domingo, 11 de octubre de 2020
La Verdadera Historia de Thor: el Macabro Dios Nórdico No Es Como Lo Pinta Marvel
Los dioses de las
mitologías antiguas del mundo no son como los vemos en el cine. Odín
no es un dios misericordioso que se parece a Anthony Hopkins y Thor
no es un hombre rubio, fornido y benevolente que ama a la humanidad y
es un justiciero intergaláctico. No. El dios del trueno es muy
distinto a como lo pintan los cómics y las películas de Marvel.
Cuando Jack Kirby,
Larry Lieber y Stan Lee crearon a “El poderoso Thor” para que
debutara en el año 1962, en el número 83 de Journey into Mystery,
dieron vida a una versión en el que el dios nórdico era un
superhéroe, enamorado de una humana y que llegó a la Tierra como
castigo de su padre, para darle una lección de humildad, haciéndose
pasar por un estudiante de medicina llamado Donald Blake.
En el cine, la
historia es similar. La sed de guerra de Thor contra los gigantes de
Jötunheim pone en riesgo la paz, y su padre lo envía a la Tierra
como castigo, separándolo de su martillo mágico, Mjölnir. El día
que pueda levantarlo de la tierra, volverá a ser digno de su poder.
Hoy en día, todo el
que piensa en Thor inmediatamente piensa en este rostro.
Pero la realidad es
muy diferente. El verdadero Thor, el de la mitología nórdica y
germánica, es un ser extremadamente violento, bruto, rudo y con una
constante sed de sangre, en especial de sangre gigante. No obstante,
esto no quiere decir que sea considerado un villano. Para nada. Era
un héroe guerrero que salvó a la humanidad en más de una ocasión,
pero a su vez disfrutaba de asesinar todo a su paso, siempre y cuando
lo hicieran enojar.
El verdadero origen
de Thor y su familia
Las diferencias del
Thor de Marvel con el de la mitología comienzan en su origen. Thor
es hijo de Odín, pero no de Frigg, quien en realidad es su madrastra
y, a su vez, madre de sus medios hermanos Baldr y Höðr. La
verdadera madre de Thor es Jörð, una jötunn (o gigante)
considerada como la personificación de la Tierra. Thor tiene sangre
de gigante corriendo por sus venas, pero no por eso deja de odiarlos,
y por si fuera poco, Thor no es rubio, es pelirrojo y siempre lleva
una barba larga y frondosa.
Thor en realidad es
pelirrojo y lleva una barba larga y frondosa.
Loki tampoco es
hermano adoptivo de Thor. El dios de las travesuras es hijo de los
gigantes Farbauti y Laufey, descendientes directos de Ymir, el primer
gigante, pero se mezcló con los dioses y se relacionó tanto con
Odín que lo llegó a considerar su hermano, hasta que ayudó a
asesinar a su hijo Baldr. Loki es una figura clave en la mitología
nórdica, porque se unirá a los gigantes para combatir contra los
dioses en el Ragnarok, el verdadero Ragnarok, una especie de
apocalipsis nórdico que es muy diferente al que vimos en la
película.
Mientras Hela se
presenta como la hija mayor de Odín en las películas de Marvel, en
la mitología nórdica Hel es hija de Loki, al igual que el lobo
Fenrir (que también aparece en Thor: Ragnarok), el caballo de ocho
patas Sleipnir, el cual cabalgaba Odín y, más importante, también
es padre de Jörmundgander, la serpiente del mundo, o serpiente de
Midgard, una víbora gigantesca que fue condenada a vivir atrapada en
el mar que rodea Midgard (el mundo de los hombres) hasta el fin de
los tiempos.
Otra de las
diferencias más importantes de la familia de Thor entre Marvel y la
mitología es que Sif, presentada como una guerrera leal a Thor en
las películas, en realidad es su esposa, y con ella tiene dos hijos:
Modi y Thrud, aunque tiene un tercer hijo llamado Magni al tener un
amorío con una gigante llamada Jarnsaxa.
Mjölnir no es su
único objeto mítico
El martillo Mjölnir
es famoso en todo el universo Marvel, por ser el que le otorga al
dios del trueno su habilidad de invocar y disparar rayos y volar.
Pero en realidad, Thor tiene tres objetos mitológicos que lo dotan
de poder. Uno de ellos es su cinturón (llamado megingjǫrð), que le
otorga una fuerza sin comparación. También tiene guantes de hierro
(Járngreipr) que lo hacen invencible en el combate cuerpo a cuerpo
y, por último, su martillo.
Mjölnir, según la
poesía islandesa llamada Edda prosaica, publicada en el siglo XIII,
fue forjado por dos enanos hermanos llamados Sindri y Brok, tras
perder una apuesta con Loki. El martillo, también descrito como un
garrote en ciertos textos antiguos, tenía el poder mágico de
golpear tan fuerte como Thor lo quisiera, pudiendo destruir montañas
o cualquier cosa, todo para proteger la superioridad de los dioses.
Al igual que en las
películas de Marvel, Thor podía arrojar el martillo y este siempre
acertaría su objetivo y siempre regresaría a él.
El martillo no le
permitía a Thor volar, pero para eso tenía un carruaje volador que
era tirado por dos machos cabríos, llamados Tanngnjóstr
(rompedientes) y Tanngrisnir (crujidor de dientes).
Thor el asesino de
gigantes
Como mencioné al
comienzo de estas líneas, Thor no era un héroe justiciero, amoroso
y bondadoso, como lo presentan en las películas. Thor, en la
mitología nórdica, era el dios del trueno, el hacedor de tormentas
y, más importante, el mayor protector de Asgard.
Como guerrero, Thor
parecía invencible y arrasaba con todo a su paso. Hay varias
historias de sus batallas épicas con los jötunn, pero comenzaremos
hablando de sus machos cabríos. Sí, esos que conducían su carro
volador.
Tanngnjóstr y
Tanngrisnir eran cabríos mágicos e inmortales. Su habilidad, además
de llevar a Thor a donde quisiera, era alimentarlo. El dios nórdico
podía cocinarlos y comérselos, para después juntar sus huesos y
revivirlos usando su martillo. Eso sí, siempre y cuando no se dañen
sus huesos. Una vez, se quedó a dormir en la casa de unos campesinos
y, cómo no, cocinaron a esos pobres animales que día tras día
sufrían ese destino. Sin embargo, uno de los hijos del campesino
rompió uno de los huesos para comerse el jugo en su interior. Thor
estuvo a punto de matarlos a todos, pero solo aceptó no hacerlo si
los dos hijos del campesino se convertían en sus esclavos para
siempre.
Thor se disfraza
para hacerse pasar por Freyja ante el rey de los gigantes y Loki se
burla.
Esclavizar personas
y matar una y otra vez a sus cabríos no es lo único que hace a Thor
macabro. El dios del trueno gozaba de matar gigantes, y hay varias
historias de sus batallas que así lo cuentan.
Su batalla con el
gigante Hrungnir es una de ellas, y tiene todo lo que podemos esperar
de una historia de vikingos: carreras, borracheras, insultos y un
duelo mortal. Hrungnir era el jötunn más valiente y poderoso de
todos. Odín lo visitó en Jötunheim y lo retó a una carrera hasta
Asgard, la cual ganó el dios de un solo ojo. Una vez en Asgard,
Hrungnir aceptó celebrar un banquete con los dioses, y cuando el
gigante se emborrachó empezó a decir que, si quisiera, podría
matar a todos los dioses, con la excepción de las diosas Frigg y
Sif, a quienes se llevaría consigo a Jötunheim como “premio”.
La matanza de Thor
en Jötunheim comienza con una anécdota que parece salida de las
películas de Marvel.
Los dioses se
cansaron de escuchar sus ofensas y llamaron a Thor, quien al llegar
estuvo a punto de matarlo pero Hrungnir le dijo que no tendría el
valor de matarlo si estuviera armado, retándolo a un duelo cerca de
Jötunheim. Una vez allí, Thor le arrojó Mjölnir y destruyó la
cabeza del gigante en pedazos, matándolo en el acto.
Mi historia favorita
comienza en un día que Thor despierta y alguien le ha robado su
martillo. En la mitología nórdica, no solo Thor puede levantar
Mjölnir, por lo que se lo robaron mientras dormía.
Thor estaba tan
molesto que Loki escuchó sus gritos de ira, y se ofreció a ayudarlo
a recuperar su martillo. La sospecha, por supuesto, caía en los
gigantes, por lo que Loki voló a Jötunheim donde Thrymr, rey de los
gigantes, confesó haber robado su martillo y dijo que su precio para
devolverlo era que convencieran a la diosa del amor, Freyja, de que
se casara con él.
La diosa, como era
de esperarse, no aceptó, pero a Heimdal, hijo de Odín y dios
guardián, se le ocurrió una idea que parece salida de la película
Thor Ragnarok: Thor se disfrazaría de Freyja y Loki de su sirvienta
para engañar a Thrymr y así recuperar el martillo, idea que no le
gustó al principio al dios del trueno pero, en su desespero por
tener Mjölnir de vuelta, aceptó hacerlo.
Thor y Loki
volvieron disfrazados a Jötunheim y Thrymr hizo un banquete para
celebrar la boda.
Thor, ni corto ni
perezoso para comer, devoró un ciervo entero y mucha más comida, lo
que sorprendió al rey gigante. Loki tuvo que excusarlo diciendo que
la novia no había comido durante ocho días porque estaba ansiosa de
conocerlo, y el gigante creyó la mentira. Tras buscar Mjölnir para
cumplir con su parte del trato, Thor se desenmascaró, sujetó el
martillo y asesinó a todos los gigantes que se le atravesaron,
incluyendo al rey Thrymr. Es, en la mitología nórdica, la mayor
masacre que vivió Jötunheim, a mano de un dios rencoroso, vengativo
y sangriento.
El verdadero
Ragnarok ocasiona la muerte de Odín y la de Thor. El dios de un solo
ojo muere devorado por el lobo Fenrir, hijo de Loki, cuya mordida
“alcanzaba del cielo al mar”, aunque el lobo después murió a
manos de Viðarr, también hijo de Odín.
Thor, en cambio,
muere luchando contra su mayor enemigo: la serpiente Jörmundgander,
el único rival al que se había enfrentado en dos ocasiones
anteriores y no había podido derrotar (o, mejor dicho, asesinar).
Thor lucha a muerte contra la serpiente y la mata con un martillazo,
pero el veneno de Jörmundgander también ocasiona la muerte del dios
del trueno.
La historia que
Marvel dio a Thor es noble, heróica y fascinante, pero contradice
casi por completo a la verdadera historia del personaje mitológico,
un ser que vivía solo para luchar con los que consideraba enemigos
de Asgard, y matarlos.
Mientras Hela se
presenta como la hija mayor de Odín en las películas de Marvel, en
la mitología nórdica Hel es hija de Loki, al igual que el lobo
Fenrir (que también aparece en Thor: Ragnarok), el caballo de ocho
patas Sleipnir, el cual cabalgaba Odín y, más importante, también
es padre de Jörmundgander, la serpiente del mundo, o serpiente de
Midgard, una víbora gigantesca que fue condenada a vivir atrapada en
el mar que rodea Midgard (el mundo de los hombres) hasta el fin de
los tiempos.
Otra de las
diferencias más importantes de la familia de Thor entre Marvel y la
mitología es que Sif, presentada como una guerrera leal a Thor en
las películas, en realidad es su esposa, y con ella tiene dos hijos:
Modi y Thrud, aunque tiene un tercer hijo llamado Magni al tener un
amorío con una gigante llamada Jarnsaxa.
Mjölnir no es su
único objeto mítico
El martillo Mjölnir
es famoso en todo el universo Marvel, por ser el que le otorga al
dios del trueno su habilidad de invocar y disparar rayos y volar.
Pero en realidad, Thor tiene tres objetos mitológicos que lo dotan
de poder. Uno de ellos es su cinturón (llamado megingjǫrð), que le
otorga una fuerza sin comparación. También tiene guantes de hierro
(Járngreipr) que lo hacen invencible en el combate cuerpo a cuerpo
y, por último, su martillo.
El carruaje de Thor
también ha hecho apariciones en los cómics de Marvel. Su debut fue
en el número 5 de Thor, en septiembre de 1976.
Mjölnir, según la
poesía islandesa llamada Edda prosaica, publicada en el siglo XIII,
fue forjado por dos enanos hermanos llamados Sindri y Brok, tras
perder una apuesta con Loki. El martillo, también descrito como un
garrote en ciertos textos antiguos, tenía el poder mágico de
golpear tan fuerte como Thor lo quisiera, pudiendo destruir montañas
o cualquier cosa, todo para proteger la superioridad de los dioses.
Al igual que en las
películas de Marvel, Thor podía arrojar el martillo y este siempre
acertaría su objetivo y siempre regresaría a él.
El martillo no le
permitía a Thor volar, pero para eso tenía un carruaje volador que
era tirado por dos machos cabríos, llamados Tanngnjóstr
(rompedientes) y Tanngrisnir (crujidor de dientes).
Thor el asesino de
gigantes
Como mencioné al
comienzo de estas líneas, Thor no era un héroe justiciero, amoroso
y bondadoso, como lo presentan en las películas. Thor, en la
mitología nórdica, era el dios del trueno, el hacedor de tormentas
y, más importante, el mayor protector de Asgard.
Como guerrero, Thor
parecía invencible y arrasaba con todo a su paso. Hay varias
historias de sus batallas épicas con los jötunn, pero comenzaremos
hablando de sus machos cabríos. Sí, esos que conducían su carro
volador.
Tanngnjóstr y
Tanngrisnir eran cabríos mágicos e inmortales. Su habilidad, además
de llevar a Thor a donde quisiera, era alimentarlo. El dios nórdico
podía cocinarlos y comérselos, para después juntar sus huesos y
revivirlos usando su martillo. Eso sí, siempre y cuando no se dañen
sus huesos. Una vez, se quedó a dormir en la casa de unos campesinos
y, cómo no, cocinaron a esos pobres animales que día tras día
sufrían ese destino. Sin embargo, uno de los hijos del campesino
rompió uno de los huesos para comerse el jugo en su interior. Thor
estuvo a punto de matarlos a todos, pero solo aceptó no hacerlo si
los dos hijos del campesino se convertían en sus esclavos para
siempre.
Esclavizar personas
y matar una y otra vez a sus cabríos no es lo único que hace a Thor
macabro. El dios del trueno gozaba de matar gigantes, y hay varias
historias de sus batallas que así lo cuentan.
Su batalla con el
gigante Hrungnir es una de ellas, y tiene todo lo que podemos esperar
de una historia de vikingos: carreras, borracheras, insultos y un
duelo mortal. Hrungnir era el jötunn más valiente y poderoso de
todos. Odín lo visitó en Jötunheim y lo retó a una carrera hasta
Asgard, la cual ganó el dios de un solo ojo. Una vez en Asgard,
Hrungnir aceptó celebrar un banquete con los dioses, y cuando el
gigante se emborrachó empezó a decir que, si quisiera, podría
matar a todos los dioses, con la excepción de las diosas Frigg y
Sif, a quienes se llevaría consigo a Jötunheim como “premio”.
La matanza de Thor
en Jötunheim comienza con una anécdota que parece salida de las
películas de Marvel.
Los dioses se
cansaron de escuchar sus ofensas y llamaron a Thor, quien al llegar
estuvo a punto de matarlo pero Hrungnir le dijo que no tendría el
valor de matarlo si estuviera armado, retándolo a un duelo cerca de
Jötunheim. Una vez allí, Thor le arrojó Mjölnir y destruyó la
cabeza del gigante en pedazos, matándolo en el acto.
Mi historia favorita
comienza en un día que Thor despierta y alguien le ha robado su
martillo. En la mitología nórdica, no solo Thor puede levantar
Mjölnir, por lo que se lo robaron mientras dormía. Thor estaba tan
molesto que Loki escuchó sus gritos de ira, y se ofreció a ayudarlo
a recuperar su martillo. La sospecha, por supuesto, caía en los
gigantes, por lo que Loki voló a Jötunheim donde Thrymr, rey de los
gigantes, confesó haber robado su martillo y dijo que su precio para
devolverlo era que convencieran a la diosa del amor, Freyja, de que
se casara con él.
La diosa, como era
de esperarse, no aceptó, pero a Heimdal, hijo de Odín y dios
guardián, se le ocurrió una idea que parece salida de la película
Thor Ragnarok: Thor se disfrazaría de Freyja y Loki de su sirvienta
para engañar a Thrymr y así recuperar el martillo, idea que no le
gustó al principio al dios del trueno pero, en su desespero por
tener Mjölnir de vuelta, aceptó hacerlo.
Thor y Loki
volvieron disfrazados a Jötunheim y Thrymr hizo un banquete para
celebrar la boda. Thor, ni corto ni perezoso para comer, devoró un
ciervo entero y mucha más comida, lo que sorprendió al rey gigante.
Loki tuvo que excusarlo diciendo que la novia no había comido
durante ocho días porque estaba ansiosa de conocerlo, y el gigante
creyó la mentira. Tras buscar Mjölnir para cumplir con su parte del
trato, Thor se desenmascaró, sujetó el martillo y asesinó a todos
los gigantes que se le atravesaron, incluyendo al rey Thrymr. Es, en
la mitología nórdica, la mayor masacre que vivió Jötunheim, a
mano de un dios rencoroso, vengativo y sangriento.
El verdadero
Ragnarok ocasiona la muerte de Odín y la de Thor. El dios de un solo
ojo muere devorado por el lobo Fenrir, hijo de Loki, cuya mordida
“alcanzaba del cielo al mar”, aunque el lobo después murió a
manos de Viðarr, también hijo de Odín.
Thor, en cambio,
muere luchando contra su mayor enemigo: la serpiente Jörmundgander,
el único rival al que se había enfrentado en dos ocasiones
anteriores y no había podido derrotar (o, mejor dicho, asesinar).
Thor lucha a muerte contra la serpiente y la mata con un martillazo,
pero el veneno de Jörmundgander también ocasiona la muerte del dios
del trueno.
La historia que
Marvel dio a Thor es noble, heróica y fascinante, pero contradice
casi por completo a la verdadera historia del personaje mitológico,
un ser que vivía solo para luchar con los que consideraba enemigos
de Asgard, y matarlos.
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