Todo comenzó en el
mes de marzo de 1898, cuando dio inicio la construcción del
ferrocarril Kenia-Uganda, un gran avance en la zona que iba a
beneficiar a muchos cuando se construyera el puente ferroviario sobre
el rio Tsavo en Kenia, pero la historia tenía preparada un lúgubre
pasaje de terror en esos tiempos.
En la naturaleza el
ser humano no tiene un enemigo predador potencial, es decir los
animales no ven a los humanos como presa y a lo sumo solo como
invasor de su territorio, colocándose encima de la cadena, sin
embargo apareció un animal predador que eligió la carne humana como
presa principal siendo experto en el arte de cazar personas,
escondiéndose en la oscuridad de la noche y volviéndose experto en
ello, tanto así que solo dos de estos animales fueron responsables
de la muerte de 135 trabajadores entre los meses de marzo y
diciembre, estos fueron los leones devorador de hombres de Tsavo.
Trabajadores indios
que acudieron al llamado del empleo para la construcción del
ferrocarril, estuvieron de acuerdo con las circunstancias del
trabajo, más el terror comenzó a hacer mella en ellos cuando cada
noche, de sus tiendas de campaña desaparecían trabajadores
reapareciendo al día siguiente totalmente destrozados.
Por más que se
construyeron trampas y se montaron guardia, por muchas semanas la
tragedia se encontraba presente, los trabajadores ya no veían a
estos animales como tal sino como espíritus vengativos del bajo
mundo, el teniente coronel John Henry Patterson quien estaba a cargo
del puesto de ingeniero en la construcción fue uno de los que
intentaron emboscar a los depredadores pero en su mayoría solo
fueron esfuerzos vanos. Así fueron pasando las semanas donde la vida
de algún trabajador se apagaba en la oscuridad de la noche, sin
embargo en una de aquellas guardia pudo avistar y disparar a uno de
los leones de Tsavo en los cuartos traseros, aunque al final el
animal se escapó.
A la noche siguiente
el animal que fue herido regreso e instintivamente busco al teniente
coronel y en su enfrentamiento el animal comenzó a perseguirlo y a
pesar de ser disparado varias veces intento cazar a Patterson, pero
huyo al final sin conseguirlo. El cuerpo del león fue encontrado a
la mañana siguiente, el 9 de diciembre con cinco heridas de bala en
el cuerpo. Al parecer el peligro había pasado pero las muerte no se
alejó del lugar, había un segundo león y en un enfrentamiento
posterior, exactamente 20 días después, este también fue abatido
con cinco balas más en el cuerpo, al parecer había acabado pero
este contraataco aun herido siendo abatido por dos balas más, una en
el pecho y otra en la cabeza. Según Patterson el animal endemoniado
intentaba hasta el final de llegar hasta Patterson sin conseguirlo y
en la desesperación comenzó a roer una rama de árbol hasta su
último aliento con los ojos inyectados en su furia animal.
Muchas teorías de
la conducta de devora hombres fueron estudiadas después, con el
tiempo incluso la veracidad de algunas afirmaciones de Patterson
fueron puestas en duda, por ejemplo sobre el tamaño de los leones
que el describía como descomunales, pero después al recuperar sus
osamentas y armarlas su tamaño no era tal, pero se dice que bien por
el tiempo y el mal cuidado estas pudieron reducirse una hipótesis
que es aceptada.
También el número
de muertes está en duda, mientras que Patterson afirmo que fueron
135 muertos, la compañía ferroviaria dijo que fueron 35, cada uno
al parecer daba sus cifras por sus propios intereses, sin embargo en
un estudio posterior del museo Field corroboro que bien el primer
león muerto pudo acabar con cerca de 11 y el segundo con 24 una
cifra más acorde a la empresa en cuestión.
En cualquier caso
este evento siempre llamo la atención a los investigadores, quienes
a pesar de que comprobar que uno se alimentaba solo de carne humana y
el otro un 50% de esta, su cooperación en la caza del menos
interesado pone en vitrina una inteligencia oscura de formar equipo
aun cuando la dieta no era de su interés, dos machos sin melena (los
leones de Tsavo machos no tienen melena) cazando juntos en grupo por
un fin que no era el de uno es algo de no creer, al igual que si
interés por la carne humana del cual solo un 20% de esta es
aprovechable.
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