Las festividades asociadas a estas fechas del año se pueden ver en todas las culturas. Una de las más conocidas es la Saturnalia que estaban dedicadas al dios Saturno. Estas fiestas caían en el último mes del calendario romano, en diciembre, y su objetivo era celebrar el feliz reinado de Saturno, dios de la siembra y la agricultura.
Según las creencias romanas el dios Saturno vivió en Roma en
tiempos antiguos, gobernando con justicia y enseñando a cultivar la tierra a
los montañeses. Se considera la Edad de Oro, donde ninguna guerra y reyerta
asolaba estos territorios. No existía la propiedad privada ni la esclavitud. Al
final este dios desapareció de forma repentina, pero su memoria perduró y en su
honor se erigieron templos.
Sin embargo, este reinado de paz y prosperidad tenía su propia sombra. Se decía que en sus templos se sacrificaban hombres. En épocas posteriores estas inmolaciones fueron sustituidas por efigies. Aunque de esta tradición no ha quedado mucha huella. Por lo que se ha visto en los escritos antiguos la Saturnalia se asocia más a una especie de carnaval. Durante siete días se celebraba por las calles y plazas públicas dela antigua Roma.
Uno de los rasgos más llamativos de esta festividad era la
abolición de las clases sociales. La distinción entre hombres libres y esclavos
constituía un eje fundamental en el mundo clásico. Sin embargo, a lo largo de
la Saturnalia se concedía una licencia a los esclavos. Éstos podía injuriar a
su amo, emborracharse con él y hasta sentarse en la misma mesa. Esta conducta
durante el resto del año ocasionaba la muerte o, al menos, a la prisión.
En algunas ocasiones los amos se convertían en los siervos atendiendo a estos en la mesa. Esta burla llegaba incluso a las clases dominantes, que también cambiaban sus puestos. De esta forma el esclavo se convertía por una semana en gobernador aboliendo y proponiendo leyes. Aunque normalmente las normas propuestas tenían un carácter burlesco e irónico. Esta característica se ha mantenido en la celebración del carnaval en muchos lugares, en donde se celebración la inversión del orden establecido y la caída en una anarquía de carácter cómico.
Los estudiosos piensan que este “rey de las burlas” pudo
simbolizar en un principio a Saturno y su maravilloso reinado de paz y
concordia. Esto puede verse en la descripción de la celebración de la
festividad tal y como se encuentra en un manuscrito de la biblioteca de París.
En dicho texto se narra cómo los soldados estacionados en la zona del Danubio
celebraban la Saturnalia. Revestían a uno de ellos joven y guapo con atavíos
reales recordando a Saturno. Durante treinta días podía entregarse a sus
pasiones y gozar de todos los placeres. Pero llegado el día de Saturno era
sacrificado en el altar a esta divinidad.
En el año 303 el papel recayó en el soldado cristiano Dasio que se negó a interpretar el papel de un dios pagano y dejarse llevar por el libertinaje. Por mucho que su superior el oficial Basso le amenazara el joven no accedió. Por ello fue decapitado en el Durostorum el viernes veinte de diciembre. Dasio no es un santo mítico, como San Jorge, sino un mártir real cuya existencia se ha confirmado y carece además de elementos mitológicos.
Este relato de San Dasio muestra la práctica original de la
Saturnalia. El reinado temporal de un joven que representa al dios y recuerda
un pasado inocente y feliz. El final de este monarca es el mismo que el de la
divinidad, la muerte por el bien de los hombres. Es el buen dios que da la vida
por el pueblo. En la época de Ausguto este sacrificio había quedado como una
ficción, en la que se quemaba un muñeco o se daba una muerte simbólica. En los
territorios más alejados, como en la zona del Danubio, pudo subsistir la
costumbre arcaica más severa.
Las coincidencias entre la Saturnalia y el carnaval han sido subrayadas muchas veces. En los países de influencia romana se puede ver una figura parecida al “rey de las burlas”. Normalmente este personaje queda simbolizado en una efigie que personifica la estación festiva y que acaba fusilada, quemada o destruida de alguna manera. Sería un reducto de la antigua celebración romana en honor al dios Saturno.
La Saturnalia era, pues, un periodo de libertinaje justo antes de empezar el año. El hecho de que coincida con el carnaval, que se celebra antes de la cuaresma cristiana, se puede deber a que antiguamente el comienzo del año romano era en marzo. Esto acercaría esta festividad con la nuestra de carnaval. En ambos casos se trata de un periodo de libertad desmesurada que funciona como purificación antes del comienzo del año. Puede ocurrir que en los pueblos y aldeas se mantuviera la fecha original, ya que el folclore popular suele ser reacio a cambiar sus costumbres. Incluso el cristianismo ha sido suave con este tipo de hábitos rurales. Se muestra un contraste entre el intento de suprimir los elementos oficiales del paganismo por parte de la religión cristiana y su indulgencia en las áreas rurales.
De ahí que sea en estas zonas donde se puede ver mejor el origen de las fiestas y rituales. Hoy día sigue ocurriendo lo mismo, en las ciudades se modifican con rapidez las costumbres y fiestas adoptando las prácticas que vienen de la cultura dominante, la Estadunidense. De tal forma que las fiesta pierden sus raíces originales y quedan asociadas al consumismo de la cultura de masas. Un buen ejemplo sería la festividad de Halloween o fiesta de todos los difuntos. Sin embargo, en los pueblos se mantiene el significado arcaico de las fiestas. Son las zonas rurales las que mantienen vivas las tradiciones.
Fuente: http://www.detectivesdelahistoria.es/
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