
la muerte! ¡Entre! ¡Escoja su ataúd y siéntese a su lado!, era la
frase de bienvenida que se daba a los visitantes del Cabaret du
Néant, así se les dirigía a acomodarse en su sala de intoxicación
rodeado de velas, ataúdes o esqueletos los cuales te acompañaran en
esta velada rozando los límites de la vida y la muerte.
Estos extraños
lugares aparecieron en Paris los cuales estaban en el mismo tiempo de
los conocidos Moulin Rouge o el Folies Bergere, sitios donde el
jolgorio y la diversión parecía ser el lugar preferido por la gente
en general, pero a finales del XIX extrañas corrientes circulaban a
la par en contraparte a la diversión de la sociedad parisina. Las
clases más altas en Europa disfrutaban de este acercamiento a la
muerte y al ocultismo, poco a poco se fueron creando lugares donde
pudieran encontrarse gente con la misma tendencia a la rarologia,
sesiones espiritistas apareciendo poco a poco estos cabarets.
En esta publicación
mencionamos al Cabaret du Néant, cabaret de la nada o de la muerte,
pero existían otros como el cabaret de l´enfer o el Cabaret du
Ciel, que también tuvieron su apogeo en esta época. Este cabaret de
la muerte fue fundado en el año de 1892 por un personaje llamado
Dorville, el local se ubicaba en el Boulevar de Clichy número 34 en
Paris, el local estaba distribuido en diferentes salas a las cuales
oscuros pasillos guiaban a sus visitantes, los nombres de la sala y
su decoración estaba relacionado a las actividades y espectáculos
que ahí se realizaban.
Tenemos así a la
sala de intoxicación que era el bar del cabaret con una decoración
donde las mesas eran ataúdes, las paredes estaban pintados de tonos
oscuros con calaveras y macabras estatuas, solo tenues velas
iluminaban la estancia dando todo el conjunto un aire cargado y
siniestro.
En la sala de
desintegración se representaba diversos espectáculos, claro que
todos tenían que ver con la muerte. Del espectáculo más sonado
estaba el “Pepper´s Ghost” en la cual una persona del público
se volvía en un esqueleto ante la sorpresa de todos, claro que el
truco se hacía con espejos y demás, muy bueno para la época.
En otras salas
también se hacían espectáculos parecidos como en la cueva de las
ofensas o en la cueva de los espectros donde los espectáculos tenían
nombres curiosos pero que encajaban en este ambiente como “el fin
del mundo”, “el cabaret ruidoso”, “viaje a Liliput”, “la
rata muerta” o “los rayos x” y aunque los artistas oscuros que
ahí ejercían tenían cierta fama, a veces hacia la aparición
personajes que la gente en verdad creían que eran apariciones o
personajes que no eran de este mundo, también la muerte próxima de
sus actores hacia más tétrica toda esta historia.
Un interesante lugar
como parte de la sociedad existente, en nuestra actualidad también
deben existir lugares parecidos pero solo en círculos especiales, en
fin.
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