sábado, 11 de abril de 2020
El Misterio de la Tumba de Jesús de Nazaret
En el año 1980,
durante los trabajos de construcción de unas viviendas, apareció en
Talpiot, a las afueras de Jerusalén, algo inesperado...una tumba con
varias inscripciones. En ella se encontraron diez osarios, seis de
los cuales contaban con inscripciones de nombres.
Desde entonces se
ha investigado rigurosamente cada uno de estos osarios, la tumba y el
terreno donde está ubicada. Se obtuvieron no hace mucho análisis de
ADN de los osarios, descubriendo así parentescos familiares
directos, por lo que se sabe científicamente que los restos humanos
que estaban enterrados en estos osarios pertenecían a la misma
familia.
Según los
Evangelios, el cuerpo de Jesús, después de haber sido crucificado,
fue bajado de la cruz envuelto en lienzos perfumados y llevado a una
tumba familiar perteneciente a uno de sus discípulos, José de
Arimatea.
Las antiguas leyes
judías, que siguen vigentes en la actualidad, establecen que los
cadáveres tenían que ser inhumados en el suelo antes del atardecer
del día del óbito. Las tumbas cavadas en roca eran y son
consideradas sepulturas "en el suelo", dado que, en la
mayor parte de Jerusalén, el lecho de roca se localiza a tan solo
unos pocos centímetros por debajo de la superficie del suelo.
Normalmente las
tumbas de la época constaban de dos cámaras. En la primera cámara,
la exterior, era depositado el cuerpo del difunto envuelto en un
sudario blanco perfumado, y la segunda cámara era destinada para
depositar, un año después de la muerte del difunto, sus huesos
guardados en un osario.
El 28 de marzo de
1980 unos trabajadores de la construcción descubrieron la tumba de
Talpiot al excavar los cimientos de un bloque de edificios en el este
de Talpiot. Lo que se encontró fue la tumba excavada en roca de unos
2000 años de antigüedad que contenía se encontraron nueve osarios
(eran diez, pero uno desapareció. Fue robado y vendido en el mercado
negro de antigüedades por algún saqueador de tumbas), de los que en
seis de ellos aparecen tallados o rayados con un punzón u otro
objeto punzante los siguientes nombres escritos en un lateral del
osario:
Yehshúah Bar Yoshef
- (Jesús, hijo de José): Esta inscripción está escrita en arameo.
Realmente no aparece la palabra "hijo" pues la inscripción
está gastada, pero la opinión general es que la letra "B"
indica a la palabra aramea "Bar" que significa hijo.
Traducido al idioma español significa "Jesús, hijo de José"
y resulta muy extraña.
Mariamne he Mara -
(Mariamne, la Señora): Esta inscripción es la única de la tumba
que tiene un nombre griego, pero escrito en arameo. Es una forma del
nombre "Mariamne", una versión griega de "María".
De los Hechos de Felipe, una obra apócrifa del siglo IV atribuida al
apóstol Felipe (quien, según el texto, sería además el hermano de
María Magdalena), que fue recientemente recuperado de un monasterio
del monte Athos en Grecia, el profesor Fraçois Bovon (de la
Universidad de Harvard) ha determinado que el nombre real de María
Magdalena era "Mariamne". Además, en los Hechos de Felipe
y en el Evangelio de María Magdalena, ésta es presentada como
apóstol por derecho propio. La inscipción del osario llama a esta
Mariamne, "he Mara" que significa "la amargura",
pero también "la Señora", lo que le atribuiría una gran
autoridad y estatus. Basándose en esto, actualmente algunos
revisionistas creen que realmente la auténtica promotora y fundadora
del movimiento de Jesús de Nazaret fue María de Magdala (antigua
ciudad Palestina) más conocida como María Magdalena.
Sin embargo, gran
parte de la comunidad cristiana y muchos historiadores dicen que esto
no se sostiene.
Yehudah Bar Yehshúah
- (Judas, hijo de Jesús): Esta inscripción escrita en arameo que
significa "Judas, hijo de Jesús". A pesar de las
especulaciones no existe ningún escrito apócrifo o canónico,
anterior a esta inscripción, que mencione o indique que Jesús de
Nazaret tuviese un hijo.
Yosh(e) - (José):
Inscripción en hebreo. Este nombre un tanto extraño parece ser una
contracción o diminutivo cariñoso del hebreo "Yoshef"
(José). El Evangelio de Mateo indica que Jesús tenía cuatro
hermanos: Jacob (o Santiago), Judas, Simón y José. En el Evangelio
de Marcos, que según la erudición moderna es el más antiguo de los
evangelios del Canon, este último, José es llamado en griego ιωση
("Iosē"). Curiosamente, al no escribirse las vocales en el
arameo de esa época, bien la inscripción puede ser este nombre. Los
religiosos discuten si eran auténticos hermanos, hermanastros, medio
hermanos, o primos. Los estudiosos generalmente concuerdan en que
todos ellos eran hermanos debido al uso de los términos griegos
excluyente adelfoi y adelfai, y no meros primos. Hasta la fecha, la
inscripción de "Yosha-Yoshe" que aparece en la tumba de
Talpiot es el único ejemplo de este nombre encontrado en un osario.
Mar(í)ah -
(María-Marah): Esta inscripción está escrita en hebreo. Se cree
que es una forma de "María", un nombre muy popular en ese
tiempo, pero como en hebreo no se escribían las vocales, las letras
aquí (MRH) pueden ser el nombre Marah (amargura). Además, de
nombres como Mariam, al igual que sucedía con muchos otros, se
adoptaron numerosas variantes. En fuentes literarias cristianas el
nombre de la madre de Jesús siempre fue referido de una manera
única: "María" (Versión latinizada del arameo "Mariam").
Encontrar una versión latina de un nombre hebreo y escrito con
letras hebreas sería muy raro, de hecho, en varios miles de osarios
descubiertos tan solo han sido encontradas ocho inscripciones de
características similares.
Matithyahu -
(Mateo): Es el nombre original en hebreo del nombre "Mateo".
Ningún escrito apócrifo o canónico, ni el propio evangelio
atribuído a Mateo, dicen o indican de modo alguno, que el apóstol
del mismo nombre fuera un pariente de Jesús. Sin embargo, la
genealogía del Evangelio de Lucas 3:23-38 sí señala a varios
"Matatías" en su familia.
El agrupamiento de
estos nombres en una misma tumba resulta único.
Las excavaciones
fueron supervisadas por el arqueólogo israelita Amos Kloner. El
sepulcro fue explorado por el inspector de antigüedades Yosef Gat,
los arqueólogos Eliot Braun y Amos Kloner. Shimon Gibson realizó un
croquis de la tumba.
El informe
publicado por los arqueólogos, señala que la tumba tiene un patio
de 4,2 m de ancho y una antecámara de 2 m x 2,4 m, cuyo techo fue
casi en su totalidad destruido. La fachada de la cámara mortuoria se
hallaba en la pared norte de la antecámara y estaba decorada con una
cornisa en forma de V invertida por encima de un círculo y una
roseta incompleta. Había dos nichos, uno en la pared occidental y
otro en la pared opuesta a la entrada. Estaban vacíos excepto por
fragmentos de huesos.
En la cámara
principal se hallaron tres calaveras, vértebras y fragmentos óseos.
Había seis osarios sin sus tapas, dos en cada una de las paredes
excepto la de la entrada. En total se encontraron diez osarios. La
mitad de ellos estaban decorados y la otra mitad lisos, sin
decoración alguna.
Todo esto tiraría
por tierra la historia bíblica, y tomarían más fuerza otras
teorías que hablan del matrimonio de Jesús con María Magdalena y
su descendencia.
Analizaron muestras
óseas contenidas en los osarios de Jesús y Mariamne, concluyendo
que sus ADN no están relacionados genéticamente, algo inusual al
tratarse de una tumba familiar, por lo que se entiende que la razón
es que estaban casados. La existencia de un osario con el nombre de
Mateo es asociado a un pariente de María, al ser un nombre habitual
en su familia.
Estas conjeturas
suponen asociar el nombre inusual de Yosa con el hermano de Jesús.
Según los evangelios apócrifos, Jesús contaba con Simón, José,
Judas y Santiago como hermanos. El nombre de Mariamne lo asocian con
el de María Magdalena por aparecer en el evangelio apócrifo de
Felipe, que hace referencia a su procedencia, Magdala, ciudad
comercial donde se hablaba griego y arameo. Mara, a su vez, haría
referencia a la misma María, al tratarse de un apóstol (según los
textos apócrifos). Argumentan que María murió en Jerusalén,
después de su viaje a Francia, según el evangelio de Felipe,
escrito en el siglo IV y en el que se narra la vida de María
Magdalena.
A partir de aquí,
las discusiones han sido muchas, tanto a favor como en contra.
Cobró fuerza la
teoría de que no se trata de la auténtica tumba de Jesús de
Nazaret, pues, si tenemos en cuenta lo que dice la Biblia, una
persona como él, (carpintero y humilde), no podría haber dispuesto
de dinero suficiente como para conseguir un "panteón familiar".
Otros se basan en
una cuestión de probabilidad y en errores históricos. El profesor
Andrey Feuerverger, matemático especialista en probabilidad de la
Universidad de Toronto, calculó que la probabilidad de encontrar esa
serie de nombres relacionados era de 1 entre 300.000, por lo que
tenía que ser obligatoriamente la de Jesús de Nazaret, si además
se tenía en cuenta que esa era prácticamente la población de
Jerusalén hace 2.000 años.
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