sábado, 11 de marzo de 2017
La Niña Que No Envejecía: La Historia Real de la Huérfana
Muchos de nosotros hemos visto la película la huérfana, y
pensado que fue una historia de ficción, alejada de la realidad. Pero qué
pasaría si hoy mismo descubres que esta película tiene algo de verdad, que fue
una historia real, y peor aún, que la realidad en este caso supera la ficción.
hace no muchos años, en Mayo del 2007, la policía Checa de
Kurim recibió un aviso de un hombre quien decía haber interceptado mediante un
monitor infantil utilizado para ver y controlar a su bebe, una espeluznantes
imágenes provenientes de la casa de sus vecinas.
En las imágenes se podía observar a dos niños pequeños,
desnudos y en un estado higiénico muy deplorable, dentro de una pequeña jaula.
Los niños parecían tener signos de maltratos y torturas por eso la policía
inmediatamente entro en acción y a la fuerza entro a la casa donde se
sospechaba había ocurrido el suceso.
Al entrar a la casa, se encontraron con dos mujeres que
habitaban allí, las cuales no querían permitirles entrar al sótano. Sus nombres
eran Klara Mauerova y su hermana Katerina Mauerova, que fueron sacadas de la
casa a la fuerza por los policías, que acto seguido descendieron hacia el
sótano, donde encontraron a una pequeña niña en un estado lamentable, llorando
y pidiendo a gritos su ayuda. Detrás de ella una jaula y la escena más horrible
y grotesca que jamás habían visto en sus vidas.
Antes de continuar con el relato debemos conocer un poco a
estas dos hermanas. Klara Mauerova desde muy pequeña presentaba signos de
esquizofrenia paranoide, y su hermana Katerina también tenía algunos signos de
esquizofrenia, y obedecía a su hermana en todo lo que ella decía, ya que sufría
de un carácter débil y tímido.
De grande Klara, se fue a vivir con un novio que tenía en
ese entonces, pero él la dejó sola y con dos hijos a los cuales criar. Por su
gran soledad y por entrar en una depresión muy fuerte, invitó a su hermana
Katerina a vivir a su casa, la convenció, ya que su poder de manipulación era
muy grande.
Luego de unos meses conocieron a Barbora Skrlová, que tenía
33 años y estudiaba en la mima universidad de Katerina. Barbora tenía el cuerpo
y el aspecto de una niña de tan solo trece años de edad, debido a una
enfermedad muy rara, pero lo que más asustaba de ella era su comportamiento
psicópata, manipulador y ruin, que escondía tras una imagen inocente de una
pequeña niña.
Las tres se hicieron muy buenas amigas, y al tiempo
comenzaron a vivir juntas, pero las hermanas Mauerova no sabían que Barbora,
había estado recluida en un centro psiquiátrico después de que había engañado a
una familia para ser adoptada, fingiendo ser una pequeña niña.
Barbora también sufría de bipolaridad, lo que la hacía a
veces actuar como una niña de 10 años y luego volver a actuar como la adulta
que era. Después de estar mucho tiempo viviendo con las hermanas y con los dos
niños de Klara, comenzó a tener celos de ellos y de la atención que recibían.
Por eso comenzó a manipular a Klara, haciendo que se ponga en contra de sus
propios hijos, y convencerla de encerrarlos en una jaula.
Los niños fueron encerrados desnudos en el sótano, y fue
entonces cuando comenzaron las torturas. Quemaban a los niños con cigarrillos,
los golpeaban, les daban choques eléctricos, y los dejaban allí, llenos de
suciedad y sin ninguna cobija para pasar el frio. Debes en cuando los limpiaban
como a animales arrojándoles baldes de agua fría. Lo peor fue cuando a la
siniestra mente de Barbora, se le ocurrió alimentar demasiado a los niños para
que engorden, inspirada en la bruja de Hansel y Gretel.
Cuando los niños ya estaban más obesos, decidieron entre las
tres cortar la pierna de uno de ellos, mientras Barbora y Katerina sostenían al
niño, Klara con un cuchillo afilado cortaba pedazos de carne entre gritos de
horror de ambos niños, para luego dividirlo y comerlos frente a ellos.
Este proceso caníbal continuó por meses, hasta que a Barbora
se le ocurrió una nueva idea. Decidió comprar una cámara infantil, para
monitorear a los dos niños, esto fue su peor error, ya que aquí es cuando uno
de sus vecinos intercepta la transmisión y ve lo que estaba ocurriendo.
Continuamos con el relato que dejamos al principio, donde
los policías habían bajado hacia el sótano para encontrarse con un lugar
horrible, asqueroso, que emitía un olor pútrido. El piso estaba pegajoso y
había manchas de sangre en la paredes, el olor a heces fecales y a orina era
insoportable. Los niños tenían heridas muy profundas en carne viva, algunas
heridas casi llegaban a sus huesos.
Frente a la jaula estaba Barbora, que corrió hacia los
policías pidiendo ayuda, diciéndoles que su nombre era Anika y que había sido
adoptada por Klara y Katerina, y que ella también era una víctima.
Las autoridades la llevaron a un hogar para niños, del que
desapareció en algunas pocas horas, los niños fueron llevados a emergencias,
lamentablemente uno de ellos murió. Al inicio del juicio las hermanas aun defendían
a Barbora, argumentando que su nombre era Anika, y que la habían adoptado. Pero
con el tiempo se quebraron y comenzaron a culpar a Barbora, a quien acusaban de
haberles lavado el cerebro.
Pasó un año y al fin encontraron a Barbora, quien ahora era
Adam, un niño genio de 14 años que se había hecho adoptar por una familia.
Cuesta imaginarse a la madre adoptiva del supuesto Adam
cuando los policías se dirigieron hacia su casa y le contaron que su hijo obeso
de 14 años es en realidad era una mujer de 36 canibal y profuga de la justicia.
En el transcurso del juicio, las hermanas señalaron a
Barbora como autora intelectual del crimen, y fueron condenadas junto a ella a
doce años lo cual mucha gente se quejó, por dicha decisión, diciendo que
merecían muchos años más de castigo.
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