jueves, 9 de marzo de 2017
El Extraño Caso De Jenny Fry
Jenny Fry tenía 15 años y sufría una rara enfermedad no muy
conocida: hipersensibilidad electromagnética (EHS, por sus siglas en inglés).
Su vida se había convertido en una pesadilla y tomó la decisión más drástica:
suicidarse. Su cuerpo fue encontrado colgando de un árbol cerca de su casa en
Chadlington, Oxfordshire, en el Reino Unido.
Según sus padres, su extraño padecimiento le provocaba una
vida insoportable. El WiFi era su principal tortura. Argumentaron que Jenny
tenía "alergia" a ese tipo de conexión a internet. Y los síntomas
aumentaban cuando estaba en una zona con red inalámbrica. Fue por eso que en su
hogar desconectaron los dispositivos que pudieran provocarle una aceleración en
su EHS. Esta le provocaba interminables dolores de cabeza, problemas de vejiga
y cansancio permanente.
Esta supuesta "reacción alérgica" era provocada
por las ondas electromagnéticas según explicaron sus padres. Denunciaron que en
el colegio de Jenny, el Chipping Norton School, no se tomó ninguna medida
preventiva. Su madre declaró ante la Corte de Oxfordshire que su hija comenzó a
padecer de EHS en noviembre de 2012. Desde entonces su vida se volvió una
pesadilla.
"Jenny estaba sintiéndose enferma y yo también. Hice
algunas investigaciones y encontré cuán peligroso podía ser el WiFi, por eso
decidí sacarlo de mi hogar. Ambas estábamos bien, pero Jenny continuaba
sintiéndose enferma en algunas áreas de su colegio. Estaba teniendo muchas
interrupciones, no por ser disruptiva o por mal comportamiento, sino porque a
menudo solía irse de clase para encontrar otro lugar donde podía trabajar",
manifestó Debra a los investigadores.
Según su relato, cuando conversó al respecto con el
responsable del Chipping Norton School -Simon Duffy- la respuesta dada por él
no fue la esperada. Le replicó que no había comprobación de que una conexión
WiFi provocara algún tipo de alergia. "La seguridad de nuestros
estudiantes mientras están en el colegio es de suma importancia y la seguridad
de Jenny en el colegio era tan importante como la de cualquier otro",
manifestó Duffy.
"Intento hacer una campaña para advertir de los
peligros del WiFi. No estoy en contra de la tecnología, pero siento que las
escuelas deberían estar alertas de que algunos alumnos podrían ser sensibles y
así reducir su uso", agregó Debra.
La Corte no quiso ser determinante en el caso. Darren Salter
expresó que no hubo notas médicas que indicaran que la joven padecía de EHS.
"Creo que el WiFi mató a mi hija", indicó la mujer en declaraciones
recogidas por Daily Mail. "Estaba frustrada con el colegio. No vio a un
médico pero sí a un consejero en el colegio que la estaba ayudando. No hizo
ninguna sugerencia de que fuera a cometer suicidio y creo que pidió
ayuda", concluyó.
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