viernes, 9 de octubre de 2015
Las Almas Perdidas Del Edificio Joelma
El 01 de febrero 1975 la ciudad de São
Paulo, Brasil, se despertó con una gran tragedia. Uno de sus
edificios más emblemáticos se convirtió en “el coloso en
llamas”. De los 756 residentes del edificio, más de la mitad
sufrieron graves heridas, y 188 almas fallecieron en el terrible
incendio. Pero este terrible suceso solo fue el final a un terreno
con 400 años de historia, que según dice la leyenda comenzó con
las almas malditas de trece colonos jesuitas y terminó con la
llegada de trece santos.
Aunque la realidad es que
posteriormente al gran incendio, un gran número de testigos afirman
haber sido testigos de extraños fenómenos que se escapan a
cualquier explicación racional, convirtiendo el edificio Joelma en
un lugar excepcionalmente embrujado. ¿Existe algún tipo de
maldición en el lugar? ¿Qué es el misterio de las 13 almas?
¿Continúan los informes de apariciones fantasmales u otros extraños
sucesos en la actualidad? Bienvenido al edificio Joelma…
Un incendio devastador
El viernes 1 de febrero de 1974 los 25
pisos del conocido edificio Joelma estaban completamente en llamas. A
las 8:50 de la mañana un vecino de un edificio adyacente se dio
cuenta de las llamas y rápidamente informó a los bomberos. En menos
de media hora todo el edificio estaba envuelto en llamas, dejando a
cientos de personas atrapadas en su interior.
Para muchos no era de extrañar lo que
estaba ocurriendo, ya que desde su construcción el edificio carecía
de los sistemas mínimos para evitar este tipo de circunstancias. No
disponía de alarmas contra incendio, rociadores, luces de emergencia
o de salidas de emergencia, y los sistemas de aire acondicionado
habían mostrado gran cantidad de averías desde su instalación. Y
fue esto último lo que originó el infierno en el propio edificio.
Un aparato de aire acondicionado en el piso doce se recalentó y
posteriormente comenzó a arder.
El infierno en la tierra
Eso solo fue el inicio de una verdadera
pesadilla para todos aquellos que estaban en el edificio. Aunque más
de 500 personas lograron escapar, muchas salidas de emergencias
fueron bloqueadas por el fuego, el calor y el humo que ascendía
rápidamente por la única escalera del edificio. Cerca de 170
personas llegaron a la azotea, pero el humo y el calor del fuego
impedían que los helicópteros de rescate pudieran llegar a los
sobrevivientes. Lo que pasó a continuación con todos aquellos que
se mantenían con vida fue una escena procedente del mismísimo
infierno.
Algunas personas se suicidaron, otros
intentaron descender por las ventanas de un piso a otro con el
objetivo de alcanzar las escaleras de incendios, llagando únicamente
a la planta número 15 (casualmente el fuego del hueco de la escalera
sólo llegó hasta esta planta). Muchas personas murieron en esos
intentos, al igual que todos los que intentaba sobrevivir saltando
desde las ventana. Todo el que intentaba una caída libre desde la
azotea acababa muriendo.
Hacia el mediodía el incendio
finalmente se dio por extinguido y el personal de rescate, la policía
y los bomberos fueron capaces de acceder al edificio en busca de
sobrevivientes, y para contabilizar todos los muertos. Según
informaron las autoridades, había cuerpos esparcidos por todas
partes y, finalmente, la cifra oficial de fallecidos era de 188.
Las “13 alamas no identificadas” y
la “Casa del Mal”
A medida que los equipos de bomberos y
de rescate pasaban de un piso a otro y de una habitación a otra para
evaluar los daños, se encontraron con un ascensor completamente
sellado. Los bomberos tuvieron que hacer un gran esfuerzo para abrir
las puertas, pero lo que encontraron fue una escena dantesca; una
masa de cuerpos carbonizados apilados en el suelo y en las paredes.
El calor en la caja metálica del
ascensor había hecho que muchos de los cuerpos se fusionaran, lo que
hizo que tardaran un buen rato en contabilizar a las 13 víctimas.
Los cuerpos eran irreconocibles y nunca se pudo identificar los 13
cuerpos. Pero lo más sorprendente fue que nadie reclamó su
desaparición. Fueron enterrados en el cementerio junto a San Pedro,
y la tumba fue conocida como las “13 Almas”.
Aunque una de las peores historias
ocurridas en el terreno tuvo lugar mucho antes de la construcción
del propio edificio. En 1948, un químico de 26 años llamado Paul
Campbell vivía en una casa en esos mismos terrenos con su madre y
sus dos hermanas. Una noche, sin ninguna razón aparente, Paul
asesinó a su familia, arrastrando los cuerpos al exterior de la casa
antes de suicidarse.
Muchas personas desconocían este hecho
o no le daban tampoco mucha importancia, pero después del incendio
uno de los bomberos se infectó de alguna manera por un cadáver,
muriendo al día siguiente. Fue en este punto cuando los locales
estaban más que seguros que la tierra donde se erigía el edificio
estaba maldito. El barrio donde estuvo la casa de Campbell, y más
tarde el edificio Joelma, fue conocido como “La Casa del Mal”.
Un edificio embrujado
Después del incendio, el edificio
Joelma estuvo cerrado durante varios años debido a las labores de
remodelación, rebautizándolo como “Praça da Bandeira”. Había
esperanzas entre los locales de que el nuevo edificio haría olvidar
la terrible tragedia. Pero muy a lo contrario de lo esperado, el
nuevo edificio presentó gran cantidad de actividad paranormal. Sobre
todo las plantas superiores de la decimoquinta, que parecen ser las
anfitrionas de una serie de apariciones fantasmales en las escaleras
que hacen disparar las alarmas de incendios constantemente y que
provocan un mal funcionamiento en los ascensores.
Los psíquicos que entran en el
edificio para contactar con las almas de los fallecidos en el gran
incendio dicen que hay muchas energías que vagan por la parte
superior de la planta decimoquinta, aunque muchas de ellas son
presencias amigables. Sin embargo, también han afirmado que existen
presencias oscuras realmente enojadas.
Y no podemos obviar que algunos
lugareños dicen que las tumbas de las 13 almas perdidas del edificio
Joelma tienen cualidades milagrosas. Según se dice, cuando alguna
persona gravemente enferma pasa delante de sus tumbas a los pocos
días es curada milagrosamente, sobre todo personas con quemaduras.
Eso dio paso a un peregrinaje de muchas personas, quienes viajaban de
todo Brasil para obtener el cumplimiento de sus milagros. Aunque la
iglesia nunca ha reconocido oficialmente los milagros de las trece
almas, los residentes de São Paulo y de muchas partes del país
reconocen las tumbas de los 13 como un lugar sagrado en el que los
enfermos se curan y los deseos se hacen realidad.
Un misterio que continúa en nuestros
días
En el momento del incendio, Joelma tuvo
el mayor número de muertes atribuidas a una tragedia en un edifico.
Este macabro registro sólo fue superado cuando las torres del World
Trade Center se derrumbaron en la ciudad de Nueva York el 11 de
septiembre de 2001. En la actualidad el antiguo edificio Joelma tiene
docenas de habitaciones vacías, y continúa el intento de librar al
lugar de los espíritus. Las historias que rodena el viejo edifico
siguen siendo uno de los grandes misterios de la época moderna, y
aunque algunos son escépticos en cuanto a la presencia de actividad
paranormal en el edificio, otros están completamente convencidos de
que todos los fenómenos son una realidad.
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