viernes, 1 de junio de 2012
Milenarias Teorías Sobre El Ojo Sagrado
Se cree que en el Paleolítico los seres humanos conocían la
existencia del tercer ojo, ya que se han encontrado en diversos puntos del
planeta antiguos cráneos que habían sido trepanados en la frente y en la
coronilla: una práctica bastante habitual en el centro de Europa y en la AméricaPrecolombina,
cuyo fin era "abrir" un ojo artificial, en el lugar exacto en donde
debía ubicarse el verdadero ojo sagrado.
Pero la teoría esotérica más antigua sobre el tercer ojo la encontramos
recién en Egipto. Para los egipcios sólo 1 los faraones poseían este órgano de
visión extrasensorial, al que llamaron el ojo de Horus. En muchas de sus
pinturas sagradas, lo representaron como un triple ojo, símbolo de la trinidad
ocultista de] dios Tot. Y también en numerosos sarcófagos, estatuas y en los
relatos del "Libro oculto de la morada" (la gran obra religiosa de
los habitantes del Nilo) el tercer ojo aparecía asociado a una serpiente, ya
que este animal, enrollado en espiral sobre la frente de un iniciado, permitía
leer el destino.
La otra civilización que se ocupó de la existencia del
tercer ojo fue la hindú. Los lamas tibetanos, en su intento por lograr el
desarrollo interior a través de la capacidad de la mente, consideraban el tercer
ojo como un punto de proyección hacia la conciencia cósmica. Asociaban este
sitio con el sexto chakra (uno de los centros superiores de energía del cuerpo
humano, situado entre ambas cejas), adjudicándole las funciones de aguzar la
intuición y de permitirle al hombre el éxtasis.
Casi todas las técnicas para---abrir`el tercer ojo son
herencia de los monjes del Tibet. Meditar, llevando toda la atención al
entrecejo es una de ellas, así como concentrarse en la observación de cristales
(que reflejan la luz tal como el tercer ojo multiplica la Verdad), ya sea cristal de
roca, una bola de cristal o incluso un cuenco de agua cristalina. La
trepanación también era habitual entre los lamas orientales para ayudar al
florecimiento de este poder intuitivo, aunque en la actualidad se considera que
esta práctica es muy peligrosa, ya que una persona que no esté preparada para
ver el futuro, distinguir el aura humana o realizar viajes astrales, corre el
riesgo de enloquecer.
Cuando un lama iba a ser trepanado, permanecía a oscuras un
día entero, con una compresa de hierbas anestésicas sobre su frente. Al
amanecer se lo conducía a otra habitación, en la cual un grupo de lamas le
clavaban en el entrecejo un punzón esterilizado, hasta llegar al hueso. Durante
3 semanas, el iniciado permanecía sin comer, con una astilla de madera en su
herida. Al finalizar este período se quemaba la astilla con incienso, como
ofrenda, luego de lo cual el lama era ya capaz de distinguir el aura de las
personas a voluntad.
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