lunes, 5 de junio de 2017
Cristóbal Colón vió extrañas luces al pasar por el Triángulo de las Bermudas
El Triángulo de las Bermudas ha sido uno de esos lugares en
el mundo que siempre ha estado rodeado de misterio y durante años se han
reportado numerosos casos de desapariciones, extraños sonidos y visiones de
luces enigmáticas en toda el área. Debido a esta cantidad de casos sin resolver
podría considerarse el lugar más enigmático del mundo, o al menos, uno de
ellos.
El Triángulo de las Bermudas ocupa una extensión de 1,1
millones de kilómetros cuadrados extendiéndose desde Miami, Puerto Rico y las
Bermudas, de ahí su nombre.
Pero la historia de los extraños acontecimientos que suceden
en esta zona no es reciente. Ya los primeros casos fueron reportados por el
famoso marino y navegante Cristóbal Colón el cual llevaba un diario de todos
los detalles de sus viajes.
Justo antes de que Colón entrara en el Triángulo de las
Bermudas ya informó de problemas con la brújula y a la noche siguiente pudo ver
como una gran bola de fuego se hundía en el océano. También vió aparecer luces
extrañas y observó algunos fenómenos meteorológicos curiosos.
Su diario contiene algunas anotaciones interesantes. La
primera de ellas está fechada el domingo 15 de septiembre de 1492:
“Ellos navegaron aquel día y noche 27 leguas y algunos más
en su camino al oeste. Y en esta noche, al comienzo de la misma, vieron un
maravilloso ramo de fuego que caía del cielo al mar distante de ellos cuatro o
cinco leguas.”
La siguiente anotación tiene fecha del 17 de septiembre del
mismo año:
“Tomaron los pilotos el Norte marcándolo, y hallaron que las
agujas noroesteaban una gran cuarta, y temían los marineros y estaban penados y
no decían de qué. Conociólo el Almirante; mandó que tornasen a marcar el Norte
en amaneciendo, y hallaron que estaban buenas las agujas. La causa fue porque
la estrella que parece hace movimiento, y no las agujas.”
A pocas horas de que Colón avistara tierras americanas
realizó otra anotación en su diario, con fecha 11 de octubre de 1492:
“Después del sol puesto, navegó a su primer camino, al
Oeste, andarían 12 millas cada hora, y hasta 2 horas después de medianoche
andarían 22 millas, que son 22 leguas y media. Y porque la carabela Pinta era
la más velera e iba delante del Almirante, halló tierra e hizo las señas que el
Almirante había mandado. Esta tierra vio primero un marinero que se decía
Rodrigo de Triana; puesto que el Almirante, a las diez de la noche, estando en
el castillo de popa, vio lumbre, aunque fue cosa tan cerrada que no quiso
afirmar que fuese tierra” (…) “después de que el Almirante lo dijo, se vio una
vez o dos, y era como una vela de cera que se alzaba y levantaba, lo cual a
pocos parecía ser indicio de tierra”.
Como vemos, estos registros dejan claro que estos fenómenos
alrededor del Triángulo de las Bermudas no es algo que ha sucedido en el siglo
XX. El misterio viene de más atrás en el tiempo.
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