domingo, 1 de noviembre de 2015
31 De Octubre, La Noche De Los Muertos.
La Víspera de Todos los Santos,
Halloween, el Día de los Muertos, Samhain, la Noche de las Brujas,
cualquiera cual sea el nombre, es una noche especial que precede al
Día de todos los Santos (01 de noviembre), que ha sido considerado
durante siglos como una de las noches más enigmáticas y misteriosas
del año. Una noche de gran potencia energética, en un acto de
honrar a nuestros antepasados y el día de los muertos. Es un momento
donde los espíritus pueden cruzar libremente entre ambos mundos,
desde el espiritual al físico.
Historia
La ceremonia en honor a los difuntos se
originó en la víspera de la celebración del Año Nuevo Celta, el
31 de octubre, que fue también el festival de la cosecha que marca
el final del verano. Pero la celebración también representaba el
mal presentimiento de los meses oscuros y fríos que estaban por
venir. Esta fiesta también es llamada Samhain (el “señor de la
muerte”), los celtas creían que las almas de los muertos podían
volver a sus hogares terrenales por una noche. Como parte de las
festividades, los sumos sacerdotes construyeron enormes hogueras en
honor al dios sol, para ahuyentar a los malos espíritus y fantasmas
para guiarlos a sus hogares. Cuando los romanos conquistaron a los
celtas, las dos culturas combinaron los festivales de la cosecha
romana y el Samhain. Alrededor del año 800 d.C, la Iglesia Católica
comenzó a celebrar el Día de Todos los Santos, el 1 de noviembre
para que la gente pudiera continuar sus celebraciones precristianas
con la bendición de la iglesia. Una misa especial llamada “Todos
los Santos” se llevó a cabo para honrar a los muertos. La noche
antes del “Día de Todos los Santos” se convirtió en la víspera
de Todos los Santos o como se conoce comúnmente, la noche de
Halloween.
Samhain, la noche de la brujas
Era una creencia druídica, en la
víspera de esta fiesta se convocaba a los espíritus malignos que en
los últimos 12 meses habían sido condenados a habitar los cuerpos
de los animales. Era una creencia pagana que en esa noche del año
las almas de los muertos regresaban a sus lugares de origen para ser
alimentados. Si no se proporcionaba el alimento y el refugio estos no
se aparecerían, además estos espíritus malignos lanzaban hechizos
y causaban desastres a los que no cumplían sus peticiones. Había
una creencia predominante entre los celtas que la muerte de las almas
de los hombres buenos eran llevadas al paraíso, pero las almas de
los hombres malvados se quedaban entre la Tierra y la Luna, o del
mundo del mas allá. En la actualidad, este día también tiene una
especial celebración en el satanismo y la brujería, este es el día
en que el mismo Satanás entra en “comunión” con sus seguidores.
El día de Todos los Santos
La celebración en la Iglesia Católica
Romana, era conocida como el Día de Todos los Santos. El Día de
Todos los Santos se originó en el siglo VII cuando el Panteón de
Roma fue conquistado a los bárbaros, convertida en una catedral,
cambiando su nombre a la Iglesia de la Santísima Virgen y de todos
los mártires. Así, de honrar a “todos los dioses” (que es el
significado de la palabra griega “panteón”), el Panteón se
convirtió en el centro para glorificar a todos los santos. Este día
que honra a todos los “sagrados” santos fue realizado por primera
vez en la tarde del 13 de mayo, y fue conocido como el festival de
Todos los Santos. El día fue autorizado oficialmente en el año 835
d.C. por el Papa Gregorio IV, para mas tarde trasladarlo al 1 de
noviembre, coincidiendo con el Samhain. Todo comenzó en la tarde del
31 de octubre, que fue llamada la víspera de Todos los Santos. Del
mismo modo que el panteón pagano fue arrebatado para sus propios
usos, la iglesia añadió las costumbres del Samhain para cumplir su
objetivo de convertir el mundo al catolicismo.
México, “El Día de los Muertos”
“El Día de los Muertos” combina
creencias y costumbres aztecas con la celebración católica del Día
de Todos los Santos. Al igual que los celtas, algunos nativos creen
que sus antepasados regresarán a la tierra para visitar sus lugares
favoritos y disfrutar de su comida y bebida favorita. Las familias
limpian y preparan los cementerios creando altares con flores,
especialmente caléndulas, la flor sagrada de los aztecas. Las velas
iluminan el camino a los espíritus para disfrutar de la comida y
recuerdos de su vida anterior. Los esqueletos son los puntos focales
de sus celebraciones. A pesar de llevar el apodo del Día de los
Muertos, la fiesta es en realidad una celebración de la vida.
En la antigüedad la gente estaba
enterrada cerca de las casas de sus familiares y no había necesidad
de decorar las diferentes tumbas y los altares caseros, ya que éstos
estaban en el mismo lugar de residencia. En la actualidad los muertos
son enterrados lejos de sus casas, y las tumbas están decoradas con
la idea de que los muertos regresen allí primero. En algunos pueblos
utilizan pétalos de flores para colocarlos en los caminos del
cementerio hacia la casa para que los espíritus sean capaces de
encontrar su camino. En otros lugares, la costumbre es pasar toda la
noche en el cementerio, haciendo una cena, escuchando música,
hablando y bebiendo toda la noche.
¿Noche de oscuridad?
Ha habido muchos cambios durante los
siglos, pero la celebración a los difuntos ha permanecido igual con
el paso del tiempo. En principio, la víspera de Todos los Santos es
una noche de festividad en las que se abren muchas puertas hacia el
mas allá, en algunas ocasiones dando paso a seres oscuros invocados
por ciertos rituales nada recomendables.
Hay que recordar que es una noche con
un gran poder energético y que nuestro mundo y el de “ellos”
esta más cerca que nunca. “Abrir o no la puerta” dependerá de
nosotros.
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