miércoles, 3 de agosto de 2016
La Casa de los Demonios Historia Real
El Conjuro, se ha convertido en una de las películas de
terror más taquilleras hasta el momento, historia que está basada en episodios
reales, que fue tomada del museo de Ed y Lorraine Warren, mismo que alberga
objetos que han tenido que ver con hechos paranormales.
“Annabelle” la muñeca que tiene energía y al ser tocada por
una persona se mezclan, la cual hace fuerte a los espíritus malignos se
encuentra en el museo y es una de las muñecas con mayor éxito entre los
visitantes.
Andrea Perron contó su relato de lo sucedido a ella y al
resto de la familia en la tranquila ciudad de Harrisville, Rhode Island. Ella
mantuvo todo callado durante tres décadas hasta que finalmente decidió lanzar
su primer trabajo publicado, que marca el primer libro de una serie de tres
partes que narra la historia de las experiencias reales de su familia, viviendo
en una casa de campo plagado de espíritus.
El relato es inquietante, en particular está muy bien
documentado y considerado como una de las apariciones más importantes de la
historia, aunque todavía es muy ajeno para muchas personas. Los Warrens
consideran este caso, el más intenso, perturbador y significativo de sus
investigaciones.
Cuando Roger y Carolyn Perron finalmente compraron su casa
de ensueño en los meses de invierno de 1970, poco sabían que esta residencia
iba a estar llena de pesadillas. Como mucha gente, estaban muy contentos de
estar viviendo en una casa llena de historia y estaban ansiosos de criar a sus
cinco hijas allí. Lo que ellos no sabían, era que la casa estaba llena de
agonía y muerte. Dos antiguos residentes se colgaron, uno de ellos en una de
las vigas del granero.
La casa fue construida en un hermoso terreno con un montón
de espacio para cinco niños que crecen para jugar. Sin embargo, una vez que se
mudaron, los espíritus comenzaron a hacerse presentes.
Perron dice: “Mi madre sólo quería conseguir un lugar en el
país para criar a sus hijos.”
“Es un lugar extraordinario. Empezamos a ver espíritus, tan
pronto como nos mudamos a la casa. La mayoría de ellos eran benignos y algunos
de ellos ni siquiera parecían darse cuenta de que estábamos allí, pero ocho
generaciones vivió y murió en esa casa antes de nuestra llegada y algunos de
ellos nunca se fueron.”
El Conjuro es una película basada en la cacería que tuvo
lugar en la casa de la infancia de Perron y persiste hasta nuestros días. La
película retrata a la familia Perron, aunque la historia rodea a la experiencia
de Ed y Lorraine Warren, los investigadores paranormales que llevaron a cabo
una investigación de su casa de campo en la década de 1970. El guión se basa en
sus expedientes, así como información que la Sra. Perron presentó a los
productores. Los Warren hicieron una investigación sobre la actividad
sobrenatural en la casa mientras la familia vivía allí.
A pesar de tener a Ed y Lorraine Warren intentando de
disipar los malos espíritus, terminaron haciendo más daño que bien y nunca
tuvieron éxito en librar la casa de su horror. La familia se quedó en la casa
durante diez años antes de finalmente salir pero las cosas horribles que
ocurrieron dentro de esas paredes se quedaron con ellos para siempre.
Perron siempre sabía que habría escépticos y yo no la culpo.
Su historia no es la única que ha sido objeto de críticas sobre si es cierto o
no, lo que explica por qué se esperó 30 años para decirle al mundo lo que
realmente sucedió en esa casa.
El Conjuro viene y que esperamos que pueda dar alguna idea
de lo que realmente sucedió. Lo escrito aquí son realmente los hechos.
Sin embargo la historia de la muñeca “Annabelle” del museo
paranormal de los Warren que se incluyó en la película El Conjuro, es la
siguiente:
El juguete pertenecía a una tradicional línea de productos
infantiles conocidos como Raggedy Ann.
El personaje había sido creado por Johnny Gruelle en 1920 y
se destacó en una exitosa saga literaria. A partir de 1935 sobresalió como uno
de los productos infantiles más vendidos en los Estados Unidos que inclusive
llegó a tener sus propios cortos animados a cargo de los legendarios Estudios
Fleischer, responsables de los primeros dibujos de Superman y Popeye.
Para 1970 esta clase de muñecas no habían perdido su vigencia
y seguían generando atracción en niñas y coleccionistas de juguetes.
Donna era una estudiante de enfermería que vivía en una casa
junto a Angie, una amiga que cursaba la misma carrera universitaria. Cuando
cumplió 20 años su madre le regaló una muñeca que tenía el tamaño real del
cuerpo de un niño de dos años. Sin embargo, el regalo que había recibido Donna
resultó ser muy diferente. Las situaciones extrañas en un principio fueron muy
sutiles.
Donna solía decorar su cama con la muñeca y empezó a notar
que cuando volvía de la universidad el juguete no se encontraba en la posición
en la que lo había dejado. La situación se volvió preocupante cuando las
jóvenes entraron un día a la casa y se encontraron con la pequeña Ann
arrodillada frente a la puerta de entrada. Ahora la muñeca se trasladaba sola
por los cuartos.
Lou era el novio de Donna y desde que el vio el juguete por
primera vez sintió un rechazo enorme hacia el regalo que le habían hecho a la
joven. Había algo siniestro en esa muñeca de apariencia inocente que no podía
explicar. El tema pasó a ser más serio cuando las chicas empezaron a encontrar
mensajes en la casa escritos con la letra de un niño en papeles de pergamino.
Los mensajes era siempre los mismos: “Ayuda“ y “Ayuda a Lou”.
La primera reacción fue el temor al que alguien estuviera
entrando en la propiedad para hacer ese tipo de bromas pesadas, Donna y Angie
decidieron tomar precauciones por miedo que se tratara del algún delincuente y
fue por aquellos días cuando la situación empeoró, una noche al entrar en su
cuarto Donna encontró a la muñeca sobre su cama con las manos manchadas por un
líquido que parecía ser sangre.
La situación había asustado a la jóvenes y decidieron acudir
a una medium que se encargó de revisar la muñeca., así fue que se enteraron que
en el juguete habitaba el espíritu de una niña de siete años llamada Annabelle
Higgins, quien había sido asesinada en la zona donde se encontraba la casa y
que muchos años atrás había sido un campo donde ella solía jugar.
En la foto de abajo de observa a la pequeña Annabelle junto
a su madre y sus tías.
El espíritu de Annabelle le dijo a la medium que ella se se
sentía cómoda frente a la presencia de Donna y Angie y les pedía que la
aceptaran para que pudiera ser amada y cuidada por ellas. Conmovidas por la
historia las estudiantes de enfermería entonces aceptaron al espíritu en sus
vidas y comenzaron a llamarla Annabelle.
Para Lou la decisión de su novia le parecía una completa
locura y le aconsejó reiteradas veces que se deshiciera de la muñeca, al poco
tiempo que se reveló la historia de Annabelle el muchacho comenzó a tener
pesadillas recurrentes con el juguete.
Lou había decidido terminar de una vez por todas con la
muñeca pero Annabelle actuó primero. Sucedió un día en que los jóvenes se
encontraban preparando los detalles de un viaje que iban a realizar, de repente
se escucharon ruidos en la casa como si algún intruso hubiera irrumpido en el
lugar por la fuerza, los ruidos provenían del cuarto de Donna, Lou entró en la
habitación y descubrió que todo estaba en orden salvo por un detalle.
Annabelle no estaba en la cama sino que se encontraba
sentada en una esquina de la habitación. En el momento en que el muchacho se
acercó a la muñeca sintió una extraña presencia sobre sus espaldas como si
alguien se encontrara detrás suyo.
El Padre Egan era un respetado sacerdote de la comunidad de
Connecticut y cuando escuchó la historia que le contaron las estudiantes de
enfermería enseguida supo que se trataba de una situación paranormal.
Como no quería sacar falsas conclusiones discutió los hechos
con el Padre Cooke, quien tenía una posición elevada dentro de la Iglesia y
conocía a dos expertos en demonología que iban a saber como tratar el caso y
descubrir si realmente se trataba de la presencia de un espíritu en la casa de
las chicas.
Ed y Lorraine Warren eran un matrimonio que contaban con
gran experiencia en el tema y habían fundado en 1952 La Sociedad de
Investigación Psíquica de Nueva Inglaterra además de abrir el famoso Museo del
Ocultismo en Connecticut que sería el destino final de Annabelle.
Los investigadores trabajaron durante varias semanas en el
caso hasta que llegaron a la siguiente conclusión.
Annabelle Higgins no estaba dentro de la muñeca y las
estudiantes de enfermería habían cometido serios errores que les podían haber
costado la vida. Ed Warren determinó que la muñeca no estaba poseída sino
embrujada, que es algo muy distinto.
A lo largo de su carrera descubrió que los espíritus no
poseen objetos materiales sino personas. En la casa de Donna había una entidad
demoníaca que se encargaba de movilizar la muñeca para crear la ilusión que
estaba viva. La muñeca era un objeto que el espíritu usaba para atraer la
atención de las jóvenes. Su verdadero objetivo era poseer a Donna.
Cuando llamaron a la medium y convocaron al espíritu le
abrieron la puerta a una entidad maligna al que encima le dieron un nombre
(Annabelle) y aceptaron su presencia en el lugar. En el momento en que le
dieron reconocimiento a la muñeca también le dieron poder al demonio que la
utilizaba.
Lou había sido atacado porque era una amenaza para la
entidad paranormal, ya que él quería deshacerse de la muñeca.
Finalmente los Warren junto con el sacerdote Cooke
decidieron hacer un exorcismo en la casa para limpiar el lugar de la energía
maligna y negativa que había en todas las habitaciones.
Como no podían tener la seguridad que el ente demoníaco se
hubiera desapegado de la muñeca por completo, los Warren decidieron llevarse
con ellos al juguete para tenerlo custodiado y que no terminara en manos de
otras personas que vivieran lo mismo que las jóvenes universitarias.
La pareja no tardó en comprobar que el espíritu seguía
vinculado a la muñeca. Un tiempo después los investigadores fueron testigos de
como el juguete aparecía en distintas habitaciones de su casa o se instalaba en
la silla de la oficina de Ed.
El sacerdote exorcista Jason Bradford que había colaborado
con los Warren en algunos casos un día intrigado por la historia sintió
curiosidad de conocer a Annabelle. Cuando la tuvo en sus manos la sometió e
hizo el comentario que no tenía ningún poder ni podía lastimar más a nadie.
Aquella misma noche mientras el sacerdote regresaba a su
casa los frenos de su auto fallaron y ocasionaron un accidente en una
autopista. El Padre salvó su vida de manera inexplicable y su auto quedó completamente
destruido.
A partir de ese momento los Warren decidieron encerrar a
Annabelle en una casilla especial cerrada con llave. Desde entonces la muñeca
nunca más se movió pero volvió a ser noticia hace unos años por un hecho
misterioso.
El museo de los Warren con objetos embrujados actualmente
está abierto al público que puede recorrerlo con visitas guiadas y conocer a
Annabelle entre otras cosas escalofriantes.
Una pareja de adolescentes fue un día al museo. El muchacho
que estaba acompañado de su novia se burló de la muñeca y la historia que
contaron los guías y empezó a golpear la casilla donde estaba encerrada.
El propio Ed Warren tuvo que despedirlo del museo y la
pareja se retiró en una moto. Mientras el joven seguía haciendo chistes sobre
Annabelle perdió el control del vehículo y terminó estrellado contra un árbol.
El chico murió en el acto y su novia estuvo un par de meses
internada en un hospital. ¿Habrá sido responsable el ente que sigue vinculada a
la muñeca? Es algo imposible de comprobar.
Sin embargo, la trágica anécdota siempre se les narra a los
turistas en el museo de los Warren para evitar que otro chistoso decida hacer
bromas frente a la presencia de Annabelle.
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