Los Misteriosos Pergaminos Herculanos

Durante muchos siglos han sido infinidad de académicos los que han buscado a través de la historia algunos de los trabajos de la literatura antigua griega. 

Durante la época del Renacimiento se encontraron varios textos en bibliotecas de la iglesia, siendo todo un descubrimiento, pero lo más importante sería cuando a finales del siglo XIX se encontraron unos rollos de papiro en Egipto y posteriormente lo que se conoce como pergaminos Herculanos.

Estos pergaminos se remontan a tiempo antes de la catástrofe provocada por la erupción del Vesubio ocurrida en el año 79 después de Cristo, donde Herculano presumía de ser un fantástico balneario ubicado en la Bahía de Nápoles y lugar de encuentro de las familias nobles y más acaudaladas de Roma, quienes visitaban este lugar durante el verano.

En el año 79 el Vesubio entró en erupción y tal como sabemos por la historia, arrasó la ciudad de Pompeya, que es la que se llevó la fama, pero también sucedió lo mismo con Herculano, donde los restos de la erupción cubrieron de fina ceniza todo el emplazamiento y después se solidificó preservándolo todo.

LOS PERGAMINOS HERCULANOS
Uno de los emplazamientos que quedó cubierto por la ceniza solidificada fue una importante biblioteca con un gran número de pergaminos repletos del conocimiento del mundo antiguo, lo que los convertiría en el objeto de deseo de eruditos, historiadores y también coleccionistas.

En el año 1752 se consiguieron rescatar alrededor de unos 1.800 papiros, pero todos ellos estaban completamente carbonizados, aunque en un principio se pensaba que eran trozos de carbón, pero con estudio se podía advertir que se trataba de pergaminos, aunque todos eran extremadamente delicados y fáciles de romper.

Desde ese momento ha habido miles de investigadores que han intentado por todos los medios posibles leer los restos de aquellos pergaminos, pero tenían el hándicap de estar enrollados y cualquier esfuerzo por desenrollarlos podría suponer su destrucción.

En un principio se llegaron a cortar por la mitad, esperando que pudiera ser más fácil desenrollarlos, pero los resultados fueron la destrucción de los papiros. Antonio Piaggio, curador y restaurador del Vaticano, inventaría años después un mecanismo para que fueran abiertos delicadamente, pero era un proceso extremadamente lento dado que desenrollar el primer papiro llevó nada menos que cuatro años.

Además, con el proceso de Piaggio no se aseguraba la apertura completa del papiro y en muchas ocasiones se hacían añicos, por lo que hubo que esperar hasta el año 1999 para que comenzásemos a conocer algo más sobre estos misteriosos pergaminos Herculanos.

LA INVESTIGACIÓN MODERNA DE LOS PERGAMINOS
Fue en este año cuando un grupo de investigadores de la Universidad de Bringham Young, en Estados Unidos, pudieron examinar algunos de los papiros Herculanos bajo luz infrarroja con una longitud de onda que oscilaba entre los 700 y los 900 nanómetros.

Esto permitió tener un buen contraste entre el papel y la tinta, algo que ya había llamado la atención muchos años antes dado que la tinta estaba compuesta por partículas metálicas, revelando que los romanos ya conocían estas características.

Gracias a este paso, comenzaron a ver letras, lo que permitió que la capacidad de los estudiosos de los pergaminos Herculanos mejorase exponencialmente.

Las imágenes mutiespectrales fueron un gran avance en el año 2008 y gracias a esta técnica, en lugar de tomar una sola imagen de un fragmento de papiro con luz infrarroja a 800 nanómetros, la tecnología puede captar 16 imágenes diferentes de cada fragmento a diferentes niveles de luz, pudiendo crear una imagen compuesta.

Un año después, dos pergaminos Herculanos sin abrir, se escanearon en un tomógrafo computarizado, el cual se usa normalmente en medicina, pero se pudo observar más allá de los tejidos orgánicos y producir una imagen muy detallada de la parte interna, pudiendo revelar la superficie del pergamino.

Los avances de la ciencia y la tecnología han hecho que desde la Instalación Europea de Radiación por Sincrotón, puedan producir rayos X unas cien mil millones de veces más brillante que cualquier otro adelanto que se haya construido, lo que ha permitido poder observar el interior de los pergaminos carbonizados sin dañarlos.

Ahora tan solo hay que esperar a que la tecnología y los investigadores hagan su trabajo y podamos conocer de primera mano qué clase de conocimientos del mundo antiguo guardan estos pergaminos.