El Conde Valthunder

En las afueras de un pequeño pueblo italiano, en una antigua mansión vivía el Conde Valthunder, un hombre multimillonario que habitaba aquel lugar con su mayordomo, ya que su joven hijo se había marchado de ahí hace ya mucho tiempo.

Con el transcurrir del tiempo el hombre se hizo viejo y el mayordomo, ya que también fue sirviente también de su padre y lleva con él toda su vida, pensó que cuando muriera iba a dejarle todas sus riquezas a él, ya que era su fiel acompañante.

Tras haber escrito el testamento de herencia, el mayordomo quiso que su herencia se adelantara, y asesinó al Conde Valthunder mediante una sobredosis en su bebida. A la hora de que el heredero recibiera sus riquezas, el mayordomo, con ganas de ir a recoger todo el dinero, se enteró en la notaría que la herencia no sería para él, sino para José Miguel Valthunder, hijo del Conde.

El mayordomo se llevó una gran decepción tras enterarse de que no recibiría la herencia del fallecido Valthunder, y ya que no tenía otro plan debía seguir sirviendo a la gente para tener un sueldo y poder sobrevivir. La noche después de la muerte del Conde, el mayordomo se acostó, pero no llevaba cinco minutos en la cama cuando vio al espíritu del conde Valthunder diciéndole: “Tú me has matado, vas a pagar por ello”, y desapareció. El mayordomo estaba muerto ya, pero más bien de miedo, hasta que tuvo que abandonar la mansión para evitar lo que pudiera hacerle el señor Valthunder. 

Pero de todas formas el fantasma del Conde asesinó al mayordomo y no de una manera muy agradable ya que, cuando el mayordomo huía en su auto el conde tomo el volante y condujo al auto hacia un abismo, el mayordomo murió en el acto, llevándose consigo la culpabilidad del crimen de aquel pobre crimen.