“No Tendrás dioses ajenos delante de mí.” (Éxodo 20:3).
“Entonces el pueblo respondió y dijo: Nunca tal acontezca, que dejemos un Jehová para Servir a otros dioses.” (Josué 24:16).
“Aprende pues, hoy, y reflexiona en tu corazón que Jehová es Dios arriba en el cielo y abajo en la tierra, y no hay otro.” (Deuteronomio 4:39).
“Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas Sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo. Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad.”(Colosenses 2:8-10).
“Y en su frente un nombre escrito, un misterio: BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS abominaciones de la tierra.” (Apocalipsis 17:5).
En este capítulo vamos a demostrar que el dios trinitario es producto de la descomposición religiosa y moral que se dio en Babilonia. El culto al dios trinitario pasó desde el paganismo religioso y filosófico a la cristiandad apóstata que lo adoptó como su dios. Vamos a demostrar que la trinidad fue algo muy común y bastante explícito en las religiones paganas, pero completamente desconocido en la enseñanza de las Escrituras Sagradas de Israel. Finalmente vamos a contestar algunas objeciones que han elaborado los trinitarios ante estos argumentos.
El Argumento Trinitario
Los creyentes en el dios trinitario han expuesto:
“La Trinidad es el término empleado para significar la doctrina central de la religión Cristiana: la verdad que en la unidad del Altísimo, hay Tres Personas, el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo, estas Tres Personas siendo verdaderamente distintas una de la otra. De este modo, en palabras del Credo Atanasio: “El Padre es Dios, el Hijo es Dios, y el Espíritu Santo es Dios, y, sin embargo, no hay tres Dioses sino uno solo”.” [39]
“La Trinidad divina nada tiene que ver con las triadas de dioses paganos, en que aparece una familia de dioses (padre, madre, hijo), por ejemplo: Osiris, Isis y Orus, en Egipto; Luna, Sol, Venus, en Arabia; Ea, Marduk y Guibil (padre, hijo e intercesor), en Babilonia; Brama, Rudra y Vishnú (formas de representación de lo absoluto invisible) en la India”. [40]
¿La Trinidad es la Doctrina Central del Cristianismo?
Tal como pudimos estudiar en el capítulo 1, La trinidad no es la doctrina central del cristianismo, precisamente porque la trinidad no es una doctrina cristiana sino invenciones de hombres que han torcido la Escritura para su propia perdición. La declaración más elemental de la trinidad que reza “tres personas distintas y un solo Dios verdadero”, jamás se encuentra en las Sagradas Escrituras. Sólo una persona que haya sido afectada de una manera previa por el dogma de la trinidad, creerá encontrarlo en algunos pasajes bíblicos que no tienen nada que ver con esa enseñanza. Si la trinidad no es una doctrina bíblica, entonces es una doctrina anticristiana.
La trinidad no es una doctrina cristiana, sino que es una doctrina que se infiltró desde el paganismo a la “cristiandad” apóstata. La trinidad tiene sus raíces en el politeísmo, en la religión pagana y en la filosofía pagana. Muchas personas que se hacen llamar cristianas no adoran al Dios de la Biblia, sino que adoran a un dios falso llamado trinidad. El dios trinitario no es más que la reminiscencia de las doctrinas de demonios y de las filosofías paganas.
Para mostrar los orígenes de la trinidad, tenemos que remontarnos a Babilonia, la gran ciudad donde los hombres pervirtieron su camino delante de Dios, y alejados del verdadero y único Dios, inventaron al dios trinitario.
Babilonia La Grande, La Madre de Las Rameras
“Salid de Babilonia, huid de entre los caldeos” (Isaías 48:20).
La Iglesia de Dios, es comparada en las Sagradas Escrituras con una virgen pura que anhela ser desposada con un solo esposo, y ese esposo es Dios.
“Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo.” (2. Corintios 11:2).
“Maridos, amad un vuestras mujeres, Así como Cristo amó a la iglesia, y se entrego a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa , que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.” (Efesios 5:25-27).
El Antiguo Testamento también llamó un Jehová el esposo de Israel.
“Convertíos, hijos rebeldes, dice Jehová, porque soy yo vuestro esposo” (Jeremías 3:14).
“…Y como el gozo del esposo con la esposa, así se gozará contigo el Dios tuyo” (Isaías 62:5).
Por esta razón, en el lenguaje de las Sagradas Escrituras, la idolatría se compara con el adulterio y la prostitución, porque es considerado como una infidelidad a Dios quien es el esposo de su pueblo.
“Y dijo Jehová a Moisés: He aquí, tú vas a dormir con tus padres, y este pueblo se levantará y fornicará tras los dioses ajenos de la tierra adonde va para estar en medio de ella, y me dejará, e invalidará mi pacto que he concertado con él” (Jeremías 31:16).
La falsa religión es adultera, porque no se contentó con un esposo amoroso y bueno que buscaba su bienestar, sino que buscó un camino de perdición y de maldad.
Babilonia es uno de los nombres más notables que las Sagradas Escrituras le dan a la falsa religión y a los sistemas que alejan al hombre de su Dios. En el libro de Apocalipsis, se representa a Babilonia como una mujer ramera cargada de multitud de pecados y como asesina de muchos hombres santos de Dios.
“Y me llevó en el Espíritu al desierto; y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata llena de nombres de blasfemia, que tenía siete cabezas y diez cuernos. Y la mujer Estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas, y tenía en la mano un cáliz de oro lleno de abominaciones y de la inmundicia de su fornicación; y en su frente un nombre escrito, un misterio: BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA. Vi a la mujer ebria de la sangre de los santos, y de la sangre de los mártires de Jesús; y cuando la vi, quedé asombrado con gran asombro. (Apocalipsis 17:3-6).
La comparación de Babilonia con el falso sistema religioso, obedece a que después del diluvio, fue en la antigua Babilonia donde los hombres cambiaron la verdad de Dios por la mentira, donde se desarrolló el politeísmo, y donde el hombre se pervirtió en todos sus caminos.
Nimrod
Hubo un hombre que llegó a convertirse en el primer emperador de la tierra. Ese hombre fue llamado Nimrod. La Escritura afirma que la capital de su reino fue la ciudad de Babel -qué más tarde se llamó Babilonia- en donde el hombre pervirtió su camino delante de Dios.
“Y Cus engendró a Nimrod, quien llegó a ser el primer poderoso en la tierra… Y fue el comienzo de su reino Babel, Erec, Acad y Calne, en la tierra de Sinar. De esta tierra salió para Asiria, y edifico Nínive, Rehobot, Cala, y Resén entre Nínive y Cala, la cual es ciudad grande. ” (Génesis 10:8-12).
Nimrod fue un gran cazador. Precisamente fue esa virtud la que hizo que Nimrod se ganara la admiración de aquellos hombres, de tal manera que lo eligieran como su rey. En aquellos tiempos primitivos donde la tierra estaba bastante llena de animales salvajes, esa destreza era fundamental para lograr prestigio y renombre.
“Este fue vigoroso cazador delante de Jehová; por lo cual se dice: Así como Nimrod, vigoroso cazador delante de Jehová.” (Génesis 10:9).
Nimrod Fue aquel hombre que Dirigió la construcción de la ciudad y de la Torre de Babel.
La capital de su reino fue la ciudad de Babel. Babel significa lugar en que reina gran confusión. Allí no solamente fueron confundidas las lenguas. Allí las gentes fueron confundidas pues se apartaron de Dios
En el capítulo 11 del libro del Génesis, la Biblia nos enseña que la humanidad hablaba en aquel entonces un solo idioma. También nos enseña que los hombres habían desarrollado una tecnología en el campo de la construcción que les permitió soñar con la edificación de una gran ciudad. Ese adelanto pudo haber sido provechoso en todos los sentidos, pero lamentablemente, ellos vieron en ese progreso tecnológico la posibilidad de desafiar a Dios. Entonces creyeron que si construían una torre serian capaces de llegar al cielo.
“Y se dijeron unos a otros: Vamos, hagamos ladrillo y cozámoslo con fuego. Y les sirvió el ladrillo en lugar de piedra, y el asfalto en lugar de mezcla. Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo, y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra.” (Génesis 11:3-4).
Ellos se creyeron tan sabios, que buscaron no tener en cuenta a Dios para nada. Sin embargo, contrario a su deseo, terminaron convertidos en ignorantes. Aquellos hombres creyeron que el cielo estaba tan cerca, que con una simple torre lo podrían alcanzar. Desarrollaron un conocimiento que en vez de constituirse en bendición, lo que hizo fue cegarles el entendimiento. La Biblia enseña que profesando ser sabios se hicieron unos necios.
“Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios… ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.” (Romanos 1:21-25).
Tan pronto como apartaron a Dios de sus propósitos, entonces le dieron lugar a la idolatría, que consiste en adorar a las criaturas en lugar de adorar al Creador, el cual es bendito por los siglos de los siglos. En aquella ciudad, el hombre cambió a Dios por los ídolos y desarrolló todo un sistema religioso que es una vil imitación de la verdad. Todo esto fue ideado con el fin de confundir lo mayor posible a la pobre humanidad que ha decidido apartarse de Dios.
Este hombre llamado Nimrod, no solo se convirtió en el emperador de aquellas gentes, sino que también llegó a constituirse en el máximo pontífice de la religión idolátrica de Babilonia. Nimrod argumentó que él era la encarnación del mismísimo Dios y exigió ser adorado como un dios. (En los siglos subsiguientes esa misma costumbre sería imitada por otros emperadores de distintas culturas). Nimrod fue el artífice de toda esta confusión. “Nimrod significa rebeldía. Como lo dice la Enciclopedia Judía, Nimrod fue aquél quien hizo a las gentes rebelarse en contra de Dios.”
Nimrod fue el promotor de la religión pagana de Babilonia
“Finalmente, Nimrod… murió. De acuerdo a las leyendas, su cuerpo fue cortado en pedazos y quemado, y los pedazos fueron enviados por varias áreas… La muerte de Nimrod fue muy lamentada por la gente de Babilonia. Pero aún cuando Nimrod había muerto, la religión babilónica, en la cual él tuvo una parte tan prominente, continuó y se desarrolló” [42] después de su muerte. Al principio se creyó en una deidad encarnada la cual era Nimrod, pero con el tiempo se fueron añadiendo otros dioses, degradando en el politeísmo.
La Madre y el Niño
En la antigua Babilonia, surgió una leyenda por medio de la cual se decía que el antiguo emperador muerto (al que se asociaba con Nimrod), por ser un dios provino desde la ultratumba y embarazó a su esposa viva. Se decía que el niño que nació, no era más que el propio emperador reencarnado, y por eso fue conocido como “el Niño Dios”, o “Dios el Hijo”. Se decía que ese niño era el salvador del mundo.
La diosa madre y el dios hijo de Babilonia
Como se puede apreciar, esa falsa religión fue tomando verdades, pero las fue pervirtiendo en un culto falso. Imitó la verdad, pero esa imitación se convirtió en la peor de las mentiras. La verdad de la venida del Mesías era algo que la humanidad ya conocía en aquellos tiempos, pues Dios se la reveló un Adán y a Eva (Génesis 3:15). Sin embargo, se suplantó al verdadero Mesías por aquel “Niño Dios” de la leyenda babilónica, apareciendo ese nuevo dios falso.
Una Religión Misterio
En aquella falsa religión, pronto tomaron fuerza los llamados “misterios”. Estos supuestos misterios no eran nada más que una forma de mantener a la gente en la ignorancia y en el poder de esa falsa religión. Fue una estrategia de Satanás para que ningún hombre pudiera, por si acaso dudar, de lo que esa falsa religión proclamaba como verdades indiscutibles. Si la religión babilónica proclamaba que algo era cierto, entonces todo el mundo debía aceptarlo sin cuestionamientos. Incluso se llegó a proclamar, que aún cuando sus misterios fueran ilógicos y no pudieran ser comprendidos por la mente humana, de todas maneras debían ser aceptados por todos los profesantes.
También se desarrollaron muchos símbolos que representaban cosas ocultas o misteriosas. Se utilizaron símbolos del sol, de la luna, y en general de todos los astros. De igual forma se usaron símbolos de animales y de árboles. Otros símbolos que se usaron fueron el número 666, los triángulos, los círculos, las pirámides, las esferas y las cruces.
De esa manera, aquella religión babilónica fue conocida como la religión de los misterios ocultos e incomprensibles.
Tres Dioses en Uno
“‘En el nivel más alto de la torre de Babel, o el Templo de Belus, nos dice Diodoro Sículo, se erguían tres imágenes de las grandes divinidades de Babilonia, y una de estas era de una mujer que tenía agarrada la cabeza de una serpiente’.” [43]
La gente de Babilonia contó originalmente con el concepto universal de un Dios único. Ellos eran monoteístas puros. Sin embargo, cuando se rebelaron contra Dios, esta fe fue prontamente corrompida y cayeron en la adoración de lo que no era Dios. Perdieron la noción de los atributos intrínsecos de Dios (eternidad, omnisciencia, omnipresencia y omnipotencia) y primeramente llamaron Dios al hombre que ejerció el poder político sobre ellos. Luego, con el desarrollo de la leyenda de la diosa madre y el dios hijo, se pervirtieron en el politeísmo.
“Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni gracias le dieron, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible…” (Romanos 1:21-23).
Pero, a pesar de estar adorando a esos tres dioses, ellos sabían que la revelación original había sido la de un solo Dios verdadero. Entonces ¿Cómo podrían “armonizar” su politeísmo con el monoteísmo original? Lo que se hizo en Babilonia fue proclamar que el dios padre, la diosa madre y el dios hijo, no eran tres dioses separados sino la emanación de un solo y mismo dios. Se argumentó que todos ellos eran un solo dios, porque emanaron de una misma sustancia divina. Así, ellos eran de igual sustancia. De ese modo fue como inventaron a la trinidad o al dios triuno, que siendo tres no era tres sino uno. El concepto de un Ser Supremo jamás se desarraigó del alma de aquellos hombres, pero pervirtieron esta creencia es una trinidad. La trinidad Llegó a ser uno de sus más grandes misterios, y desde luego, de los más representados por medio de sus símbolos.
La confusión de aquella gente de Babilonia, no solo los hizo inventarse a estos dioses, sino que los llevó a idearse una trinidad, profanando así la dignidad divina. Cada uno de esos dioses era un dios, los tres juntos eran dios. Tan pronto como establecieron que los tres dioses eran uno solo, entonces idearon formas de representar a los tres como si fueran uno. “En la unidad de ese Dios Único de los babilonios, había tres personas, y para simbolizar esa doctrina de la Trinidad, se valieron, como lo prueban los descubrimientos de Layard, del triángulo equilátero, tal como es bien conocido que lo hace la Iglesia romana de hoy día. Los egipcios también se valieron del triángulo como símbolo de su “divinidad triforme”.”
La Trinidad representada por un triángulo equilátero. Éste símbolo, corresponde también “al ojo que todo lo ve”, que es muy usado en el culto ocultista de la masonería
Prontamente ya tenían inventados otros símbolos para representar a su trinidad, símbolos cuyo único objetivo era disimular su politeísmo y presentarlo como un aparente monoteísmo.
Representaciones antiguas de la trinidad babilónica
Y como si esto fuera poco, les pareció insignificante la perversión del concepto de Dios por la adoración de los hombres, y por eso nuevamente profanaron la dignidad divina, pero esta vez con imágenes de aves, de bestias y de reptiles.
“Y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.” (Romanos 1:23).
Así, separados del Dios único y de su asombrosa majestad, atribuyeron a sus dioses las cualidades de los animales. Incluso llegaron a representarlos como bestias mitad hombre, mitad animal.
Debido a que el hombre no quiso tener en cuenta a Dios, se inventó dioses falsos, y aún para disimular su politeísmo, se inventó al falso dios de la trinidad. La Santa Escritura dice:
“Por lo cual, también Dios los entregó a la Inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.” (Romanos 1:24-25).
La Trinidad y la Marca de la Bestia
En Babilonia, los seres humanos usurparon la adoración y la gloria que se le debe dar al único Dios Verdadero, quien es nuestro Señor Jesucristo. Así formaron una deidad triuna, pues se argumentó que había tres, que siendo tres no eran tres sino uno. Enseñaron que aquellos estaban perfectamente unidos como un solo dios.
La Trinidad es una doctrina diabólica pues proviene de Babilonia. Los dioses paganos fueron concebidos como si fueran seres humanos con poderes extraordinarios. La trinidad fue inventada en Babilonia cuando se argumentó que tres dioses-humanos formaban una sola divinidad. El número del hombre es el seis, y tres seis unidos en uno, nos conducen al número seiscientos sesenta y seis (666), el número de la bestia. La Trinidad es una doctrina diabólica que presenta como Dios a un dios que no es el Dios de la Biblia.
“Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis.” (Apocalipsis 13:18).
Por esta razón, otros de los símbolos utilizados para representar al dios trino inventado en Babilonia, consistían en la exhibición de tres números seis formando una sola unidad.
La Diosa Falsa fue Conocida Como el Espíritu
En la antigua religión de Babilonia, la diosa era representada comúnmente como una paloma. A veces se le representaba en forma de mujer, a veces en forma de paloma y tal como se mostró en imágenes anteriores, a veces se representaba como un monstruo mitad paloma mitad mujer. Con el tiempo, llegaron a existir otras muchas representaciones para esta diosa, como por ejemplo la de la mujer-pez o sirena, pero la figura más representativa continuó siendo la paloma.
Los antiguos griegos contaban un mito sobre la figura mítica de Semíramis (comúnmente considerada como la diosa-madre), que la relacionaba con la figura de la paloma. La historia de Semíramis es una leyenda que tiene infinidad de versiones. Una de esas versiones, dice que “Ella nació con el cuerpo de un pez, era hija de una diosa que la abandonó en un desierto rocoso, en un lugar en que anidaban palomas. Y ocurrió que las avecillas se compadecieron de la criatura y la alimentaron robándole leche a los pastores y dándosela en sus picos; más tarde, le traían trocitos de queso. Los pastores notaron estas faltas y comprobaron que las palomas eran las ladronas, las siguieron hasta el lugar donde anidaban y descubrieron a una niña hermosísima. La llevaron al Intendente del Palacio de Nino, quien decidió llamarla Semíramis, lo que en el idioma sirio significa Paloma.” [45] Semíramis También significa la que porta la rama” Z’emir-Amit “, [46] por lo tanto se puede apreciar que la historia del diluvio tuvo un grandísimo impacto en el nombre que se le dio a la paloma, pues la paloma enviada por Noé regresó con una rama verde de olivo (Génesis 8:11). “Los griegos cuentan que Semíramis, transformada en paloma, se fue volando. Su pueblo la adora como a una diosa con forma de paloma.” [47]
La representación de la diosa en forma de paloma, también llevó a que los paganos la identificaran con el aire. En idioma caldeo, la misma palabra que se usa para aire, también significa espíritu.
De esa manera, los antiguos babilonios creyeron que la trinidad estaba formada por un dios padre, un dios hijo y un dios espíritu (la diosa madre).
Se Sigue Desarrollando el Politeísmo
Con el tiempo, el politeísmo se desarrolló todavía más, con la aparición de muchísimos otros dioses. No obstante, siempre se sostuvo que todos estos provenían de una misma sustancia divina, lo que les hacía ser finalmente parte de una misma divinidad. Sin embargo, la idea de los tres dioses principales que no eran tres sino uno solo, siempre se mantuvo en todas las culturas, excepto en Israel mientras se mantuvo en el camino del Eterno.
La Idea Pagana de la Trinidad se Extendió por Todo el Mundo
La Escritura sostiene que Dios ejecutó un juicio sobre aquellas personas de Babel al confundir su lengua, para que ninguna entendiera el habla de su compañero. De esa manera desistieron de construir aquella ciudad y aquella torre, y fueron esparcidos por todo el mundo. El nombre de aquella ciudad fue llamada Babel, porque allí confundió Dios el lenguaje de toda la tierra. Dios Obligó a los hombres a que se reagruparan de acuerdo a su lenguaje y así los esparció por toda la faz de la tierra.
Babel se desprende de la palabra hebrea balal que significa confusión. En Babel no solo se presentó la confusión de las lenguas, sino que el hombre fue confundido en todos los sentidos, pues se separó de Dios inventando filosofías y huecas sutilezas que hicieron que apartara el oído de la verdad. Desarrolló una falsa religión que por más que imite a la verdad, siempre será una gran mentira y será la perdición del hombre. En Babel, el hombre en vez de adorar a Dios, adoro a Baal (el dios de la confusión), que es otro de los nombres que los judíos han aplicado a Satanás, el enemigo de nuestras almas. Sin embargo la Biblia dice que el verdadero Dios, no es Dios de confusión sino de paz (1. Corintios 14:33).
Cuando los hombres fueron esparcidos sobre la faz de la tierra, se llevaron esa falsa religión hacia todos los rincones. La religión misterio, que no podía ser comprendida plenamente, llegó a todo el mundo y ha afectado a todas las culturas. Por eso la Escritura afirma.
“Porque todas las naciones han bebido del vino del furor de su fornicación; y los reyes de la tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido de la potencia de sus deleites.” (Apocalipsis 18:3).
Pero la invitación de nuestro Dios siempre ha sido:
“Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas; porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades.” (Apocalipsis 18:4-5).
“Además de la prueba escrita de que Babilonia fue la madre, la cuna de las religiones paganas, también tenemos el testimonio de conocidos historiadores; por ejemplo, Herodoto, el viajero mundial e historiador de la antigüedad. Él presenció la religión misterio y sus ritos en numerosos países y menciona como Babilonia fue el nido original del cual proviene todo sistema de idolatría.
Bunsen dice que el sistema religioso de Egipto, fue derivado de Asia (del imperio primitivo de Babel). En sus conocidos trabajos titulados Nínive y sus ruinas, Layard declara que tenemos el testimonio unido de historias profanas y sagradas, que la idolatría originó en el área de Babilonia, el más antiguo de los sistemas religiosos.”
Dado que el principal dios babilónico consistía en una trinidad, esta idea de la trinidad afecto a toda la civilización. El reconocimiento de una trinidad llegó a ser universal y por eso se encuentra en todas las Naciones del mundo (salvo en la revelación dada por Dios a Israel). El trinitarismo era otra de las tantas doctrinas de misterio de la antigua Babilonia, donde podían concebir un dios siendo más de uno, mientras que al mismo tiempo mantenían que hay un solo dios.
“Podemos apreciar que Babilonia, fue creando un método religioso que adoptaron todos los pueblos del mundo. La única diferencia que existe, es que muchos de estos pueblos cambiaron algunas de las deidades y de los ritos, disfrazándolos de otros hábitos y vestimentas, adaptadas a las tradiciones y costumbres de cada región donde se establecían, convirtiéndolos en autóctonos o típicos de su Región.”
Cuando los hombres salieron de Babilonia, se fueron forjando las grandes civilizaciones. Las más antiguas de las que tenemos noticia son Mesopotamia, Egipto, India y China. Estas cuatro grandes civilizaciones se desarrollaron a lo largo de las cuencas de extensos ríos, gracias a los cuales la agricultura se vio favorecida.
Vamos a mostrar en primera instancia, algunos ejemplos de la trinidad en esas cuatro civilizaciones, y luego mostraremos cómo esa doctrina pagana afectó también a las demás culturas.
La Trinidad en Mesopotamia
“Mesopotamia (en griego, región ‘entre ríos’), región que se convirtió en uno de los primeros centros de civilización urbana, situada entre los ríos Tigris y Éufrates, en la zona que en la actualidad ocupan los estados de Irak (principalmente), Irán y Siria.”
“La región mesopotámica estuvo habitada desde tiempos remotos por grupos raciales diferentes y por invasores que querían aprovecharse de las zonas fértiles del valle.” En Mesopotamia habitaron entre otros, los sumerios, los acadios, los sirios, los asirios, los persas y los fenicios.
“Los eruditos de sumeria consideraron que el universo siendo uno, estaba dividido en tres partes, cielo, tierra y agua. A cada división se le asignó una deidad. En esta ocasión fue “Anu” al que le tocó ser el dios del cielo, a “Enlil” dios de la tierra y a “Ea” dios de las aguas. Esta era la enseñanza que se inculcaba en la escuela sacerdotal, asociada con los templos sumerios. A Anu se le tenía como gobernante y padre de los dioses. Esta trinidad de Anu, Enlil y Ea, se invocaba al principio y al final de los cultos que a ellos se rendían. ”
En Siria, en la ciudad de Palmira, se contaba con una trinidad conformada por Baal Samin, Aglibol y Malkbel.
En la antigua Asiria, se encontró cierta figura que representaba a su trinidad. Plasma la cabeza y el cuerpo de un hombre viejo con un “cero” o un círculo que rodea su cuerpo. En la simbología pagana, este círculo representa la “semilla”. Se puede apreciar cómo las alas y la cola del pájaro o de la paloma, se extienden a partir de ese anciano y cómo se da la impresión de que las otras dos cabezas corresponden a otros dos elementos de esa deidad triuna.
Las ciudades de Tiro y de Sidón, contaban con una trinidad compuesta por Baal, Astarté, y Melkhart.
En Persia, “Zoroastro enseñó que hay dos dioses contrarios el uno al otro en sus operaciones. Uno es el autor de todo lo bueno, el otro es la naturaleza de todo lo malo. Al principio del bien él lo llama Oromazes (Ahura-Mazda), y al otro, el demonio Ahriman (Agra-Mainyu). Él dice que el primero se asemeja a la luz y a la verdad, mientras que el otro a la oscuridad y a la ignorancia. Hay además un dios intermedio llamado Mitra, al que los persas le llamaron el intercesor o el mediador. Mitra es la divinidad persa de la luz y guardián de la justicia y de la verdad. “
En fenicia de Biblos, la trinidad estaba conformada por El, Baalat y Adonis.
La Trinidad en Egipto
“La teología egipcia enseñaba la doctrina triteísta en la IV y V dinastía. Así encontramos al dios Atum, el cual tenía un hijo de Ra, el sol, y ambos habían surgido de Ptah el verbo creador. Atum creador de todas las cosas, incluso de sí mismo, por su propia voluntad se había elevado sobre las aguas primigenias. Pero la doctrina lo desdoblaba en dos: Atum el padre y Ra El Hijo, más tarde apareció Ptah, el verbo hacedor, Atum y Ra fueron los intermediarios del gran dios Ptah, expresaban y realizaban su voluntad inteligente. (Historia de las religiones antiguas pág. 112).”
También existía la trinidad de dioses: Osiris (el dios padre), Isis (la diosa madre) y Horus (el dios hijo).
La Trinidad en la India
Desde tiempos ancestrales, en la India se ha creído en una trinidad suprema. Esa Trinidad es conocida con el nombre de “Eko Deva Trimurti” o “un dios en tres formas”. También es conocida como “Brahman-Atman” o “la realidad suprema impersonal”. Esta trinidad está formada por Brahma, Visnú y Siva, que se representan unidos en un solo cuerpo con tres cabezas. “Los hindúes atribuyen a cada uno de estos dioses una función diferente: Brahma es creador, Visnú protector y Siva destructor destructor del mundo” [56] “El Trimurti simboliza la unión de los poderes sin cuyo acuerdo no podría existir la realidad: creación, conservación y destrucción”
“Al igual que en las demás religiones, en el hinduismo, antiguo y moderno, se encuentran frecuentemente realidades asociadas en grupos de tres (en sánscrito trayam o trayá). Se habla del triple veda, de los tres fuegos del sacrificio, del triple mundo, de los tres guna o cualidades constituyentes del Universo, etc…
La palabra trimurti (sánscrito, “triple forma”) tiene un sentido más rico que la palabra triada. No solo está compuesta por la palabra tri que indica el número tres, sino también por la palabra murti, que en sánscrito y en hindi, significa cuerpo sólido, materia, forma y principalmente estatua o imagen… Ahora bien, en el hinduismo una imagen es considerada generalmente como una manifestación divina, y la palabra murti toma también el mismo sentido. La Trimurti designa por tanto la triple manifestación divina”
Trinidad Hindú (Brahma el Creador, Shiva el Destructor, y Vishnu el Preservador), tal y como es encontrada en la India en las cavernas de Elefanta que están situadas cerca de Bombay. Es representado por tres cabezas en un cuerpo, bajo el nombre de “Eko Deva Trimurti”. “Un dios. Tres fomas”. Este ídolo de aproximadamente seis metros de altura fue fabricado por talladores de piedra en el siglo sexto. Obsérvese como la cabeza de la izquierda corresponde a un hombre viejo, la de la derecha a una mujer y la del centro a un hombre joven.
La Trinidad en la China
“El taoísmo, la antigua religión mística de la China, tiene una Trinidad oficial de dioses supremos -el Emperador de Jade, Lao Tzu, y Ling Pao- a quienes se llaman las tres purezas.”
“Los mahayanas afirman que el Buda Posee tres cuerpos (Trikaya) o formas de existencia. El primero, el drama-kaya o cuerpo esencial, es el único verdadero, impersonal, inmaterial y completamente fuera del espacio y del tiempo, y goza del estado de Nirvana. El segundo, el sambhoga-kaya o cuerpo de felicidad, es el que asume en el paraíso y en sus apariciones milagrosas a sus adoradores en la tierra. El tercero, el nirmana-kaya o cuerpo de transformación y encarnación, es la forma humana que reviste al encarnar en el mundo material, por ejemplo en la persona de Gautama.”
La Trinidad en Japón
En Japón, los budistas adoran a Buda con tres cabezas, en exactamente la misma forma, bajo el nombre de “San Pao Fuh”.
La Trinidad en Grecia
Los filósofos griegos son muy reconocidos y tuvieron bastante influencia en el pensamiento de Grecia, así como la han tenido en todo el mundo.
La filosofía puede ser considerada como el esfuerzo humano en la búsqueda del verdadero conocimiento o realidad. Así los filósofos se esfuerzan por dar una explicación humana del mundo. Por supuesto en esa búsqueda de la verdad, el filósofo se ve enfrentado ante la idea de Dios. Hay “suficiente evidencia histórica que puede ser encontrada en las referencias de las bibliotecas, que muestran que los altamente aclamados filósofos de la antigua Grecia, adquirieron sus ideas acerca de la naturaleza de Dios y del Universo de los magos de Persia, quienes a su vez recibieron estas enseñanzas de los Caldeos. Esta conexión Caldea está claramente revelada en un estudio de la vida del famoso filósofo griego Platón.”
Platón fue un filósofo que vivió entre los siglos IV y V a.C. Platón observó que las obras humanas son el producto de una idea que se ha concebido primero en la mente del hombre. Por ejemplo, para que aparezca un edificio, ese edificio debe haber sido concebido primeramente en la mente de un arquitecto que fue desarrollando esa idea hasta que se convirtió en una realidad.
“Según Platón, todas las cosas que se pueden ver y sentir, son el resultado de “ideas” o “formas” eternas impresas sobre la materia.” [62] Platón afirmaba que las “ideas” y la “materia” ya existían desde el principio. Según la cosmología platónica, el mundo es eterno por parte de la materia.
Él creía en una “idea suprema” a la que llamaba “lo bueno” y a la que en algunas ocasiones identificaba como dios o el arquitecto. Así, “lo bueno” es el ser absoluto, el bien supremo y el origen de todo. Platón explicó que ese arquitecto tuvo que pensar para crear el mundo, tuvo que concebir la idea de todo lo que iba a crear antes de que se ejecutara la obra de creación. A esa idea él la llamaba la “idea creadora” de las cosas y se constituía en una proyección necesaria de la “idea suprema”. Platón razonaba que esa “idea creadora” era tan divina como la “idea suprema”, pues la segunda era una extensión de la primera. Esa “idea creadora” permitió que se llevara a cabo la voluntad de la “idea suprema” para que el mundo físico viniera a la existencia. El mundo fue creado de la “materia eterna” y fue la voluntad de la “idea suprema”.
De esa manera, Platón desarrolló una trinidad filosófica que ha sido conocida como la trinidad del ser, de la idea y de la materia, o también como la trinidad de la bondad, del intelecto y de la voluntad. Por eso, en una reconocida obra se dice: “La Trinidad Platónica, ella misma es un arreglo de trinidades anteriores utilizadas por otros pueblos en la antigüedad… La concepción del filosofo griego Platón (Cuarto Siglo antes de la era común), de La divina trinidad, también se encuentra en todas las religiones paganas de la antigüedad.”
En el capítulo 3, veremos cómo los exponentes de la “cristiandad” apóstata, que adoptaron como su dios, al dios trinitario, utilizaron como sustento de su doctrina los mismos argumentos de esta filosofía.
En el aspecto religioso, los griegos tenían una trinidad formada por Hades, Baco y Pan.
Contaban también con una diosa llamada Hécate, reina del Hades (mundo subterráneo de los muertos) y protectora de las brujas. Hécate es caracterizada como una trinidad de tres rostros. Estos rostros representan las diferentes etapas de la vida, así: la doncella, la madre y la anciana.
Hécate
También tenían un ídolo llamado Cerbero, el cual correspondía a un perro de tres cabezas que según ellos, guardaba las puertas del hades.
La Trinidad en Roma
Trinidad capitolina
“La primera triada venerada en Roma… fue una triada muy arcaica formada por Júpiter, Marte y Quirino. Estos tres dioses cada uno de los cuales poseía un flamen dedicado a su servicio personal, reflejan la ideología trifuncional que es el testimonio más tangible de la herencia indoeuropea en Roma. Ahora bien, en la segunda mitad del siglo VI antes de nuestra era, bajo la dominación de los reyes etruscos, apareció el culto de una nueva triada en el capitolio, compuesta por Júpiter Optimus Maximus, Juno Regina y Minerva… las dos diosas se veneraban junto con Júpiter, pero este último era dueño y señor en el capitolio.” Esa trinidad ha sido conocida como la triada capitolina.
El Capitolio es una de las siete colinas de Roma. Ese monte fue considerado como el centro de la vida cívica y religiosa de la Antigua Roma. La trinidad capitolina era considerada la guardiana de Roma, y por eso en el templo localizado en el monte Capitolio se almacenaban los documentos más importantes y algunos tesoros.
En el capítulo 3, veremos cómo esta antigua idea trinitaria influyó sobre la cristiandad apóstata, que finalmente adoptó como su dios a la trinidad.
La Trinidad en los Celtas
Los celtas Fueron una cultura que se instaló en la Europa centro-meridional aproximadamente por el siglo V a.C.
Los celtas tenían una diosa que era conocida como la diosa del fuego sagrado. Esta diosa era representada como una trinidad en hoja de trébol. Se desdobla como la diosa de la inspiración, la diosa del arte y del trabajo con metales, y la diosa de la sanidad y de la fertilidad.
La diosa del fuego de los antiguos celtas, sobrevive hoy con el nombre de Santa Brígida en la Iglesia Católica Romana
La “cristiandad” apóstata, que cayó en la desgracia de adorar al dios falso de la Trinidad, también ha usado el trébol como uno de los símbolos de su dios, demostrando así, que su adoración no va dirigida al Dios de la Biblia, sino al dios babilónico.
Aproximadamente por el año 432 d.C., llegó a Irlanda un monje católico llamado Patricio, quien les aseguró a los celtas de aquella región, que el dios trino de la Iglesia Católica Romana, era el mismo dios que ellos ya adoraban con otro nombre. De esa manera se valió del mismo ejemplo del trébol para justificar su argumento. En una página católica se dice:
“Por ejemplo, para explicarles acerca de la Santísima Trinidad, les presentaba la hoja del trébol, diciéndoles que así como esas tres hojitas forman una sola verdadera hoja, así las tres personas divinas, Padre, Hijo y Espíritu Santo, forman un solo Dios verdadero. Todos lo escuchaban con gusto, porque el pueblo lo que deseaba era entender.”
Incluso una reconocida escritora protestante y creyente en el dios de la Trinidad, afirma: “San Patricio empleo el trébol para ilustrar esta verdad. Como las tres hojitas unidas en un solo tallo forman un solo trébol, así las tres personas, distintas entre sí, forman el dios único”
La Trinidad en Siberia
Siberia (en ruso, Sibir, ‘El Norte’), es una extensa región que comprende la parte oriental de la región asiática de Rusia. Los paganos de Siberia adoraban a su “divinidad”, representada con tres cabezas, seis brazos y un cuerpo.
La Trinidad Entre los Mayas
“Los mayas del sur de México, Guatemala, Belice, etc, dejaron escritos y relatos como el Chicham Balam y el Popol-Vuh… La mayoría de los dioses mayas personificaban a las fuerzas de la naturaleza. Un dios universal creó todas las cosas y se le conocía como Hunab-Ku, creador del universo. Su esposa se llamaba Ix Axal Uch. Itzamná, su hijo, el progenitor de las ciencias y las artes, e inventor del calendario, la escritura jeroglífica y las tablas de la cronología maya. Itzamná era considerado como el primer dios.”
La Trinidad Entre los Aztecas
Los Aztecas Fueron una civilización precolombina que habito en México. La religión de los aztecas contiene elementos del periodo tolteca.
La trinidad de los aztecas estaba representada por Ometecutli, Omecihuatl y Quetzalcóatl.
“Ometecutli era la primera divinidad masculina y Omecihuatl la primera divinidad femenina. Quetzalcóatl era considerado el dios civilizador y creador, cuyo culto aparece en muchas regiones precolombinas y cuya representación más conocida es la “serpiente emplumada” que aparece que en Teotihuacán, ciudad teocrática del valle de México. Otros creen que sacó al hombre de su propia sangre. A Cortés lo confundieron con este dios, cuyo regreso se esperaba. Según algunos, Quetzalcóatl fue un maestro que mostró nuevas prácticas religiosas al pueblo e impartió conocimientos astronómicos.”
La Trinidad Entre los Incas
Los incas fueron una civilización precolombina que habitó especialmente en el Perú, Ecuador y Bolivia.
La trinidad inca, estaba conformada por Inti, Pacha Mama y Viracocha.
“Inti era la divinidad popular más importante, se adoraba en múltiples santuarios, para rendirle ofrendas de oro, plata y ganado, así como las llamadas vírgenes del Sol. Pacha Mama: “La Madre Tierra”, tenía un culto muy extendido por todo el imperio, puesto que era la encargada de propiciar la fertilidad en los campos. Viracocha al igual que su homónimo Quetzalcoatl, surgió del agua, creó el cielo y la tierra y la primera generación de gigantes que vivían en la oscuridad.”
La Trinidad Entre los Chibchas
Los chibchas fueron una civilización precolombina que habitó en Colombia.
La Trinidad de los chibchas estaba formada por Chiminigagua, Bachué y Bochica. Chiminigagua era el dios supremo de los chibchas, Bachué era el nombre que se le daba a la diosa madre (que según algunas versiones de la leyenda, al marcharse de su pueblo se convirtió en Chía, o la luna), y Bochica era el gran maestro y civilizador.
Y así hay centenares de trinidades en las diferentes mitologías paganas. Así ha vivido el mundo religioso contaminado por la idea pagana trinitaria.
La Nación de Israel es un Caso Único
A pesar de esta desastrosa experiencia de la humanidad, el Señor nuestro Dios, sostuvo su misericordia para con los hombres y manifestó su gloria en una nación de la descendencia de Abraham. La nación de Israel recibió “la adopción, la gloria, el pacto, la promulgación de la Ley, el culto y las promesas” (Romanos 9:4). Por esto se diferenciaba notablemente de las demás naciones, en el sentido de que todas se hundieron en el politeísmo y construyeron imágenes a sus dioses, mientras que Israel adoró al Uno, Sólo, Único e Indivisible Dios Verdadero, al que no se debía construir imagen alguna y quien es perfecto en santidad y atributos.
Con toda seguridad la trinidad es un duro golpe al estricto monoteísmo hebreo, y por lo tanto, un cambio con las enseñanzas de este. Esta es una enseñanza opuesta e incompatible con la Palabra de Dios y atenta nada menos que contra la creencia más central y fundamental del judaísmo que es la unidad y la unicidad de Dios. No existe ni un solo versículo del Antiguo Testamento en los que se dé a entender que Dios sea la unión de tres personalidades. Solo una mente afectada de una manera previa por la falsa idea trinitaria creerá que esta se encuentra en algunos versículos que nada tienen que ver con esta cuestión. Sin embargo, los versículos que enseñan el monoteísmo estricto, abundan en la palabra de Dios. Veamos sólo algunos ejemplos:
“Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y Amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.” (Deuteronomio 6:4-5).
“Ved ahora que yo, yo soy, Y no hay dioses conmigo; Yo hago morir, y yo hago vivir, Yo hiero, y yo sano; Y no hay quien pueda librar de mi mano.” (Deuteronomio 32:39).
“Por tanto, tú te has engrandecido, Jehová Dios, por cuanto no hay como tú, ni hay Dios fuera de ti, conforme a todo lo que hemos oído con nuestros oídos.” (2. Samuel 7:22).
“Todas las naciones que hiciste vendrán y adorarán delante de ti, Señor, y glorificarán tu nombre. Porque tú eres grande, y hacedor de maravillas; Sólo tú eres Dios.” (Salmos 86:9-10).
“Proclamad, y hacedlos acercarse, y entren todos en consulta; ¿quién hizo oír esto desde el principio, y lo tiene dicho desde entonces, sino yo Jehová? Y no hay más Dios que yo, Dios justo y Salvador; Ningún otro fuera de mí. Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay más. Por mí mismo hice juramento, de mi boca salió palabra en justicia, y no será revocada: Que a mí se doblará toda rodilla, y jurará toda lengua.” (Isaías 45:21-23).
Mientras que todo el mundo estaba contaminado por la adoración al dios trino, Israel contó con la revelación del Dios Único. Por eso, el Todopoderoso prohibió al pueblo de Israel establecer alianzas con las naciones paganas que pudieran conducirlo a la idolatría. Los trinitarios afirman que una de las muestras de la revelación original que el hombre recibió de parte de Dios, es que en todas las culturas existía el concepto de una trinidad, pero eso es simplemente ignorar lo que la Escritura enseña. Los paganos jamás pudieron tener mayor revelación de Dios, que la que tuvo el pueblo de Israel. Entre los paganos el concepto de la trinidad era bastante claro, pero en la revelación dada por Dios a Israel no se puede ver nada de eso.
En algunas ocasiones, el pueblo de Israel dejó a Jehová y buscó a los dioses falsos que conformaban a la trinidad, y fue grande su ruina.
“Después, los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová, y sirvieron a los baales. Dejaron a Jehová el Dios de sus padres, que los había sacado de la tierra de Egipto, y se fueron tras otros dioses, los dioses de los pueblos que estaban en sus alrededores, a los cuales adoraron; y provocaron a ira a Jehová. Y dejaron a Jehová, y adoraron a Baal y a Astarot.” (Jueces 2:11-13).
Baal y Astarot, eran nombres cananeos de los mismos dioses provenientes de Babilonia. Para los hebreos, Baal era el dios de confusión o el mismo diablo. Ellos llamaban “Astoret” a la esposa mitológica de Baal, con el objetivo de que la pronunciación sonara como boset, que en hebreo significa «oprobio» o «vergüenza».
La Biblia también menciona que ellos adoraron al otro miembro de esa trinidad llamado Tamuz.
“Me dijo después: «Vuélvete, verás que estos hacen aún mayores abominaciones». Me llevó a la entrada de la puerta de la casa de Jehová, que está al norte; y vi a unas mujeres que estaban allí sentadas llorando a Tamuz.” (Ezequiel 8:13-14).
El más grande de los pecados cometidos por el pueblo de Israel, fue dejar a Jehová e irse tras la adoración de los dioses de los pueblos que estaban a sus alrededores. Israel pecó adorando a la trinidad, y todas las veces que hicieron eso, Dios los desechó. ¿Por qué cometer ese mismo error el día de hoy? Nosotros debemos adorar al Dios Único y Verdadero que nos enseña la Biblia y debemos desechar a todos los dioses falsos, de los cuales el más prominente es la trinidad. Si alguien se llama cristiano pero adora a la trinidad, ha mentido. Sólo hay un Dios y su nombre es Jesús.
Objeciones de la Teología Trinitaria
La teología trinitaria ha levantado algunas objeciones contra los argumentos que hemos presentado en el presente capítulo. Por eso, dada la importancia que este asunto tiene para cualquiera que ande en busca de la verdad, vamos a proceder a dar respuesta a las mismas.
La Objeción de que la Denuncia Acerca de las Raíces Paganas de la Trinidad es Algo Nuevo
Algunos teólogos trinitarios han expresado a sus seguidores, que la denuncia de que la trinidad es un dios falso salido de babilonia, es algo relativamente nuevo, y de esa manera procuran restarle importancia a este argumento. Por ejemplo un escritor trinitario ha dicho:
“En los últimos 200 o 300 años los antritinitarios al unísono han argumentado que la Trinidad tiene su origen en creencias paganas. Ellos sostienen que varias nociones religiosas de culturas paganas influenciaron a los cristianos. Citan a los babilonios, los egipcios, los asirios, los hindúes y los budistas, y dicen que todos ellos tenían en su sistema de creencias triadas de dioses (o grupos de tres dioses), que eran los primeros en rango de una serie interminable de dioses.”
Sin embargo, nosotros podemos responder sin ningún temor a equivocarnos, que la denuncia de la trinidad como paganismo no es una cosa nueva. La verdadera iglesia cristiana siempre denunció al dios trinitario como un dios falso, incluso desde los mismos momentos en que la doctrina trinitaria comenzó a inmiscuirse dentro la “cristiandad” apóstata. Sin embargo, es evidente que en los últimos años se ha podido profundizar y escribir más acerca de este asunto, debido a dos razones fundamentales:
1) Durante la edad oscura, cualquiera que hablara en contra de la trinidad llevaba una amenaza de muerte por parte de la Iglesia Católica Romana. La inquisición católica asesinó a muchas personas que se oponían al dogma pagano de la trinidad y destruyó sus escritos. De la misma manera, las sectas neotrinitarias que nacieron de la reforma a la iglesia católica cometieron actos vergonzosos, tales como la reconocida ejecución de Miguel Servet por parte del prominente reformador Juan Calvino en el año de 1553. Incluso la inquisición de Ginebra miró con desconfianza a Casiodoro de Reina, el célebre traductor de la Biblia al idioma español, porque “cada vez que él paseaba delante del lugar de la hoguera de Servet se le saltaban las lágrimas.”
2) La arqueología es una ciencia relativamente nueva que nos brinda información para hablar de estas cosas. “La arqueología ofrece información sobre el pasado de pueblos y culturas anteriores a nosotros. Su tarea consiste en descubrir, registrar y estudiar sistemáticamente los testimonios que han prevalecido a lo largo del tiempo (documentos escritos, artefactos de la vida cotidiana, edificaciones y monumentos). El propósito de la arqueología no es demostrar, ni probar, ni defender la Biblia y sus enseñanzas, sino entenderla mejor. La arqueología arroja luz sobre el escenario histórico y cultural donde ocurrieron los acontecimientos.”
La Objeción de que el Asocio de la Trinidad con el Paganismo, Viene de la Versión de Alexander Hislop, que Presenta a Semíramis siendo la Esposa de Nimrod.
Alexander Hislop (1807-1865), fue un clérigo de la Iglesia Libre de Escocia, que escribió el famoso libro titulado Las Dos Babilonias, en el cual sostuvo que la antigua reina de Babilonia llamada Semíramis, fue verdaderamente la esposa de Nimrod (el fundador de la antigua Babilonia y su religión). Hislop, dijo además, que tras la muerte de Nimrod, su esposa Semíramis tomó el control de la política y la religión de Babilonia, dándole a éstas un mayor desarrollo. No obstante, no existen registros históricos precisos sobre el personaje de Semíramis, pero sí muchas leyendas antiquísimas que giran en torno a ella, por lo cual nadie puede estar seguro de que dicho personaje haya realmente existido; y en caso de que haya existido, no hay ninguna fuente confiable que la ubique en el tiempo de Nimrod y siendo la esposa de Nimrod.
En el siglo XX, otro hombre llamado Ralph Woodrow, basado en el libro Las Dos Babilonias de Alexander Hislop, escribió otro libro llamado Babilonia – Misterio Religioso Antiguo y Moderno. Mucha gente llegó a preferir el libro de Ralph Woodrow sobre el libro de Alexander Hislop, porque era más fácil de seguir y de leer, y rápidamente este libro fue traducido a muchos idiomas constituyéndose en un éxito de ventas; incluso muchas personas llegaron a confundir un libro con el otro. Pero Woodrow, confesó que el profesor de historia Scott Klemm le envió ciertas reflexiones en las que le demostró que Hislop no era un historiador confiable. Al revisar nuevamente el trabajo de Hislop, que era su fuente básica de información, y al acudir a todas las obras de referencia de Hislop y a muchas enciclopedias, se dio cuenta de que ninguna de ellas decía algo sobre Nimrod y Semíramis siendo marido y mujer, y además de que aquellos dos personajes ni siquiera pudieron haber vivido en el mismo siglo. También dice haberse dado cuenta de que todas las aparentes conexiones paganas entre la religión babilónica y el catolicismo romano (que Hislop relacionó en su obra), no eran tales. Por ejemplo, Hislop dijo que las hostias católicas son redondas, porque según el paganismo todas las hostias simbolizaban el culto al sol, pero Woodrow dice haberse enterado de que los paganos igualmente usaban otros panecillos rituales con otras formas, tales como las de animales, hojas, etc., por lo cual el argumento de Hislop sería inválido y no existiría una conexión verdadera. Por esta razón, Ralph Woodrow decidió escribir un nuevo libro al que tituló ¿La Conexión Babilónica? en el cual se retractó de muchas de las declaraciones de su antiguo libro Babilonia – Misterio Religioso al que decidió retirar del mercado.
Pero los excesos de Alexander Hislop, no niegan desde ningún punto de vista que los sistemas paganos antiguos estaban basados en “misterios” y que estos “misterios” provinieron del sistema religioso babilónico. Tampoco niegan que la Iglesia Católica Romana se apropió del sistema religioso pagano, y lo presentó con un nuevo ropaje “cristiano” para formar una religión híbrida entre paganismo y cristianismo, apartándose por completo de la fe bíblica original. Por esta razón, las falencias históricas de Alexander Hislop, no niegan desde ningún punto de vista que el antiguo culto a la diosa-madre de Babilonia se haya diseminado por el mundo y por la historia, ya que se puede demostrar muy fácilmente que la idea de una diosa-madre ha estado presente en todas las culturas.
Del mismo modo, tampoco es necesaria la asociación de Semíramis como la esposa de Nimrod, para rastrear los orígenes paganos de la Trinidad, pues también se puede demostrar (como se ha hecho en este trabajo) que desde Babilonia, pasó hacia todas las culturas la idea de tres dioses, que siendo tres, no eran tres sino uno. Aquí vale la pena aclarar que Alexander Hislop era trinitario, y que su obra no tuvo como objetivo presentar a la trinidad como una doctrina aberrante, sino que él se limitó a decir que las deidades trinas halladas en las diversas culturas del mundo, no fueron más que expresiones distorsionadas y corruptas de un deidad trina original y verdadera. Lastimosamente, Hislop no pudo comprender por completo, que la Biblia no habla por ninguna parte de ese dios en tres. Sin embargo, la obra de Hislop es interesante, en el sentido de que él reconoce que el concepto de la trinidad era claro en la religión idolátrica de Babilonia, al punto que las tres deidades en una, se representaban por medio de un triángulo equilátero, y que desde Babilonia el conocimiento de una trinidad llegó a ser universal en todas las naciones, llegando a infiltrarse incluso en una forma similar dentro del culto católico romano.
La Objeción de que Triada no es lo Mismo que Trinidad
La teología trinitaria argumenta que existe una gran diferencia entre los conceptos de trinidad y triada. Ellos aseguran que el término triada aplica muy bien a las religiones paganas, pero que no aplica al concepto “teológico” de la trinidad que ellos manejan. Dejemos que sea un mismo escritor trinitario el que nos explique este asunto.
“…debemos reconocer que es cierto que estas religiones tenían triadas de dioses, pero todas estas triadas eran constituidas por tres dioses separados, lo que es diferente a la doctrina de la Trinidad, que afirma que existe un solo Dios pero hay tres personas dentro de la deidad.
La diferencia entre los conceptos es tan grande que a uno se le llama politeísmo (creencia en varios dioses) y al otro se le llama monoteísmo.”
El asunto no es tan simple como lo plantea dicho escritor, porque aún cuando los paganos tenían tres dioses separados, ellos argumentaban que sus dioses no eran tres sino uno. Como esta declaración era algo ilógico, entonces se llegó a proclamar como uno de los misterios escondidos que debían aceptarse así no se entendieran, y se idearon símbolos para representar a ese dios, tales como el trébol, el triángulo equilátero, el número 666, y otros más.
Por otro lado, en la Biblia jamás se menciona que Dios sea tres personas. La diferencia en los conceptos es únicamente de pronunciación y no de significado. Triada y trinidad son términos usados para hablar disimuladamente de politeísmo.
Tertuliano se inventó el término trinidad a principios del siglo III, pero antes de él, algunos de sus correligionarios ya habían usado el término triada. Veamos la siguiente cita de un escritor católico:
“Los padres ponían en relación y como en tensión recíproca, por una parte la riqueza y la unidad divina, que llamaban la «monarquía divina», y por otra parte la realidad de las tres personas divinas, que ellos llamaban «la Santa Triada». Para evitar todo equívoco, forjaron una palabra nueva haciendo la síntesis de esas dos partes de la verdad: trinidad (del latín: trinitas), que está formada por el numérico tri- y por la palabra (u)nitas. Este término aparece en Tertuliano, que lo emplea libremente en el sentido de triada, pero definiéndola ya como tres personae, una substantia.”
La Objeción de que la Triada de los Filósofos Griegos es Diferente a la Trinidad Tripersonal
La “teología” trinitaria ha expresado que la trinidad que ellos predican no es la misma trinidad filosófica ni proviene de ella. La principal diferencia que según ellos se encuentra entre estas dos, es que la trinidad de los griegos es abstracta y no hace referencia a personas divinas, como sí lo hace la supuesta trinidad cristiana. Veamos algunas de esas declaraciones.
“…o la tríada establecida por Platón, de bondad, intelecto y voluntad –– los cuales no son ejemplos de una verdadera y propia tri-personalidad, ni personas reales a quienes podemos dirigirnos y adorar, sino solamente personificaciones de las facultades o atributos de Dios. Ninguna de estos sistemas tiene nada en común con la doctrina Cristiana de la Trinidad excepto la noción de “tríada.”
Pero si esto es así, entonces ¿por qué los trinitarios tempranos tuvieron que valerse de las mismas ideas de Platón – y de otros filósofos – al igual que de su mismo vocabulario cuando hablaron de la trinidad? La Enciclopedia Católica afirma que indudablemente estas personas se valieron del lenguaje filosófico para hacer más fácil la comprensión del supuesto misterio. Veamos:
“Expresiones como éstas, se deben indudablemente a la influencia de la filosofía Estoica: el logos endiathetos y logos prophorikos, eran concepciones habituales de aquella escuela. Es evidente que estos apologetas buscaban explicar la Fe Cristiana a sus lectores paganos en términos con los cuáles los últimos estaban familiarizados.”
Contrario a lo que nos dice esta enciclopedia, estos hombres no estaban explicando ninguna fe cristiana a sus lectores paganos, sino que estaban propagando doctrinas de error, mezclando cristianismo con filosofía. Esto preparó el camino para la aparición de grupos que aún cuando se llamaran cristianos, habían negado completamente la fe cristiana, adorando al dios falso de la trinidad.
En el capítulo 3, explicaremos con más profundidad como la filosofía pagana influyó sobre la cristiandad apóstata, hasta que esta adoptó al dios falso de la trinidad. La trinidad de la cristiandad apóstata y la de los filósofos griegos, están estrechamente relacionadas.
La Objeción del Tiempo de Aparición
Algunos trinitarios han dicho que dado que las distintas trinidades de las diferentes civilizaciones y culturas aparecieron en épocas tan distintas, e incluso muchas de ellas, después de que la trinidad fue oficializada como el dios del imperio romano, es imposible que estas hubieran afectado la decisión que se tomó en Roma. Veamos el siguiente comentario:
“Además, las triadas de dioses que los antritinitarios mencionan presentan dos problemas: uno es que datan de tiempos muy lejanos a la aparición del cristianismo – o datan de mucho tiempo antes o surgieron mucho más tarde en la historia que el cristianismo –… Evidentemente estos ejemplos… datan de muchos siglos antes o después del surgimiento del cristianismo, y muchos siglos después de que la Trinidad se oficializó en la religión del imperio romano”
Es verdad que muchos de los ejemplos planteados, datan de muchos siglos antes o después de que la cristiandad apóstata de Roma adoptó a la trinidad como su dios. Pero también es cierto que en ese mismo momento, en Roma existía la trinidad capitolina de la cual hablamos previamente. También existían las escuelas donde se estudiaba a los filósofos griegos que influyeron en esa decisión. Además, el hecho de que la idea trinitaria se haya mantenido durante todos los tiempos y en todas las culturas, pero que no se diga nada de ella en la Biblia, es una demostración de que el mundo sin Dios, está leudado con la levadura del pecado que recibió de Babilonia.
La Objeción del Distanciamiento Geográfico
Otra de las objeciones que plantean los trinitarios, es que la idea trinitaria de ciertas civilizaciones no pudo influir en la decisión tomada en Roma, porque esas civilizaciones estaban bastante alejadas de aquella zona geográfica. Un escritor trinitario dice:
“y el otro problema es que muchas, geográficamente, surgieron en zonas tremendamente apartadas de la región donde el cristianismo nació a la existencia… Evidentemente estos ejemplos… están alejados geográficamente del mediterráneo”
Es cierto que muchas naciones no pudieron influir directamente sobre la decisión tomada en Roma, porque se encontraban alejadas de aquella zona geográfica. Sin embargo, tanto la cristiandad apóstata de Roma, así como las demás culturas y civilizaciones paganas, sí tuvieron la influencia de Babilonia, porque todas las naciones han bebido del vino de su contaminación. Este argumento trinitario, en lugar de desvirtuar lo que hemos mencionado, lo que hace es darle más peso a nuestra exposición.
La Objeción de las Otras Doctrinas
La teología trinitaria afirma que en las religiones paganas también existían enseñanzas que aparecen en la Biblia, y que por esa razón no se debe rebajar a la trinidad a la categoría de pagana. Un escritor trinitario lo expresa así:
“Ahora, siempre en el tema de que la Trinidad es pagana, en muchos pueblos paganos se enseñaba el concepto de un gran diluvio que eliminó gran parte de la humanidad. También se tenía el concepto de una figura mesiánica (Tammuz) que murió y fue resucitado.
Teniendo en cuenta esto, si vamos a emplear el mismo método erróneo de razonamiento de los antitrinitarios, podemos decir que la creencia en el diluvio, la creencia en un Mesías, y la creencia en la resurrección del Mesías, Jesús, son paganas, porque los paganos enseñaron estas cosas antes que los cristianos.
El sentido común nos indica que eso es incorrecto, como es incorrecto tildar de pagana a la doctrina de la Trinidad.”
“Otra cosa que tira por tierra el argumento de Clavijo, quien llama a la Trinidad una doctrina diabólica y reclama que las tríadas paganas eran una corrupción de la unicidad de Dios, es el número de dioses que integraban estas “trinidades.” ¿De dónde obtuvieron los paganos el concepto de tres? ¿Por qué no cuatro o cinco? Si el diablo fue el que fomentó esta distorsión, es evidente que es lo suficientemente inteligente como para crear el falso concepto más aproximado a la realidad del Dios trino que él conoció desde un principio. Si su invención hubiera consistido de cuatro, cinco o más dioses, los antitrinitarios modernos no podrían usar estos argumentos que los cristianos [aquí se refiere a los trinitarios] confrontamos hoy. Claramente, el enemigo anticipó este tipo de argumentos que hoy son enarbolados por los herejes de todos colores”
Para responder a esta objeción, debemos confesar que es cierto que la falsa religión siempre ha intentado imitar a la verdad. En su afán de imitar a la creencia auténtica, ha tomado algunas verdades y las ha pervertido, desdibujando así la enseñanza original presentando una vulgar imitación.
“Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras.” (2. Corintios 11:14-15).
Así, para poder discernir entre lo que es imitación y lo que es verdad, debemos amar, conocer y obedecer lo que enseña la Escritura.
¿Habla la Escritura sobre el diluvio? Claro que sí, esa es una enseñanza bíblica. Sin embargo debemos creerla como lo dice la Biblia y no como lo han enseñado las religiones paganas.
Por ejemplo, los Chibchas, que habitaron en Colombia, tenían su propia historia del diluvio. Una enciclopedia la redacta de la siguiente manera:
“Bochica, en la mitología de los indios chibchas, héroe enviado por el dios creador Chimichagua para llevar la cultura a los chibchas, es decir, al género humano.
Llegó del Este y enseñó a los antepasados de los chibchas las leyes y la industria manufacturera. Una vez concluida su misión se marchó hacia el Oeste. Entonces una mujer incitó a los hombres para que abandonaran las estrictas enseñanzas y se entregaran a la lujuria. Bochica volvió y la convirtió en lechuza. Ésta, para vengarse, recurrió al dios Chibchacum, que mandó un diluvio sobre las tierras de los chibchas. De nuevo volvió Bochica con un arco iris cuyos rayos secaron las aguas. Chibchacum fue castigado a morar en el mundo subterráneo sujetando el mundo sobre sus hombros.”
La Biblia habla del diluvio, y en todas las civilizaciones también se ha hablado del diluvio. Sin embargo hay grandes diferencias entre el relato bíblico y los relatos del diluvio presentes en las demás culturas. Si somos unos verdaderos cristianos ¿Cuál relato debemos creer? ¿El relato bíblico o los relatos de las religiones paganas? Por supuesto que debemos creer a la verdad de la Biblia. Los relatos del diluvio presentes en las culturas paganas están plagados de mitología, pero la Biblia presenta la verdad no adulterada.
De igual manera, la Biblia enseña el concepto de Dios y afirma que hay un solo Dios. La Biblia enseña el monoteísmo estricto. Sin embargo al investigar en las falsas religiones, podemos observar que ellas degeneraron el concepto de Dios, crearon una familia de dioses, y luego para tratar de “armonizar” sus mentiras con el monoteísmo bíblico, aseguraron que esos dioses siendo tres no eran tres sino uno. Cuando aparecieron más dioses, entonces afirmaron que como todos provenían de una misma sustancia divina, eran por tanto parte de la misma divinidad. Acomodaron amañadamente su politeísmo, y afirmaron que se trataba de monoteísmo. Los paganos afirmaron claramente que sus tres dioses no eran tres sino uno, pero usted jamás encuentra en la Biblia una expresión semejante, usted jamás podrá encontrar que la Biblia diga: “un Dios en tres personas” o “tres personas en una sustancia”.
Al revisar juiciosamente en toda la Escritura, uno puede darse cuenta que ella habla por todas sus páginas acerca de un solo Dios. De uno y nada más que de uno. Entonces ¿A quién le creeremos? ¿A la Biblia o a la falsa religión? La Biblia dice que Dios es uno, pero la falsa religión enseñó que habían tres que siendo tres no eran tres sino uno. La Biblia dice: “oye Israel, el Señor nuestro Dios el Señor uno es”, pero la falsa religión ha dicho: “tres personas distintas y un solo Dios verdadero”. La Biblia enseña la verdad acerca de Dios y dice que Dios es uno. La falsa religión también ha enseñado el concepto de Dios, pero lo ha desdibujado al argumentar que existen tres, que son completamente distintos el uno de los otros, pero que sin embargo, no son tres sino uno. La idea de una trinidad no provino del pueblo de Israel, ni del verdadero Cristianismo. Esta idea era un rasgo significativo de las religiones paganas y de la filosofía existente antes de la Era Cristiana.
Querer sostener que, ya que Satanás difundió la idea de tres en uno por todas las culturas, hace de por sí a las ideas paganas de la trinidad una imitación muy aproximada de la realidad, es una falacia tan grande como argumentar que cuando Satanás inventó la idea de la diosa reina de los cielos y la difundió por todo el mundo, que entonces esa idea es de por sí una imitación muy aproximada de una realidad que demostraría que en efecto hay una verdadera diosa acompañando a Dios. Pero nosotros sabemos por la Biblia, que solo hay un Dios. Si aceptáramos que todos los inventos de Satanás introducidos en la falsa religión, son imitaciones muy aproximadas de la realidad, entonces tendríamos que concluir que el politeísmo es una aproximación de la realidad, o que los dioses mitad hombre – mitad animal son una aproximación de la realidad que Satanás conoció cuando estuvo en los cielos. Debido a que Satanás no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él, y es astuto en propagar mentiras, al punto que la Biblia lo llama padre de mentira (Juan 8:44), entonces la manera precisa para poder destruir sus mentiras, es conociendo bien la verdad que está confesada en la Biblia.
En mi opinión personal, los paganos le dieron prelación al concepto de tres en uno (y no de cuatro, o de cinco en uno), porque la trinidad está asociada con la marca de la bestia, es decir con el número seiscientos sesenta y seis (666), tal como lo vimos anteriormente en representaciones paganas asociadas con la trinidad. Recordemos que los dioses paganos fueron concebidos como si fueran seres humanos con poderes extraordinarios. El número de los seres humanos es el 6, y tres 6 en uno, da 666. (Apocalipsis 13:18). Estas deidades paganas se diferencian del Dios de la Biblia, en que Él no es presentado como un hombre-superpoderoso, sino como el Espíritu, siendo el único espíritu que tiene los atributos de eternidad, omnisciencia, omnipresencia y omnipotencia. El término “espíritu” (en hebreo ruach, en griego pneuma) no se puede asociar a un hombre con poderes extraordinarios, y no se puede limitar a las características masculinas ni femeninas.
“Ahora, pues, temed a Jehová, y servidle con integridad y en verdad; y quitad de entre vosotros los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres al otro lado del río, y en Egipto; y servid a Jehová. Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová.” (Josué 24:14-15).
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