miércoles, 3 de agosto de 2016
Buscan a Esta Niña Fantasma en Rusia
El Museo de Krasnoyarsk se encuentra abocado a una
investigación que, de momento, parece conducir a un callejón sin salida. Lo que
se pretende es averiguar la identidad de una niña que aparece en decenas de
fotos tomadas en esa ciudad y alrededores en la primera década del siglo XX.
La "chica de aspecto adinerado" puede verse en
fotos que en su tiempo llegaron a ser usadas como postales o en afiches, y
todas tienen dos elementos en común: la niña nunca aparece como sujeto
principal de la imagen, y en todas se la ve en la misma postura y con una
mirada más bien triste.
Hasta ahora, los investigadores trabajan sobre la hipótesis
de que la niña -de entre 8 y 10 años- formara parte de una familia acaudalada
proveniente de la Rusia occidental, ya que durante cierto tiempo la ciudad fue
refugio de sectores conservadores ante el avance bolchevique. De ser así,
probablemente la familia de la chica huyera definitivamente de Rusia, por lo
que su identidad, dicen, debería buscarse en América o Europa.
Evidentemente, la pequeña siempre estuvo allí, en las fotos,
pero sólo las revisiones recientes del material de archivo usando nuevas
tecnologías, hicieron que los ojos de los funcionarios del museo repararan en
ella.
En una de las fotos, la pequeña aparece en una azotea desde
la que se ve el puente de ferrocarril de la ciudad, estructura enorme y muy
conocida en la región. Inaugurado en 1899, el puente permitía al ferrocarril
transiberiano cruzar el río Yenisei. En otras tomas, aparece junto a la fachada
de un colegio religioso junto a otros niños y adultos.
Hasta hace poco, los investigadores creían que la niña
vestía la misma ropa en las veinticuatro imágenes en las que se la ha
localizado hasta ahora. Pero según informa Siberian Times, un análisis más
detallado reveló lo contrario.
"Fue el uso de equipos modernos lo que no permitió
encontrarla en esas fotos antiguas", explica Ilya Kuklinsky, investigador
principal del Museo.
"En muchas de las fotos ella no es más un detalle
menor, una figura marginal, pero cuando usamos zoom sobre esas viejas imágenes
amarillentas, la vimos bien, con todos los pormenores de su atuendo y su
peinado", agrega.
Esto les permitió comprobar que si bien en todas las fotos
tiene el mismo "look", la ropa que viste es distinta, lo que confirma
lo que los analistas ya habían señalado: las fotos datan de entre 1906 y 1908 y
no fueron tomadas en un mismo día.
"Se la ve con distintas botas y medias, y hay otras
diferencias en su indumentaria, pero siempre está en la misma postura y con
idéntica expresión, lo que refuerza nuestras principales dudas: ¿Quién es y por
qué está allí?"
A pesar de que en la ciudad se conservan completos registros
de los fotógrafos activos en aquellos tiempos, hasta ahora no se ha podido
identificar al autor.
Varias de las imágenes están marcadas con las iniciales
F.E.A, lo que sin duda puede ser un indicio valioso, aunque las letras no
coinciden con el nombre de ningún fotógrafo aficionado o profesional conocido
en la época.
Algunas de las fotos llegaron al museo como parte de una
colección perteneciente a Nikolai Grigorovskiy, dueño de una librería en
Krasnoyarsk en tiempos anteriores a la revolución bolchevique. Otra de las
piezas, un negativo sobre vidrio, estaba en la colección del conocido fotógrafo
Ludwig Yulyevich Wonago. En este cao tampoco coinciden las iniciales, y en este
punto surge otra duda ¿Esas letras son las iniciales del fotógrafo, del cliente
o simplemente tienen otro significado?
Algunos de los investigadores convocados por el museo
suponen que el autor quizá fuera un aficionado, en tiempos en los que la
fotografía era un pasatiempo bastante extendido entre las clases altas.
"Creemos que la niña puede ser la hija del fotógrafo, o
alguien de su familia, pero nada sabemos a ciencia cierta, ya que no tenemos el
nombre de ella ni del autor", lamenta Kuklinsky.
Los archivistas del museo han bautizado oficiosamente la
colección como "la de la niña fantasma" y se empeñan en resolver el
misterio, ya que consideran que esa chica es "una especie de marca"
de la ciudad.
"Resulta muy extraño que nadie se haya fijado antes en
ella, porque algunas de esas fotos se usaron como ilustraciones de
publicaciones, y hasta en carteles", recuerda el investigador, quien
entiende que si de verdad era una niña perteneciente a una familia rica,
resultaría muy probable la hipótesis de que haya escapado al extranjero.
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