Era una niña de 8 años la cual ha
esta le gustaba mucho los gatitos, ella les daba demasiado amor, pero
en donde ella vivía se dice que aparecían cosas muy extrañas ya
que se escuchaban pisadas y de vez en cuando olía la casa a azufre,
esto era consecuencia de que su abuelita echaba las cartas ya muy
noche.
Un día la niña se encontraba jugando
con su gatito amarillito cuando de pronto se dio cuenta que el
ambiente cambio muy intenso , pero esta niña no hizo caso y siguió
jugando con su gatito, pues este animalito se encontraba muy
inquieto, enojado y a ala ves muy asustado la niña cuando se
encontraba jugando con su mascota.
Ella y el animal se miran fijamente,
cuando la niña noto que había una especie de silueta en los ojos
del gato, ella no le toma la forma, hasta que de repente vio la
figura de Satanás, voltio asía atrás de ella y no había nada,
pues la niña volvió a fijarse en los ojos del gato y está ahí de
nuevo la silueta de Satanás, era un hombre muy grande con cuernos
torcidos asía a delante, con un trincho muy grande en ese momento la
niña soltó el gato y se fue corriendo pues aparte de verlo olía
demasiado a azufre ella lloraba del susto con su abuelita contándole
lo sucedido, ya que su abuela va por su botella de agua bendita y
empieza a orar y ungir la casa,
Pues cada vez que ella echaba las
cartas a media noche dejaba que las puertas de la oscuridad se
abrieran.
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