domingo, 11 de noviembre de 2018
El Arcángel Metatrón
Metatrón, en
cualquiera de las visiones que existen sobre él, es el más poderoso
de entre todos los arcángeles, lo cual está expresado en su título
de “Pequeño Yahvé”. Según la mitología judía, fue el primer
ser creado por Dios; según la creencia general, fue el patriarca
Enoc, transformado en ángel por Dios.
INTRODUCCIÓN
Surgido en los
textos medievales de los cabalistas, Metatrón es un arcángel sobre
el cual se han dicho múltiples cosas, algunas veces incompatibles
entre sí. Así, hay quienes dicen que es el segundo ser más
importante en el cielo después de Dios, y que se sienta a la
izquierda (Cristo está a la derecha) del Padre; mientras otra
teoría, parcialmente en base al mismo hecho, dice que Metatrón es
Satán, El Adversario; o bien, pasando a otro punto de debate, unos
creen que Metatrón fue humano y que en su vida humana fue el profeta
Enoc, mientras otros piensan que no fue humano y hay quienes dicen
que es el más antiguo de los arcángeles. Como se ve, la figura de
Metatrón permanece envuelta en la niebla del debate esotérico; y es
que, de hecho, éste arcángel es fundamentalmente una figura del
misticismo y el ocultismo, que ha sobrevivido al paso de los siglos y
actualmente ha sido rescatado por el movimiento de la Nueva Era; ya
que, en lo que respecta a su naturaleza en el marco de la fe,
Metatrón no es aceptado ni por el Catolicismo ni por ninguno de los
movimientos protestantes, ya que nunca aparece explicitamente en el
Antiguo Testamento o en el Nuevo Testamento.
ETIMOLOGÍA
metatron1El nombre
Metatrón nunca ha sido definitivamente explicado, ya que al parecer
no tiene una etimología clara. Unos creen que deriva de la palabra
hebrea para “guardián de la entrada”, mientras otros plantean
que proviene de la expresión griega para “aquel detrás del
trono”, significado éste último que tiene mayor popularidad
aunque no mucha aceptación entre los especialistas. Por otro lado,
se ha propuesto que el nombre puede estar vinculado a los términos
latinos metator (“mensajero”) y mitator (“explorador de las
legiones”), aunque en ese caso no se explicaría cómo los términos
latinos habrían derivado hacia Metatrón, nombre al que no le
corresponde ninguna palabra hebrea en particular…
Algo que complica
aún más el asunto es la cantidad de variaciones (Methraton
Meetatron, Metrator, Merattron, etc…) que existen para el nombre.
En ese marco, Odeberg lanzó la aguda hipótesis de que Metatrón
podría ser la metonimia de una frase judía cuyo significado sería
el de “pequeño YHVH”, esto es, “pequeño Yahvé” o “pequeño
Jehová”, ya que era ese el título que se le daba al arcángel,
por estar imbuido en una gloria semejante a la de Dios, único ser
por encima de él.
Con respecto a lo
anterior, resulta interesante y contundente un diálogo del libro de
Enoc, en el cual se plantea claramente la identidad entre Metatrón y
Enoc:
‹‹Dijo Rabí
Yismael: En aquel momento, pregunté a Metatrón el ángel, el
príncipe de la presencia:
— ¿Cómo te
llamas?
Me respondió:
— Tengo setenta
nombres, que corresponden a las setenta lenguas existentes en el
mundo, y todos ellos están basados en el nombre de mi rey, el Santo,
bendito sea, pero mi rey me llama “joven”.
Dijo Rabí Yismael:
Pregunté a Metatrón:
— ¿Por qué eres
llamado con el nombre de tu creador, con setenta nombres? Y siendo tú
el más grande de todos los príncipes, el más elevado de todos los
ángeles, el más amado entre los siervos, el más honorable entre
los ejércitos y el más excelso de todos los poderosos en cuanto a
realeza, magnificencia y gloria, ¿por qué te llaman “joven” en
los altos cielos?
Respondió
diciéndome:
— Porque soy
Henoc ben Yared››
.
ASPECTO
A nivel de
iconografía oficial, la única imagen canónica es la que proviene
del mito de Metatrón-Enoc; pues hay tres propuestas sobre el
problema de quién es Metatrón: 1) Metatrón es el ángel
primordial, creado por emanación directa de Dios, 2) Metatrón es el
profeta Enoc después de experimentar su transformación divinizante,
3) En el cielo coexisten los dos Metatrones anteriores, siendo el
Metatrón-Enoc (de seis letras en su nombre) uno de gloria menor al
Metarón-primordial (de siete letras en su nombre). Volviendo a
nuestro tema, se cuenta que, cuando Dios transformó al profeta Enoc
luego de escogerle entre los mortales, le convirtió en un ser de
fuego divino con 72 alas y 365000 ojos. Al respecto, el Libro de Enoc
cuenta que Metatrón le narró a Rabí Yismael su experiencia del
siguiente modo: ‹‹Cuando me tomó de entre los pertenecientes a
la generación del diluvio, el Santo, bendito sea, me hizo ascender
en las alas del viento de la Sekinah al firmamento altísimo y me
introdujo en los grandes palacios que están en alto del firmamento
de Arabot (…). Antes de designarme para atender el trono de la
gloria, el Santo, bendito sea, abrió para mí trescientas mil
puertas de inteligencia, trescientas mil puertas de prudencia,
trescientas mil puertas de vida, trescientas mil puertas de (…).
Entonces el Santo, bendito sea, me añadió sabiduría sobre
sabiduría, inteligencia sobre inteligencia, prudencia sobre
prudencia, conocimiento sobre (…). Después de concederme todas
esas cualidades, puso el Santo, bendito sea, su mano sobre mí y me
bendijo con 5360 bendiciones. Crecí y aumenté de tamaño tanto como
lo que mide el mundo a lo ancho y a lo largo. Él hizo que me
salieran setenta y dos alas, treinta y seis a un lado y treinta y
seis al otro, siendo cada una de las alas como el contenido del
mundo. Fijó en mí 365000 ojos, y cada uno de ellos era como la
luminaria mayor, y ningún tipo de esplendor, brillo, hermosura o
belleza que se encuentre en todas las luces del universo dejó él
sin fijar en mí.››
Ahora bien, resulta
fácil intuir que el aspecto de Metatrón tiene en gran medida un
carácter simbólico. Así, y partiendo de que se piensa que Metatrón
es un serafín, vemos que normalmente los serafines tienen 3 pares de
alas, mientras que Metatrón tiene 36, que equivale a multiplicar 3
por 12, siendo 12 el número de las tribus de Israel, el número de
Israel en cierto sentido. A su vez, 36 por 2 da 72, que es el número
de los nombres divinos pues, a partir de ciertos métodos de
numerología cabalística, se puede y se ha derivado el 72 del
“YHVH”, o nombre divino conocido como el “Tetragramatón”, de
modo que el 72, en cierta forma, representaría a Dios, lo cual
resulta pertinente si tenemos en cuenta que a Metatrón se le
denomina “Pequeño Yahvé”. Finalmente, sabido es que Metatrón
es el ángel-escriba, el detentor de secretos cósmicos. De él se ha
dicho que posee una enorme sabiduría, y eso estaría simbolizado en
el hecho de que tiene 365000 ojos, siendo que 365 es el número de
días del año, 1000 representa a la totalidad entre sus significados
y, por ende, 365000 puede interpretarse como la totalidad del tiempo;
de modo que, si tiene 365000 ojos y el ojo simboliza a la conciencia,
esto se puede interpretar como una clarividencia capaz de ver en
todos los tiempos por venir.
.
ORÍGENES
Metatrón no aparece
en el Tanaj (24 libros de la Biblia Hebrea, Antiguo Testamento para
los cristianos) ni en el Nuevo Testamento, y su surgimiento se
remonta al Libro de Enoc; el cual, tal y como hoy se conoce, fue
editado en el siglo I de nuestra era, y sus partes fueron escritas
entre el siglo III a.C. y el I. d.C. No obstante, hay tres versiones
más (menos conocidas e importantes), cuyos periodos de composición
más tardíos se remontan al siglo V de la era cristiana.
Ahora bien, no fue
sino entre los siglos XII y XIII cuando, en el marco de las teorías
cabalísticas, Metatrón empezó a cobrar una gran importancia,
particularmente en relación al misticismo. Eso no quiere decir que
antes no se le tomara en cuenta dentro de los judíos, pues sí tenía
presencia y de hecho, como apuntan algunos críticos cristianos,
Metatrón es en gran parte el producto-expresión del rechazo de los
judíos hacia Cristo; pues estos, según los mencionados críticos,
habrían acudido a Enoc y lo habrían divinizado para así, tal y
como los cristianos hicieron con Jesús, divinizar a una figura
humana y ponerla en el estatuto de un segundo ser divino después de
Dios, cosa que queda claramente reflejada cuando se ven las
semejanzas que existen entre el título de “El Hijo del Hombre”
(para Jesús) y el título de “Pequeño Yahvé” o “Joven Yahvé”
para Metatrón-Enoc.
FUNCIONES
El escriba divino:
Metatrón es el
escriba divino, el ángel que custodia importantísimos y numerosos
secretos sobre la Creación e incluso, según ciertas fuentes,
conocería el día del juicio final. Es él quien lleva el registro
de las acciones humanas, de los méritos y deméritos individuales y
sociales, de modo que él se encargaría de determinar quiénes
estarían en la “lista de la vida”, pudiendo así aspirar a la
vida eterna, a la salvación. Es por este papel de escriba que a
Metatrón, según se cuenta, se le concede el privilegio único de
estar sentado (los demás deben estar parados) en presencia de Dios,
a su izquierda, estando Cristo a la derecha: esto, claro está, no en
el judaísmo sino en ciertas creencias que presentan rasgos de
sincretismo religioso y que prácticamente siempre tienen un carácter
esotérico; como, por ejemplo, el enorme abanico de movimientos
dentro del llamado New Age o Nueva Era. Así, es justo en el marco de
este tipo de creencias donde Metatrón y la reencarnación se
fusionan y entonces, de su función como escriba, Metatrón pasa a
ser el guardián de los registros akásicos, los cuales son un
registro (compuestos por energía imperecedera, incorruptible) de
absolutamente todo lo sucedido desde el inicio de los tiempos y, por
ende, un registro donde se guardan las vidas pasadas de cada
individuo, siendo así potenciales catalizadores de iluminación y
progreso espiritual para aquel que pueda descubrirlos, cosa que para
algunos se podría lograr solicitándole a Metatrón la ayuda para
salir en un viaje astral, visitar los registros y regresar al cuerpo
físico sin olvidar lo aprendido, puesto que generalmente este tipo
de viajes se olvidan o simplemente son inconscientes (en este caso,
evidentemente no habría visita a los susodichos registros).
El ángel patrón de
los niños:
Metatrón es el
ángel patrón de los niños, debido al papel que el Zohar le da como
el ángel que, en medio del desierto, guió al pueblo de Israel hacia
la Tierra Prometida. Se cree, en base a eso, que Metatrón guía a
los niños tanto en la Tierra (simbolizada por el desierto) como en
el Cielo (simbolizado por la Tierra Prometida). Según las creencias
de la Nueva Era, en tanto patrón de los niños él ayudaría
particularmente a los llamados “niños índigo” y “niños
cristal”, socorriéndolos con su sabiduría para que puedan superar
los obstáculos de su evolución espiritual. Pero, sea que se trate
de estos niños o de niños comunes, los padres pueden pedirle a
Metatrón que guíe a sus niños, y éste de seguro accederá siempre
y cuando la guía sea en pro del progreso interior o incluso del
desarrollo de habilidades psíquicas…
Jefe de los ángeles
de la muerte:
Debido a que
Metatrón fue humano (Enoc), la Angeología lo asocia a Gabriel y
Samael en sus roles de ángeles de la muerte. Por ello, Metatrón
habría de supervisarlos cuando éstos ejercen su ayuda para que, en
el proceso de la muerte, las almas de los humanos puedan pasar del
plano físico al plano espiritual, siendo este un tránsito difícil
en el que generalmente el alma experimenta cierto grado (variable) de
confusión con respecto a cosas como dónde se encuentra, cómo se
encuentra, qué es lo que ve, y qué es lo que debe buscar y cómo
debe buscarlo…
Ángel iluminador:
También en parte
porque fue humano, a Metatrón se le atribuye la función de dirigir
la ascensión y activación del “cuerpo de luz” en el ser humano.
Es particularmente aquí donde se percibe cómo su rol místico se ha
adaptado a las creencias contemporáneas, ya que actualmente se habla
de su ayuda para la “transformación”, la “purificación”, y
el consiguiente ascenso de la conciencia en su paso de un “nivel de
evolución” determinado a otro superior.
El jefe supremo de
los ángeles:
Para los cristianos
y para muchos judíos, el comandante de la milicia celestial sería
el arcángel Miguel, pero muchos textos contemporáneos, “más
especializados en mercadeo que en cosmología” según diría un
crítico, lo colocan como el gran comandante de todos los ángeles
(por encima de Miguel y Gabriel explícitamente) y como el líder de
los ángeles de la muerte (dirigiendo así a Sariel y Remiel). Sin
embargo este papel, aunque exagerado en los textos mencionados, sí
tiene un fundamento bibliográfico sólido en el Libro de Enoc; cito
pues las palabras que Metatrón le dijo a Rabí Yismael: ‹‹Todas
estas cosas realizó para mí el Santo, bendito sea: me hizo un trono
similar al trono de la gloria y extendió sobre mí una cortina de
esplendor y brillante apariencia, de belleza, gracia y merced,
semejante a la cortina del trono de la gloria, en la que todas las
clases de luminarias que hay en el mundo fueron fijadas. Colocó el
trono junto a la puerta del séptimo palacio y me hizo sentar en él.
Y en cada uno de los cielos salió el heraldo para proclamar acerca
de mí: “Éste es Metatrón, mi siervo, al que he colocado como
príncipe y soberano sobre todos los príncipes de mi reino y sobre
todos los hijos del cielo, a excepción de los ocho grandes
príncipes, los honorables y temibles, que son llamados Jehová, por
el nombre de su rey[2]”››
El puente entre Dios
y los hombres:
En esa misma línea
del esoterismo mercantil contemporáneo, Metatrón ha sido exaltado
como el ángel encargado de llevar las oraciones a Dios (como si
Dios, en su omnisciencia, necesitará que alguien le lleve las
oraciones de sus hijos e hijas…), deviniendo así en un
importantísimo puente entre Dios y la Humanidad. Sin embargo, existe
otro sentido en el que este ángel conforma un puente entre Dios y
los seres humanos, y este sentido es cosmológicamente mucho más
interesante; a saber, se dice que el arcángel Uriel forma el primer
extremo del puente entre lo humano y lo divino, representando a la
esfera de lo material, mientras que Metatrón forma el otro extremo
del puente, el del espíritu, siendo de ese modo el protector del
umbral que media entre el reino de las formas (presente en la
materia) y el reino trascendental y espiritual de la no-forma. Es
pues por lo dicho anteriormente que a Metatrón le corresponde la
sefirá Keter o Corona, la más elevada de todas las esferas del
Árbol Cabalístico de La Vida.
¿ÁNGEL SEVERO O
DEMONIO?
La condición de
Metatrón como ángel severo empezó a tomar cuerpo entre los
cabalistas medievales, ya que estos deseaban preservar la imagen de
un Dios misericordioso pero a la vez querían conservar la verdad de
los textos revelados. Entonces: ¿quién ahogó a los egipcios cuando
se cerraron las aguas tras el paso del “pueblo elegido”?, ¿quién
detuvo la mano de Abraham cuando iba a matar a Isacc?, ¿quién hizo
cosas tan duras como calcinar Sodoma y Gomorra y guiar a los judíos
contra sus enemigos bélicos al punto de ser llamado “Dios de los
ejércitos”? La respuesta ya se intuye: Metatrón, el “Pequeño
Yahvé”, un ángel llamado como su creador, coronado e investido de
gloria al igual que su creador y, por lo tanto, confundible con el
mismo…
De lo anterior se
pasó a la sospecha de que Metatrón era el mismo ser que Satanás, y
las razones eran estas: 1) se sentaba a la izquierda de Dios,
simbolizando la izquierda al camino de Satanás y la derecha al
camino de Dios, 2) Creó (al menos según cierta teoría) la materia,
y para muchos gnósticos la materia se identificaba con el mal,
mientras que el espíritu con el bien, 3) Es identificable con Satán
a partir de que Satán, como la serpiente del Edén, tienta a Eva con
el fruto del conocimiento, mientras que paralelamente, Metatrón es
concebido como un ángel de sabiduría que entrega conocimientos
ocultos a los hombres, conocimientos respectivos a secretos
cabalísticos, geometría sagrada (el famoso Cubo de Metatrón, por
ejemplo), etc. 4) Es un ángel que estuvo en presencia de Dios, y que
es llamado “príncipe de príncipes”, al igual que el querubín
del relato bíblico de Ezequiel, que según las interpretaciones
viene a ser Lucifer.
EL CUBO DE METATRÓN
El “cubo de
Metatrón” es una de las más famosas figuras de la Geometría
Sagrada. Supuestamente el mismo Metatrón lo habría creado a partir
de la energía de su propia alma. En cuanto a cómo se lo obtiene,
tenemos que este cubo parte de tomar al llamado “fruto de la vida”,
una figura sagrada compuesta por 13 circunferencias tangentes y
congruentes, construidas a partir de un hexágono regular. Así,
uniendo los centros de cada circunferencia con los centros de las
demás circunferencias, se genera el Cubo de Metatrón, compuesto por
78 líneas. Eso en dos dimensiones, pues también, y aunque mucho más
complejo, existe un proceso para derivarlo en tres dimensiones,
aunque por definición un cubo es una entidad tridimensional, pero el
lector sabe que aquí nos referimos a la expresión tangible del Cubo
de Metatrón, y no al concepto en sí mismo. En todo caso, los
esoteristas creen que aquel cubo funcionaría como una especie de
acelerador cuántico en el cual “se despiertan leyes eléctricas de
dimensiones superiores y por tanto procesos de transmutación y cura”
METATRÓN Y EL
MISTICISMO CABALISTA
metatron-misticismoEn
el “mapa medieval de los dominios espirituales”, existe algo
llamado el Intelecto Agente, que es la esfera de unión entre la
mente divina y la mente humana. En ese marco teórico, el místico y
cabalista español del siglo XIII, Abraham Abulafia, emplea diversas
y variadas fórmulas para indicar cómo cierta inmersión en la Torá
—que incluye un dominio total de los modos de combinaciones de
letras— es el sendero que conduce a la unión inherente a
experimentar la esfera del Intelecto Agente. En cuanto a Metatrón,
Abulafia lo introduce al plantear que la llamada “rueda de las
letras” se encuentra bajo su jurisdicción, pues él es el ángel
mencionado en Éxodo23, 20-21: ‹‹He aquí que yo voy a enviar un
ángel delante de ti, para que te guarde en el camino y te conduzca
al lugar que te tengo preparado. En él está mi Nombre››. Es
pues en la última línea citada donde el Talmud ve una alusión al
nombre Shaddai (uno de los nombres de Dios), el cual tiene el mismo
valor numérico (314) que el nombre Metatrón, lo cual es
interpretado como el hecho de que el ángel Metatrón es el guía en
el viaje hacia la Tierra Prometida. Ocurre entonces que, en un nivel
profundo, la Tierra Prometida representa la condición de unión con
Dios, de modo que Metatrón viene a ser nuestro guía en el camino
para aproximarnos progresivamente a Dios. Pero también, tal y como
dice Brian L. Lancaster en La esencia de la Kábala: La enseñanza
interior del Judaísmo: ‹‹El Zohar Hadash conecta a Metatrón con
la “rueda en la tierra” en la visión de Ezequiel (Ez1, 15). El
Zohar procede a describir cómo las letras del Nombre inefable están
grabadas en una llama que surge del ángel. Estas son las letras en
el núcleo de las prácticas cabalísticas. En última instancia,
cada una de las veintidós letras hebreas es contemplada como un
Nombre en sí misma. Así, vinculándose a la rueda de las letras en
mística concentración, el cabalista aspira a encontrarse con
Metatrón, guardián de la vía para la unión con Dios››
UNAS NOTAS SOBRE EL
METATRÓN PRIMORDIAL
Hasta aquí hemos
venido hablando sobre todo del Metatrón-Enoc, que es el de mayor
importancia en tanto que esa visión sobre el ángel es la más
aceptada. Sin embargo, cabría decir un par de cosas sobre el
Metatrón primordial, para lo cual les traducimos palabras del
profesor St. Louis Howard Schwartz, tomadas de su libro Tree of
Souls: The Mythology of Judaism. Dice así: ‹‹El Metatrón
Primordial fue lo primero en la creación, el hijo de la Shekinah.
Las primeras palabras de la Torá, “En el principio Dios creó”,
se refieren a Metatrón. El Metatrón Primordial asistió a Dios en
la creación del mundo, y ha asistido a Dios desde entonces en el
gobierno de los mundos de abajo y de arriba. Cuando Dios dijo a
Moisés, “Ven al Señor”, él se refería a ir hacia Metatrón.
Esta descripción del Metatrón Primordial, claramente se parece a
los mitos sobre el Hombre Celestial y Adam Kadmon. Lo que es inusual
es que el Metatrón Primordial es descrito como el hijo de la
Shekinah. Partiendo de que este mito es encontrado en el Zohar, la
Shekinah se refiere a la “Novia de Dios”, convirtiendo al
Metatrón Primordial en el hijo de Dios y la Shekinah.››. Ahora
bien, el lector se preguntará lo siguiente: ¿cómo puede hablarse
de la “Novia de Dios”?, ¿Acaso esta novia de Dios es increada y
eterna ya que se dice que Metatrón fue el primer ser creado y de lo
contrario habría contradicción? Veamos, para empezar el término
“novia” es figurativo, y la mayúscula juega un papel muy
importante en su significado. Así, en la tradición cabalística la
Shekinah o “Novia de Dios” designa el aspecto femenino de la
Divinidad, la “Presencia”, la también llamada “Divina
Princesa”, funcionalmente equivalente (en gran parte al menos) al
Espíritu Santo de los cristianos y a la Madre Cósmica de los
hinduistas; según esto, es lógico que siempre haya existido, pues
es un aspecto de Dios mismo. De ese modo, Metatrón vendría a ser el
fruto de la interacción creativa entre los aspectos femenino y
masculino de Dios y, a la vez, su hijo y primer ser creado.
TABLA
Color: Blanco
nacarado, blanco resplandeciente, dorado.
Rayo: Blanco
Chakra: Chakra
coronario
SELLO, INVOCACIÓN Y
ORACIONES
Sello de Metatrón:
Invocación-oración
hecha por la angéologa Cristina del Solar:
Desde este momento,
invoco la presencia del Arcángel Metatrón para que me guíe por el
camino correcto, para que pueda dar vuelta la página de la
injusticia, de la carencia, de la tristeza y el resentimiento que hay
en mí y a mi alrededor, su presencia trasmutará mal por bien,
tristeza en alegría, oscuridad en luz, todo lo negativo en mí se
convierte en sanador, todo lo que me ataba y frenaba se convierten en
impulso para lograr mis objetivos Siento tu fuerza transmutadota
en mí..
Amado Arcángel
Metatrón, te pido que me ayudes a encontrar el equilibrio que
necesito, a encontrar las nuevas posibilidades para ser pleno, sano y
prospero. Te encomiendo mi avance en el camino que Dios ha preparado
para mí.
Arcángel Metatrón,
tú que representas la equidad, el balance, la justicia, la
recompensa, te pido que intervengas por mi (o Por…) y pongas estas
virtudes en mi vida presente. Necesito que (nombrar situación
puntual) se equilibre, actúe la justicia divina para que sea
resuelto definitivamente. Te doy gracias por tu amor y sé que desde
este momento las cosas se equilibrarán.
Oración 1:
Arcángel Metatrón,
luz de todos los Serafines,
con tu sublime
protección primordial ayúdame a lograr la quietud
de mi espíritu para
darme fuerzas para continuar y vencer,
siempre en nombre de
la verdad
iluminándome en
todos mis caminos.
Con tu luz divina,
dame confianza en mi
mism@ y fe en mis ideales.
Estaré a tu
servicio pues soy dign@ de tu protección.
Libérame de todas
las impurezas que puedan perjudicarme.
Concédeme una
existencia tranquila
para trabajar con
amor.
Amén
Oración2 (para una
petición concreta):
Glorioso arcángel
San Metatrón, intercede por mí, y ayúdame a activar mi cuerpo de
luz y recorrer el camino de la iluminación.
Glorioso arcángel
San Metatrón, imploro tu continua custodia para mantener la claridad
mental y la luz del espíritu con cada paso que doy hacia la luz de
Dios.
Glorioso arcángel
San Metatrón, envuélveme en el blanco de tu luz y ayúdame a
llenarme de tus bendiciones de tranquilidad, balance, limpieza
emocional y armonía. Ayúdame a sentir la claridad de la luz que
traes a mi alma y a compartirla siempre con todos mis semejantes.
Protector mío,
concédeme la gracia que te solicito (haz tu petición) si es
conveniente para el bien de mi alma y de todo el mundo. Acompáñame
y guía todos mis pasos hasta alcanzar la vida eterna y el amor
divino. Amén.
Oración 3
(reconociendo la identidad Enoc-Metatrón):
Oh, Enoc, que eres
el Arcángel Metatrón acepto tu presencia.
Tú que eres el
Canciller del Cielo, Ángel de la Alianza y Rey de los Ángeles
Que eres el anotador
y supervisador de todos nuestros actos en el libro de la vida
registrándolos así con una pluma.
Pido doy gracias
porque serás un testigo del bien que hago, quizás de esos actos de
Amor o Benevolencia no reconocidos por los demás.
Busco tu consejo
para que me ayudes a encontrar el equilibrio entre lo que damos y lo
que guardamos para nosotros mismos.
Guía mis esfuerzos
y ayúdame a encontrar la medida correcta para mi rendimiento y
actividad.
Agradecido quedo de
ti eternamente Arcángel Metatrón.
Gracias Padre
Gracias Jesús de
Nazareth
Gracias Virgen Maria
Gracias Universo
Gracias Ángel de la
Guarda
Gracias Arcángel
Metatrón.
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