Cada día la carnicería del padre iba de mal a peor y también su carácter y alcoholismo, el hombre se trastornó tanto que mató a su mujer y la hizo en caldo.
Esa noche el hombre y el hijo Isidro comieron el caldo, el hijo preguntó: ¿Dónde está mamá? la respuesta del padre fue contundente: Está en tu barriga, te la acabas de comer en el caldo.
Esas duras palabras trastornaron seriamente al chaval, esa misma noche el padre de ahorcó en un descampado.
El niño tuvo que vivir solo por años y en su cabeza no paraba de sonar las palabras que le dijo su padre y en su mano tenía el cuchillo jamonero con el que su padre mató a su madre.
Lo que le sucedió sumado a los largos años de soledad lo volvieron completamente loco. Decidió continuar el negocio de su padre pero esta vez con carne humana, Isidro salía cada noche con su cuchillo jamonero en busca de vagabundos, siempre los mataba igual, les rajaba la barriga y les sacaba las tripas con las que los asfixiaba aún vivos.
La carnicería tuvo empezó a tener éxito entre la gente del pueblo porque la carne que ésabl vendía era la sabrosa, Isidro no pudo matar más gente que vivía en la calle porque ya no quedaban vagabundos así que decidió matar a ancianas, precisamente por eso le descubrieron, un vecino descubrió un anillo de la abuelita Carmen en una morcilla.
Isidro lo confesó todo y huyó del pueblo, aunque él sigue estando en todas las mentes y pesadillas de los vecinos ¿Quién sabe dónde y que estará haciendo en este momento?...
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