En pueblo tenía un cementerio muy tenebroso, de esos dignos de aparición cinematográfica, donde se podían oír ruidos tenebrosos todas las noches. En este pueblo existía una leyenda sobre la mujer abandonada, que dice así.
Era una mujer que muchos pensaban estaba penando alrededor del pueblo, pues contantemente lloraba llamando a su esposo, a quien había perdido tiempo atrás luego de haber padecido una rara enfermedad. Muchos decían que ella no permitía el descanso de su esposo.
Pero un buen día ella desapareció, en el pueblo decían que se había ido tratando de huir del dolor. De todo lo ocurrido aquí, lo cierto es que todas las fechas conmemorativas al fallecimiento de su esposo se lograba ver a la mujer cerca de la tumba, pero cuando trataban de acercarse a ella para hablarle la imagen se desvanecía en cuestión de segundos.
Fue el momento entonces en el que la gente empezó a temerle, tanto a su aparición como a su desaparición inexplicable. Cada vez que la veían la gente corría despavorida debido al miedo que les causaba. Se preguntaban si ella también falleció y es un ánima, le hacían misas, ponían velas buscando su partida hacia la luz.
Hasta que un día, alguien foráneo que solo estaba de visita y caminaba por el lugar, la observó, le ofreció ayuda, y ella así sin más aceptó su ayuda para que se cambiara de ropa, comiera y de esa misma manera inexplicable volvió a desaparecer.
Desde entonces no se sabe nada de de ella, ni de su misterioso paradero ¿Dónde estará?, es la pregunta que todos se hacen.
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