sábado, 11 de julio de 2015
Duende En La Sala 3
Durante siglos, el imaginario popular
ha concebido la existencia de unas criaturillas maliciosas y
escurridizas, asociadas a lo oscuro y demoníaco, que remiten al
mismo tiempo a los dioses de las mitologías antiguas de Europa,
tales como la nórdica, la irlandesa o la escocesa. Estos seres,
conocidos como duendes (duen de casa, dueño de casa), son
considerados criaturas con rasgos humanoides de pequeña estatura y
otras características que varían según el folclor popular, pero
generalmente son representados con orejas puntiagudas y de color de
piel verde o tal vez roja o, según versiones, negra. En lo que
coinciden todas las descripciones es en afirmar su carácter
maléfico, cambiando de sitio los objetos en la casa o lugar del que
se "adueñan", provocando semi-apariciones y ruidos
extraños o rozando de forma imprevista con sus largas uñas a las
personas que habiten allí.
El caso en cuestión, a continuación,
ocurrió en la ciudad costera de Riohacha, en Colombia. Hay
testimonios reales de personas que experimentaron en carne propia un
fatídico encuentro con uno de estos seres, y aunque no sean
considerados lo suficientemente peligrosos, sí que han logrado
provocar grandes sustos e incertidumbres entre la gente que ya ha
oído de sus avistamientos; y la realidad se torna aquí mucho más
oscura que la fantasía al saber que la aparición de este duende no
acaeció en una casa de familia o en algún paraje solitario alejado
de la ciudad sino en un sitio público al que constantemente
confluyen muchas personas cada día, pero que en ciertos horarios es
poco concurrido: la sala de cine número 3 de uno de los centros
comerciales más reconocidos de la ciudad.
Corría el mes de noviembre de 2013 y
ya se empezaba a respirar en la acogedora y tropical Riohacha, la
"brisa decembrina" siempre esperada por los lugareños.
Para Lucía* había sido siempre muy complicada la interacción
social. Chica tímida de 21 años, con exceso de trabajo incluso en
fines de semana, sin tiempo suficiente para compartir eventuales
salidas con los poquísimos amigos que tenía, cuyo número se podía
contar con los dedos de una mano. De personalidad retraída y
fantasiosa, Lucía amaba las artes, pues éstas le permitían
saborear algo del placer que su visión casi siempre pesimista de la
vida y el mundo no le permitía conocer. El cine era lo que más
amaba y, por eso, el escaso tiempo del que disponía entre el ajetreo
de su trabajo y sus simultáneos estudios universitarios, lo gastaba
en disfrutar de una buena función, mucho mejor si iba sin compañía
pues podía así poner a volar su imaginación sin miramientos con
cada escena.
Como siempre, entró triunfal a la sala
3 y se dirigió al sillón correspondiente. Como era de esperarse,
nadie más estaba allí y ella así lo había deseado, pues compró
entradas para un horario de lunes en la última función nocturna a
la que era muy improbable la asistencia de más personas, mucho más
teniendo en cuenta que esa película estaba hace mucho tiempo ya
disponible en cartelera. Lucía se arrellanó en su asiento, cerró
los ojos con aire triunfal y esperó la proyección... Cinco, diez,
veinte minutos. Nada se oía. 25 minutos de tardanza. Estaba
realmente enojada y cuando se disponía a levantarse de su silla para
hacer el correspondiente reclamo, no pudo evitar sentir las pisadas
de alguien que pasaba exactamente por la fila de atrás. Sin pensarlo
dos veces, volvió la mirada hacia los asientos traseros vacíos.
Nadie ni nada más que la penumbra. Recordó el asunto del retraso de
su función y salió disparada a la salida de la sala, pero
nuevamente el ruido de los pasos la hizo frenar en seco. Una
sensación de frío recorrió su nuca al ver que de la primera fila
de sillas por debajo de un asiento descollaba una pequeña carita
de... ¿Un niño? ¿Un gato enorme?... Lucía cerró los ojos; sabía
que al abrirlos iba a descubrir que en realidad allí no estaba nadie
aparte de ella. Y así sucedió. Más tranquila, reconfortándose a
sí misma, decidió esperar sentada un poco más; un retraso técnico
de la proyección, después de todo, no iba a echar a perder su noche
de cine y lo que acababa de ver no era más que una sombra. Sí,
estaba segura. Volvió a cerrar los ojos y al momento experimentó el
mayor terror de su vida: una a una, todas las sillas empezaron a
retorcerse y a crujir como si estuviesen siendo sacudidas por
poderosos brazos. Lucía no pudo ver a nadie haciéndolo, sólo le
llegaban en la distancia unas agudísimas y penetrantes carcajadas,
parecidas a los ladridos de un cachorro. Sacando valor de donde no
tenía, corrió y logró alcanzar la puerta de entrada a la sala.
Para su sorpresa, todas las luces en el lobby habían sido apagadas.
Lucía sacó su teléfono celular y comprobó con gran horror que
eran las 2:00 am y que, en ese caso, su película había sido rodada
hacía más de tres horas. Ningún ser humano deambulaba por allí.
El centro comercial ya había sido cerrado y al sentir que un
hombrecillo se acercaba por detrás dando saltitos como de
satisfacción, Lucía continuó con su carrera, tropezó brutalmente
unos muebles del pasillo y al fin pudo tomar algo de aliento para
pedir auxilio. Cada segundo sobrecogedor se le antojaba como una hora
entera y la figura cada vez más se aproximaba. Al instante, una
puerta se abrió y la voz del guardia de seguridad hizo eco en el
oscuro lobby.
- ¿Quién está ahí? ¡Las manos
arriba o disparo!
Lucía recobró el sentido entre
paredes blancas, con enfermeras pulcramente vestidas que la asistían
y un diagnóstico de Trastorno de estrés postraumático aún no
totalmente confirmado por un equipo médico. Y, por supuesto, nunca
nadie creyó su narración de los sucesos de aquella noche y la
tomaron como una chica desequilibrada que se había escondido después
de la última función de la sala número 3. Por otro lado, ella aún
no ha podido explicarse a sí misma el vacío espacio-temporal de 4
horas en las que estuvo dentro de la sala de cine con una indeseable
compañía.
A pocos dio a conocer su experiencia,
pero por otros avistamientos de menor o mayor intensidad vividos por
personas cercanas a quien escribe estas líneas, han crecido los
rumores de lo que puede ocurrir si estás solo o con pocos
acompañantes en la sala 3 de ese mismo centro comercial; no
necesariamente en la última función pues ya hay comentarios de
frecuentes visitantes de esta sala, incluidos algunos escépticos,
que han salido de allí con la ropa manchada de tinta o pedazos de
ella arrancados y en ocasiones bastante peculiares se han sentido en
medio de las filas de asientos, pasos rápidos como de niño, que
circulan cerca de las desprevenidas piernas de aquellos que sólo
fueron a disfrutar de una película.
Abrahel La Reina De Los Súcubos
Abrahel es un demonio femenino, cuyas
características están asociadas con aquellos espíritus nocturnos
denominados súcubos. Su nombre comenzó a adquirir cierta
popularidad cuando el demonólogo Nicolás Remy la describió en su
Demonolatria (1581). Abrahel siempre toma la forma de una mujer alta
y de delicadas formas, pero no puede ocultar completamente su
naturaleza demoníaca, ya que quien se le acerque lo suficiente,
notará que un hedor fétido y nauseabundo brota de su piel.
Según algunos escritos, Abrahel
conquistó a un pastor llamado Pierrot en 1581 en una aldea a orillas
del Mosela. Abrahel se entregó al pastor a cambio de la vida del
hijo de éste, al que mató con una manzana envenenada.
Al darse cuenta Pierrot de su
complicidad en el tema se desesperó. Abrahel se le apareció de
nuevo prometiendo la resurrección del muerto si era adorado como
Dios. Así lo hizo Pierrot y adoró a Abrahel con lo que su hijo
volvió pero con una semblanza lúgubre. Al año el demonio abandonó
el cuerpo del niño que cayo fulminado despidiento un gran hedor. Fue
enterrado de forma oculta.
También es considerada como:
Abrahel, Reina de los Súcubos, demonia
que se dedica a seducir a los pobres de espíritu (principalmente a
los campesinos y gente de poca instrucción), tomando siempre la
forma de una mujer bellísima que los cautiva y dispone de ellos a su
antojo, llevándolos a cometer verdaderas locuras.
Nicolás Rémy, que la describe en su
Demonolatría con una mezcla de prudente respeto y de temor, aporta
un dato que oscila entre la crítica y el elogio, según cómo se lo
interprete; al momento de su aparición, y con sólo contemplarla,
"todos los miembros del observador se vuelven rígidos".
A los lectores varones de este blog con
problemas prostáticos, recomiendo no convocar a este súcubo para
soslayar sus padecimientos, ya que Abrahel suele agotar rápido la
vitalidad que su presencia otorga. Para aquellos que suelen
despertarse con una erección, lamento anunciarles que ya son
víctimas nocturnas de Abrahel, y nada puedo hacer para ayudarlos.
Hanako-San La Niña Fantasma de Los Baños
Hanako-San es una niña fantasma
(adolescente en algunas versiones) que acecha en los baños de las
escuelas japonesas. Los japoneses la llaman “Toire no Hanako-San”,
que literalmente significa “Hanako del baño”.
Ella tiene el pelo ligeramente corto,
negro y lacio, usa una falda roja y su mirada, según cuentan, es
capaz de helarle la sangre al más valiente.
Habita el tercer cubículo de los baños
del tercer piso; en otras versiones de la leyenda, el cuarto
cubículo; ya que, en Japón, el 4 es considerado un número maldito
por su semejanza fonética con la palabra ‘shi’ (muerte). Su
espíritu generalmente pena en los baños de mujeres, pero no son
pocos los casos de chicos que han salido despavoridos por
encontrársela en medio del mal olor, la humedad y la penumbra, ya
que ella suele preferir los baños descuidados y poco iluminados, por
lo cual los profesores, aprovechándose del miedo que inspira
Hanako-San, recomiendan a sus alumnos mantener limpios los baño.
El riesgo de encontrarte con Hanako-San
es mucho mayor si estás solo o sola: entonces, ni pienses en abrir
la tercera o cuarta puerta, porque allí la vas a encontrar, y la
mirada que te dedique rondará tus pesadillas por el resto de tu
vida, puesto que la habrás hecho enfurecer al irrumpir su privacidad
(eso si consigues sobrevivir)…
Por otra parte, cuentan que, si no
abres la puerta tres o cuatro pero sientes una presencia en el baño,
muy probablemente se trata de Hanako-San. ¿Existe forma de
averiguarlo? Por supuesto, provocándola, incitándola a
manifestarse, para lo cual puedes tocar la puerta tres veces,
llamarla por su nombre, o hacer la pregunta clave: “¿Hanako, estás
allí?”… No es seguro que te responda, aunque si lo hace, la
mayoría de versiones cuentan que dirá con voz baja y calmada: “Sí,
estoy aquí”. Una vez que sepas que está allí, realmente tendrías
que tener agallas para abrir la puerta, pues estará aún más
enfadada que en los casos de quienes abren la puerta sin haber
preguntado. No obstante, si tienes un examen en el que hayas obtenido
la máxima nota, puedes estar tranquilo pues se dice que Hanako-San
se calma y desaparece (desvaneciéndose) cuando ve que eres un gran
estudiante… Sin embargo, una versión afirma que ella, tengas o no
el examen, desaparecerá metiéndose en el inodoro y accionando la
válvula…
Ahora bien, hasta ahora solo se ha
presentado la visión más extendida de la leyenda, ya que existen
conocidas variaciones en las que Hanako-San se manifiesta de formas
sencillamente aterradoras:
• En la prefectura de Yamagata,
cuentan que Hanako-San no siempre responde con voz calmada: puede
responder con voz ronca, como de poseída por el Diablo, y entonces,
aunque no mueras, podría atacarte o asumir un aspecto tan monstruoso
que necesites varias visitas al psicólogo… O bien, según otra
creencia de Yamagata, es mejor que jamás abras la puerta pues Hanako
no es una niña sino un demonio que emplea voz de niña para que los
curiosos caigan y se queden helados al ver que en realidad se trata
de un engendro con tres metros de altura y tres asquerosas y viscosas
cabezas de lagarto.
• En cierta escuela de la ciudad de
Kurosawajiri, cuentan que, si te metes al cuarto cubículo y dices
tres veces “ichibanme hanako-san, nibanme hanako-san, sanbanme
Hanako-san” (primera Hanako, segunda Hanako, tercera Hanako), una
mano blanquecina aparecerá por encima de la puerta del baño,
resplandeciendo espectralmente con su luz de ultratumba…
• En una escuela de la ciudad de
Yokohama, los alumnos creen que, si vas al cuarto cubículo del baño
de los chicos y le das vueltas al inodoro unas tres veces o más
mientras insultas a Hanako-San, una mano ensangrentada ascenderá
desde el hueco del inodoro e intentará atraparte.
• Diferente a las anteriores, en
muchas escuelas de Japón existe la superstición de que, si te
raspas la rodilla en el patio de la escuela, te podría salir el
temido “Hongo Hanako”, el cual es como una mancha blanquecina
que, según cuentan, de alguna u otra forma te transmite Hanako-San
desde su costra, puesto que ésta está llena de ese tipo de hongo.
Probablemente te preguntarás cuál es
el origen de Hanako-San, y desde cuándo empezó a hablarse de ella.
La verdad es que ésta chica fantasma ha estado en boca de los
japoneses desde la década de los ochenta, ya que en ese entonces
emergió como leyenda propia de la cultura popular urbana. No
obstante hay quienes dicen que ya en los años cincuenta se hablaba
de Hanako-San, aunque mucho menos. En cuanto a su origen, se han
planteado las siguientes versiones:
• Durante la Segunda Guerra Mundial,
Hanako-San estaba jugando a las escondidas cuando ella y los demás
alumnos fueron sorprendidos por una alarma de bombardeo, y entonces
ella se escondió en el baño y allí murió cuando las bombas
enemigas la volaron en pedazos…
• El padre de Hanako-San era un
sujeto abusivo, violento, pervertido y medio loco, que cierto día
enfurecido la persiguió para matarla, dándole muerte en un baño
después de que ésta se escondiera allí.
• Hanako-San murió en un accidente.
Unas versiones (en Fukushima) dicen que se cayó por la ventana de la
biblioteca de la escuela; otras, más coherentes, que se cayó por la
ventana del baño.
• Parecida a la del padre, una
versión cuenta que la madre de Hanako tenía problemas mentales y
estaba perdiendo progresivamente la cordura, hasta que un día perdió
la razón e intentó matar a su hija, dándole muerte en el baño,
lugar en el que Hanako se había escondido.
• La más siniestra de las versiones,
cuenta que la escuela (muy probablemente un internado) de Hanako
estaba en un área boscosa, y Hanako había salido a dar un paseo
entre los árboles, cuando de pronto se percata de que un hombre (con
un hacha en la mano) la estaba mirando en forma perversa y
malintencionada, ante lo cual ella se asustó y echo a correr rumbo a
la escuela (que al parecer estaba casi vacía en esos momentos),
ocultándose en un salón, donde estuvo agazapada hasta que, ante la
proximidad de las amenazantes pisadas, corrió rápidamente al baño,
donde se ocultó en el cuarto cubículo, cerrando la puerta con
picaporte. Sin embargo el hombre escuchó el ruido de la puerta y
sabiendo donde se escondía dijo en voz alta: “”hanako-san
asobimashou” (¡Vamos a jugar, Hanako!)… Y entonces comenzó a
fingir que la buscaba, hasta que llegó al baño y a hachazos,
destrozó la puerta del baño y el despedazó a Hanako…
• Por último, algunos creen que
Hanako se suicidó en el baño, cosa que sí es creíble puesto que
Japón tiene uno de los mayores índices de suicidios, incluyendo
casos de adolescentes y niños, los cuales algunas veces se han
matado por la presión social en torno a la obtención de buenas
notas, tales como las que hacen que Hanako se desvanezca… ¿será
por coincidencia?…
jueves, 9 de julio de 2015
Las Grayas
Las Grayas o Greas (en griego antiguo
Γραῖαι Graĩai, ‘viejas’) eran deidades preolímpicas,
tres hermanas hijas de Forcis, uno de los aspectos del ‘anciano
hombre del mar’ (halios geron), y Ceto, por lo que se cuentan entre
los Fórcides (siendo a veces consideradas deidades marinas,
personificaciones de la espuma del mar). Las Grayas nacieron ya
ancianas y con cabellos grises, aunque los poetas las designaban a
veces eufemísticamente como «hermosas», y fueron haciéndose más
y más viejas.
Sus nombres eran Dino (‘temor’, la
anticipación del horror), Enio (‘horror’, la «Destructora de
Ciudades» que tenía una identidad separada de sus hermanas) y
Pefredo o Penfredo (‘alarma’). Como otros conjuntos de viejas
brujas de los niveles más antiguos de las mitologías germánicas y
nórdicas, tenían un solo ojo y un único diente para todas, que
compartían y usaban por turnos, durmiendo las dos a las que no les
toca. Vivían en una cueva situada muy lejos hacia el ocaso, en un
lugar donde siempre era de noche.
Las Grayas pueden ser comparadas con
las tres hilanderas del destino (las Moiras), las Nornas noreuropeas,
o con la diosa báltica Laima y sus dos hermanas.
Dentro de la mitología se habla de
ellas cuando se relata el itinerario que el héroe Perseo realizó
para matar a Medusa. Este sabía que las Grayas guardaban en secreto
la única manera de matar a la Górgona y que consistía en conseguir
unas sandalias aladas, el casco de invisibilidad de Hades y la
kibisis (una especie de bolsa en donde guardar la cabeza de Medusa).
Todos estos objetos los poseían las ninfas y precisamente las Grayas
también conocían el lugar en donde éstas se hallaban. Dado el
carácter esquivo y poco amable de las tres hermanas para con los
extraños Perseo era consciente que no le facilitarían sus
conocimientos a no ser que las obligase. El héroe obtuvo la
información gracias a la idea de tomar el ojo cuando una de las
hermanas se lo pasaba a otra y así logró forzarlas a revelar los
datos so pena de no devolverles el órgano de visión. Una vez que
contaron a Perseo todo lo que sabían al respecto este les devolvió
el ojo que aun comparten y guardan.
La Bruja Baba Yaga
La bruja Baba Yaga, una popular leyenda
del antiguo folclore eslavo, propio de la narrativa skazki. La
leyenda habla de una extraña mujer que habita los fríos bosques de
Rusia y sobrevive devorando niños. Sin embargo la existencia de la
bruja no es sólo para aterrorizar a los humanos, tiene la obligación
de proteger la frontera entre el mundo mortal y el espiritual. Además
de su crueldad también se conoce un lado positivo que depende de
cómo su adversario o héroe negocie con ella.
Naturaleza de la leyenda
En un principio Baba Yaga estaba
relacionada con la canción del coco: “Duerme tesoro, que viene el
coco y se come a los niños que duermen poco”. Su presencia en
canciones y cuentos de monstruos que se llevan a niños maleducados
servía para que, por medio del miedo, los pequeños obedezcan a sus
padres. La naturaleza siniestra de Baba Yaga pertenece a la brujería,
y su labor también consiste en transmitir sus conocimientos de
brujería a las mujeres. Estos “poderes”, eran transmitidos de
madre a hija, de ellos se conocen las propiedades de las plantas para
hacer pociones, y que en la antigüedad servían para curar, matar,
enamorar, y como anticonceptivo.
La apariencia de Baba Yaga varía
dependiendo de cada relato, pero en la mayoría de ellos no es muy
agraciada y la describen como una anciana alta, huesuda, arrugada y
fea, que tiene la nariz aguileña de color azul. Sus pechos son de
piedra al igual que su afilada dentadura. Sus dientes son capaces de
roer la madera. A menudo es denominada “la de las patas huesudas”
o “Baba Yaga pierna huesuda”. Su enmarañado cabello gris parece
flotar, dándole siempre un macabro aspecto a su alargado rostro. Se
rumoreo que la relación entre la bruja y la serpiente se debe a que
Baba Yaga tiene solo una pierna.
Cuando Baba Yaga aparece, su presencia
es anticipada por los chasquidos de madera seca que los árboles
hacen, seguido de un viento tempestuoso que la impulsa a salir del
bosque como un torbellino malvado. La naturaleza ayuda a la bruja a
emboscar a su presa, ya sea el héroe del cuento o los entrometidos
niños que se perdieron en su territorio. Una vez que Baba Yaga
aparece, ella procede a atacar a sus víctimas golpeándolas con sus
pechos de piedra y mordiéndolas como un animal salvaje. Resulta
imposible escapar de la bruja debido a su excelente olfato, el mismo
que le permite rastrear a sus víctimas, dicen las leyendas que huele
el miedo de sus presas.
Baba Yaga en la historia
De acuerdo a los textos antiguos de las
leyendas rusas, Baba Yaga era una ancestral diosa de la tierra
eslava, antes de que las deidades rusas ascendieran al poder. Sin
embargo en otras mitologías es buscada por su sabiduría, por ser
protectora de las “Aguas de la vida y de la muerte”, líquido con
el que se pueden curar heridas y devolver la vida. Baba Yaga es
también responsable de los ciclos de la naturaleza, los cuales son
guiados por tres jinetes en armadura que controlan el tiempo. Los
colores que usan son: blanco, rojo y negro, los que representan el
amanecer; el día y la noche. La bruja está pendiente de ellos y en
ocasiones los sigue montada en una especie de cubo, y rema el aire
usando una escoba.
El nombre de la bruja connota su
naturaleza y labor en el mundo, el que está compuesto por dos
elementos. El primero “Baba” se traduce como abuela o anciana en
muchas de las variaciones eslovacas. Mientras “Yaga”, es un
diminutivo femenino para el nombre Jadwiga. “Yaga” también se
deriva del antiguo verbo ruso: “Yagat”, que significa abusar o
encontrar faltas.
Baba Yaga es una anciana soltera, pero
en otros relatos rusos, ella está acompañada de su hija Marinka.
También existen rumores de que es la abuela del Diablo, ésto
sugiere que tuvo varios hijos, hasta 41 de acuerdo a muchas leyendas.
El misterio de su hogar
La casa de Baba Yaga está escondida en
lo profundo del bosque del Este de Rusia, vivienda de madera conocida
como izbushka. Ubicada en el límite del mundo de los mortales y de
los espíritus, por ende la bruja es la protectora de la frontera
entre los dos mundos. Su hogar no es como cualquiera, debido a que es
sostenido por dos grandes patas de gallina, construcción que se
mueve por voluntad propia. En algunas descripciones no tiene ventanas
y en otras fábulas sí, también está adornada con los cráneos de
infantes en los cuales pone velas dentro para iluminarla. La puerta
de entrada normalmente está escondida y no se abrirá a menos que la
frase mágica sea dicha: “Izbushka, izbushka, da la espalda al
bosque y el frente hacia mí”. En castellano la oración se puede
repetir como: “Casita, casita, da la espalda al bosque y gira hacia
mí”.
La vivienda está protegida por un
sortilegio cuyo efecto hace variar su tamaño. En algunas ocasiones
es más pequeña que un ataúd, es por eso que a veces se ve a Baba
Yaga totalmente constreñida por las paredes de madera, con la cara
aplastada en la ventana y las piernas encogidas. Pero en otros
relatos la vivienda es mucho más grande, y rodeada de una cerca
hecha de huesos, decorada con calaveras, cuya puerta está enmarcada
con huesos de piernas y su cerradura es una boca con dientes
afilados. El interior de la choza está atiborrado de carnes y vino,
también está protegido por sirvientes invisibles que con manos
espectrales atienden a la bruja. Esto sugiere que la casa tiene la
capacidad de preservar la comida. En los cuentos de la bruja, ella
usa la chimenea de su izbushka para salir por los aires y proteger su
guarida.
De acuerdo a las leyendas la izbushka
de Baba Yaga protege la entrada de un mundo subterráneo, y es en
este lugar donde el poder de la bruja es invencible, y hasta los
animales le obedecen. Aquí es donde Baba Yaga crea pociones mágicas
y objetos místicos, como por ejemplo el garrote que convierte todo
lo que golpea en piedra, o el guslis, un instrumento de cuerdas que
se toca solo en la vivienda. Finalmente están sus medios de
transporte mágicos, como lo son alfombras voladoras y el mortero que
monta, para merodear por el bosque en busca de nuevas víctimas.
Fabulas y magia
En muchos cuentos de la bruja Baba
Yaga, se revelan sus habilidades. Ella es una anciana horrorosa y
malévola, que vive en lo profundo del bosque sin las comodidades del
mundo moderno. Sin embargo la bruja ha podido resolver el dilema de
la juventud que las mujeres envidian, el secreto para convertirse de
vieja a joven en segundos, sortilegio que usa para engañar al héroe
de los cuentos y así poder matarlo.
Entre sus hechizos, la bruja también
tiene respuestas para cualquier duda, algunos relatos sugieren que
puede responder la razón de la existencia del ser humano. Sin
embargo cada pregunta que ella acepta la envejece un año, por ello
la bruja no está dispuesta a responder siempre y para pedir su
consejo hay que ir preparado con el espíritu limpio, aunque hay
rumores que hablan de un té de rosas azules que niega los efectos de
envejecimiento de cada pregunta.
Las fabulas se han encargado de
describir la naturaleza de Baba Yaga, quien gusta de comer niños
pequeños, pero no por ello está en contra de alimentarse de adultos
que husmeen en su territorio. En algunos cuentos, cuando la bruja ya
ha capturado al héroe, éste engaña a las hijas de Baba Yaga para
que entren primero al horno y por ende la anciana ermitaña termina
comiéndose a sus hijas y no al héroe. También hay cuentos que
hablan de los sirvientes de Baba Yaga, quienes se encargan de someter
a las víctimas para después prepararlas en el horno. Es en este
relato que la víctima se disfraza con la ropa de las hijas de la
bruja y por ende los sirvientes cocinan a las hijas. Estas
narraciones sugieren que Baba Yaga no está tan pendiente de sus
víctimas, por lo que ha sido engañada en muchas ocasiones y el
héroe ha vivido para contar su aventura.
La Araña
Uru era el nombre de una princesa
heredera de un trono inca. Su padre, el curaca Kúntur Capac, había
procurado darle esmerada educación, pero la princesita, que vivía
envuelta en lujos y refinamientos, era sumamente díscola y
caprichosa. Pasaba los días comprando ricas telas y exóticos
tocados y no cumplía con las obligaciones propias de su condición,
escapándose de la tutela de ayos o maestros.
El Hamurpa, preocupado
por su indolencia y egoísmo, interpelaba al curaca : "Tú
sabes que estás enfermo y próximo a morir, Kúntur Capac - solía
decirle - Y tu hija heredará este trono, para el que no está
preparada. Nada sabe de nuestra historia, de nuestras costumbres y
necesidades, no realiza ninguna tarea útil o noble y sólo se ocupa
en vestirse, adornarse y saborear manjares costosos que hace traer de
lejanos lugares". El curaca Capac, preocupado por sus palabras,
procuraba inculcar a Uru el sentido de la responsabilidad de su
futuro cargo. Todo era en vano : Uru malgastaba grandes sumas en
adquirir telas exóticas, adornos de oro y plata con que embellecía
sus tocados, y pasaba indiferente y desdeñosa ante los súbditos que
se agolpaban alrededor de su killapu sin un solo gesto benévolo ni
humanitario hacia ellos.
Por fin llegó el día temido en que el
curaca falleció. Su muerte fue lamentada por espacio de siete días
y siete noches, con llantos y lastimeros cánticos religiosos con los
que le expresaban su tristeza y su miedo por el destino que les
esperaba en manos de la nueva reina. La joven, impresionada al
principio por la muerte de su padre y su nuevo cargo, obedeció en
todo a Hamurpa y gobernó con verdadera inteligencia, pero pronto se
cansó de ello. Volvió a su vida egoísta y, embriagada por su
poder, malgastó cuantiosas sumas en cumplir con sus caprichos;
pronto empobreció las arcas del palacio y comenzó a oprimir al
pueblo con elevados impuestos, con los que podría mantener sus
gastos.
Un día en que Hamurpa y otros
consejeros ancianos procuraban conmoverla para que prestara atención
a las necesidades de su pueblo, Uru decidió desembarazarse de ellos.
"Tomen prisioneros a todos los consejeros de mi padre y
azótenlos hasta que mueran - ordenó - imperiosa y soberbia. Desde
ahora en adelante, no conozco otros consejeros que mis deseos. Y no
me importa que mi gente se empobrezca o carezca de tierras y
alimentos. Yo, heredera directa de los incas, he nacido para gozar de
la vida y ser obedecida". Y para ratificar su orden, tomó ella
misma su cinturón trenzado en blando cuero de cabras y comenzó a
golpear a los ancianos sacerdotes. No pudo, sin embargo, proseguir
con su furia destructiva, su brazo quedó paralizado, y toda ella
enmudeció ante una figura bellísima y majestuosa que se presentó
interponiéndose entre los sacerdotes y la reina. "Has llegado
demasiado lejos, princesa Uru - le advirtió la voz de la diosa -.
Hemos decidido castigarte y liberar a tu tribu de tus desvaríos y tu
mal gobierno. A partir de ahora sabrás lo que significa luchar por
tu propio sustento. Trabajarás continuamente, sin descanso por los
siglos de los siglos". La envolvió con su oscuro manto y la
hizo desaparecer ente los ojos estupefactos de los consejeros.
En su lugar había quedado un insecto
pequeño, de cuerpo oscuro y velloso, provisto de ágiles patas, que
comenzó inmediatamente a tejer una complicada tela con el hilo que
extraía de su propio cuerpo. Desde entonces Uru, la araña de
nuestra leyenda sigue tejiendo sin descanso para ganar el perdón de
los dioses por sus antiguos errores.
martes, 7 de julio de 2015
Los Niños Fantasma Que Evitan Accidentes De Tren
Uno de los sitios más famosos en San
Antonio (Texas, Estados Unidos) para presenciar fenómenos
sobrenaturales, está ubicado al sur de la ciudad en unas vías de
tren en desuso, dónde supuestamente un grupo de niños fantasma hace
que los vehículos se muevan sin que estos sean manipulados por sus
conductores.
Cuenta la leyenda que a inicios de los
años 40, un autobús lleno de niños escolares se quedó varado en
las vías y que el chofer, en lugar de buscar ayuda, pidió a los
niños que lo empujaran para moverse de allí.
Sin embargo, el tren arrolló a todos
los niños y al conductor. Desde entonces se cree que los espíritus
de los fallecidos permanecen en el sitio y son responsables de las
supuestas actividades fantasmagóricas.
En algunos videos en Youtube, se pueden
apreciar presuntas marcas de los niños, después de que empujan el
coche. Esto es posible porque varios curiosos han llenado de talco la
parte delantera de sus autos para corroborar las leyendas. He aquí
uno de los videos:
Son varias las personas que acuden al
lugar para conocer los insólitos hechos.
La prueba más fehaciente de la
actividad paranormal ocurre cuando se coloca un coche sobre las vías,
se pone en velocidad neutra y éste comienza a moverse. Los "niños
fantasma", supuestamente, deslizan los autos para que no vayan a
ser arrollados por el tren como ocurrió con su autobús.
¿Verdad o realidad? Algunas personas
sostienen que estos eventos tienen una explicación científica pero
otros creen que son fenómenos sobrenaturales.
El Krampus: Demonio Navideño
Todos sabemos que la navidad, es la fecha de Papa Noel o Santa Claus, pero en
algunos países de Europa, también hay una oscura versión del
hombre de rojo, y si en la mayoría de lugares a los niños malos
Santa Claus les trae carbón, en el folclore alpino, a los niños
malos se los lleva en un saco un demonio muy malo llamado Krampus.
En todas las culturas hay alguna
leyenda o personaje que asusta a los niños y se los lleva, como “el
hombre del saco”, “el coco”. Este demonio llamado Krampus
cumple la misma función, pero es además el duende anti-navideño,
lo opuesto a Papa Noel. La palabra Krampus proviene del antiguo
alemán “krampen”, que significa garra. Es conocido también
como: Knecht Ruprecht, Klaubauf, Pelzebock, Schmutzli.
Este demonio es sirviente de Santa
Claus y es el encargado de castigar a los niños malos en las
vísperas de Navidad y si los niños no se portan bien, los lleva al
infierno en su cesta. Su leyenda procede del centro de Europa,
especialmente de la región alpina, con una antigüedad de miles de
años.
Según la leyenda, este demonio que
vive bajo tierra, aparece en la tarde del 5 o 6 de diciembre,
merodeando las calles durante dos semanas haciendo sonar campanas y
cadenas oxidadas que usa para asustar con su presencia. Su apariencia
es representada por una criatura parecida al íncubo, con un rostro
diabólico acompañado de una larga lengua roja, con cuernos en la
frente y mirada enfermiza. Su cuerpo está cubierto por un oscuro y
tupido pelaje, sus patas son similares a las de un fauno. En muchas
imágenes es ilustrado con una canasta en su espalda, donde lleva los
niños malos para después llevarlos al infierno.
En otras culturas el Krampus también
es representado por un viejo con barba cerrada y pelo canoso, su
aspecto es el de un ermitaño, con el pelo desaliñado, pero que
recuerda mas al San Nicolás que premia a los niños buenos.
Europa tuvo una gran variedad de
“demonios navideños”, producto de sus raíces paganas. En la
edad media, la celebración de la Navidad se parecía a las fiestas
de Halloween, ya que la gente se disfrazaba de “demonios
navideños”, y pedían comida y bebida en las calles.
Krampus fue aislado y condenado por la
iglesia católica, por ser un demonio pagano, pero no se logro
erradicar una tradición tan arraigada. A finales del siglo XX las
fiestas de disfraces y reuniones sociales recuperaron la figura del
Krampus. Ahora los jóvenes de muchas zonas de Europa como Austria y
Hungría se disfrazan de Krampus mientras se divierten y asustan a
los niños en divertidas cabalgatas. En Austria, durante el día de
San Nicolás, llamado también la noche de Krampus
“Krampusnacht”,muchos adultos disfrazados de esta criatura con
trajes que pueden superar los 40kg de peso, comienzan un antiguo
ritual conocido hasta el presente como la “Carrera del Krampus”,
en el que los disfrazados portan antorchas y se abren paso por las
calles asustando y fustigando con ramas secas a mayores y niños.
Las Aguas Del Bermejo
Las tierras que recorría el Bermejo
eran disputadas por dos tribus enemigas: los tobas y los matacos. La
mayor afrenta que sufrieron los tobas durante esa larga guerra fue la
captura de la hija del cacique, que pasó de vivir en sus chozas a
las de los matacos. Aunque extrañaba a los suyos, poco a poco sus
captores se le hicieron menos extraños, sobre todo desde que conoció
al hijo del cacique y comenzaron a pasar largas horas juntos.
Se
enamoraron. Pero sus relaciones eran imperdonables. La unión entre
una toba y un mataco estaba prohibida por los hombres y maldita por
los dioses. Cuando el consejo de la tribu dio órdenes estrictas para
prohibir los encuentros entre los jóvenes, ellos establecieron citas
secretas y se amaron más todavía a la sombra de su sigilo.
El cacique habló con voz suave y
firme. Era preciso que todos respetaran las tradiciones de la tribu,
con más razón tratándose del heredero de la autoridad: se les
exigía la separación inmediata y definitiva.
Ante la decidida oposición de los
jóvenes príncipes, el consejo emitió el fallo final: los amantes
serían sacrificados, se les arrancarían los corazones y éstos
serían arrojados al río, como lección y advertencia para quienes
se atreverían a contrariar las leyes de los hombres y las
disposiciones divinas.
Al mediodía los jóvenes fueron
llevados a lo alto del barranco y muertos por el haiawú, cuando el
agua aceptó sus corazones sangrantes y se tiñó de rojo para
siempre.
A los pocos días hombres, mujeres y
niños volvieron al barranco para comprobar la noticia que se había
difundido: los corazones no habían sido arrastrados por la
corriente; flotaban juntos exactamente en el mismo lugar en que
habían caído. Pasados varios días se acordó sacar los corazones
del agua y convertirlos en cenizas, para que no quedara rastro de ese
amor. A través de una gran ceremonia quemaron los corazones en una
gran hoguera. Cuando los indios se retiraron a sus chozas sólo
quedaba un montículo grisáceo y una tenue cortina de humo.
Días después, cuando un enviado
volvió al lugar para comprobar que las cenizas hubieran sido
dispersadas por el viento, vio con un asombro cercano al terror que
donde estuviera la pira había crecido un arbolito desconocido. Entre
sus verdes hojas mostraba dos únicas flores rojas, una al lado de la
otra, en forma de corazón.
A la sombra del letanetá, como
llamaron los matacos a la nueva planta, y mecida por las aguas del
río que encontró su nombre, nació entonces la amistad entre tobas
y matacos, que todavía luchan en el monte para sobrevivir
domingo, 5 de julio de 2015
La Hora De Las Brujas
La hora de las brujas, según el
folclore europeo, corresponde al momento en que se cree que aparecen
y son más poderosas las criaturas sobrenaturales, como brujas,
demonios y fantasmas. También se cree que a esta hora la magia negra
es más eficaz. Suele ser a la media noche, o el «tiempo a mitad de
la noche cuando se dice que las cosas mágicas ocurren».
El término se usa para referirse a
cualquier hora ya entrada la noche, incluso sin tener asociadas
creencias supersticiosas, como puede verse en la definición del
diccionario Webster: «La mitad de la noche, especialmente la media
noche». El término «hora de las brujas», también puede referirse
al período comprendido entre la medianoche hasta las 3 de la mañana.
A «las 3 a. m. [es] la hora del diablo, en oposición a las 3 p. m.,
la hora en que se dice que Jesús fue crucificado». Según otras
publicaciones, la hora de las brujas comienza a las 3 a. m. La hora
antes de la medianoche se utiliza también para la práctica de la
brujería.
Se cree que el "significado oculto
de las palabras" es más fácil de descifrar a medianoche, lo
cual explica por qué los encuentros con fantasmas, duendes y otros
seres sobrenaturales ocurre más a menudo durante este periodo. La
hora de la brujería de la medianoche no sólo es mágica, sino que
se halla rodeada de cientos de tradiciones y leyendas populares,
supersticiones y presagios, como los siguientes:
- Si un reloj da 13 campanadas en vez
de 12 a la medianoche, se considera un mal presagio. Otra
superstición sostiene que la decimotercera campanada invoca al
diablo.
- En Inglaterra, se dice que la
terrible mala fortuna perseguirá a la familia real dentro de los
siguientes 13 meses si el Big Ben de Londres da las campanadas
irregularmente a la medianoche.
- De acuerdo con una leyenda ancestral,
las brujas pueden hacerse invisibles o convertirse en animales cuando
el reloj marca las 12. Asimismo, la hora de las brujas es el momento
en que todos los hechizos, ya sean de magia negra o blanca, se
realizan.
- La hora de la brujería puede traer
un ataque temporal de locura conocida como "locura de
medianoche" en ciertos individuos. Esto, a menudo, se relaciona
con la Luna Llena y su supuesto poder para producir demencia (o
"locura lunar") y, en algunos casos, zoomorfismo
-especialmente licantropía.
- La medianoche es el punto de
transformación cuando un día cambia al siguiente. En las mentes de
los ancianos, esto une inequívocamente la hora de la brujería no
sólo con la transformación del tiempo, sino también con las
transformaciones físicas.
- En las antiguas tradiciones y
leyendas populares europeas, la hora de la medianoche -especialmente
cuando la Luna está llena- es el tiempo en que los comportamientos
violentos se despiertan, los profanadores de tumbas vagan por los
cementerios, los demonios se manifiestan, y los hombres malditos se
transforman en hombres lobo para merodear la tierra en busca de
víctimas humanas. No es sino hasta los primeros rayos de la dorada
luz del alba que ilumina el horizonte que los vivos están
verdaderamente a salvo de la maldad de estos monstruos
sobrenaturales.
- Es común que las sesiones
espiritistas se lleven a cabo a medianoche, ya que la mayoría de los
llamados médium creen que en esta hora, en la que el pasado
meridiano y el antes meridiano se cruzan, es cuando los espíritus de
los muertos se inquietan y la comunicación con ellos es más
efectiva.
- La medianoche del Halloween es un
momento muy especial, pues durante siglos, se ha acostumbrado que las
damas y caballeros solteros efectúen rituales anuales de adivinación
que les permitan determinar quiénes serán sus futuros consortes y
cómo serán.
- La medianoche del 31 de Octubre
también es una hora envuelta en muchas tradiciones, leyendas
populares, creencias y supersticiones. Por ejemplo, si escucha
pisadas siguiéndole de cerca de la medianoche del Halloween, tenga
cuidado de no voltear a ver porque puede que sea el Diablo que viene
por usted. Si una persona no hace sombra en la medianoche del
Halloween, se dice que es presagio de su muerte. Otra vieja
superstición sostiene que todas las personas destinadas a morir
antes de Halloween se podrán ver caminando a través de o flotando
sobre los atrios a la hora de la brujería en la víspera de Todos
los Santos.
La Mujer De Piedra
Esteco era un pueblo tan rico que su
gente no se conformaba con las comodidades y hacía uso del vicio y
el derroche.
Cierto día llegó hasta allí un raro
personaje que comenzó a predicar la necesidad de volver al camino de
Dios y a las buenas costumbres. Era un anciano de vestimenta humilde,
larga barba, poco cabello y mirar severo.
Predicaba a cuanto grupo humano
encontraba a su paso, terminando con su profecía.
Salta...saltará
San Miguel florecerá
¡Esteco perecerá !
Algunos lo escuchaban por curiosidad,
otros con cierto temor, pero la mayoría se burlaba y hasta
inventaban bromas para mofarse del castigo que anunciaba el anciano.
Una familia del lugar le había
brindado alojamiento y afecto. El era español, ella india y tenían
una hija llamada Milagro. Al atardecer del 13 de setiembre de 1692,
cansado ya de predicar sin ningún fruto, el anciano habló a esta
familia previniéndoles la proximidad de un fuerte temblor. Les
pidió que se alejaran de Esteco y cuando lo hicieran no se dieran
vuelta por más ruidos y clamores que escucharan.
En una de las majestuosas residencias
del pueblo se celebraba una gran fiesta a la que habían concurrido
las más importantes y acaudaladas familias.
Era ya medianoche. De pronto
se oyeron los bramidos de la tierra... ¡Temblor !. ¡Temblor !.
Milagro y sus padres caminaban a las
puertas del pueblo recordando la profecía. ¿Quién era aquel
misterioso personaje ? De repente Milagro escuchó una voz conocida
que la llamaba y olvidando la prevención del ermitaño se dio
vuelta. En este instante se quedó inmóvil, transformada en piedra.
La orgullosa ciudad de Esteco se
perdió. Actualmente en el lugar hay un monte cautivante en cantares
y leyendas.
La Quemada
En el siglo XVI, vivía en México un
español llamado Gonzalo Espinosa de Guevara, llegado a estas tierras
con fortuna y con una hija de cerca de 20 años de nombre Beatriz.
Enorme fortuna, belleza y virtud le
agenciaron a la muchacha innumerables suplicantes, que nunca lograron
su amor.
Hasta que llegó don Martín de
Seópolli, noble italiano que se enamoró locamente de ella al punto
de no permitir el paso de ningún caballero por la calle donde vivía
Beatriz. Lo que evidentemente no les pareció justo a los demás
pretendientes. Muchas veces se discutió al ritmo de las espadas,
saliendo vencedor siempre el italiano. Todas las mañanas se
encontraba el cuerpo herido o sin vida del osado que pretendió
acercarse a la casa y ella, aunque amaba a Martín, sufría porque se
derramaba tanta sangre por su culpa y también por los celos de su
amado.
Una noche en ausencia de su padre e
inspirada por el martirio de Santa Lucía -que entregó lo más
preciado de su rostro, sus ojos, al pretendiente que con su
insistencia trataba de alejarla de la virtud-, llevó a su recámara
un brasero encendido, y mientras lloraba y pedía fuerza a la Santa,
hundió su rostro en el fuego, pensando que no podía permitir que
don Martín siguiera matando a más inocentes, hasta que cayó sin
conocimiento.
Un fraile al escuchar su grito de dolor
entró a la casa, la auxilió con remedios caseros mientras le
preguntaba qué había pasado. Beatriz le explicó y dijo que
esperaba que cuando don Martín viera su rostro dejaría de celarla,
amarla y de matar a tantos caballeros. La reacción de don Martín al
retirar el velo con el que se había cubierto la cara y mirar el
hermoso rostro desfigurado fue arrodillarse y declarar su amor. Pidió
su mano a Don Gonzalo y días más tarde se casó. Ella entró a la
iglesia con la cara cubierta por un tupido velo blanco y después,
las pocas veces que salía, siempre lo hizo con el rostro tapado.
Nadie volvió a ver el hermoso rostro de Beatriz, que Don Martín,
calmado en su amor propio, guardó en el pensamiento.
viernes, 3 de julio de 2015
El Abrazo Mortal de la Rusalka
Dentro de la mitología eslava, una
rusalka (plural: rusalki) era un fantasma, ninfa del agua, súcubo o
demonio que vivía en un canal.
De acuerdo con muchas tradiciones, una
rusalka era una sirena, quien vivía en el fondo de los ríos. A
medianoche, acostumbraban salir y bailar en los prados. Si veían a
un hombre hermoso, lo hechizaban con canciones y bailes, y entonces
lo conducían al fondo del río a vivir con ellas. Las historias
acerca de las rusalki tienen paralelismos con la Nix griega y la
banshee irlandesa.
En algunas ocasiones se dice que la
rusalka es un ser muerto, asociado con la "fuerza oscura".
De acuerdo con Zelenin, las personas que han muerto violentamente y
antes de tiempo, así como aquellas mujeres que se han suicidado
porque su novio rompió con ellas, o aquellas que se quedaron
embarazadas fuera del matrimonio, deben pasar el tiempo asignado de
vida como espíritus en la tierra.
Existe otra versión que sostiene que
una rusalka es el alma de una mujer joven que ha muerto cerca de un
río o un lago, y embruja dicho lugar. No es necesariamente mala, y
le será permitido morir en paz si su muerte es vengada.
También se dice que son niños que no
han sido bautizados, por lo general aquellos que nacieron fuera del
matrimonio y que son abandonados por sus madres. Estos seres vagan
por el bosque y piden ser bautizados para poder tener paz. No son
necesariamente seres inocentes, e incluso podrían atacar a un ser
humano.
Debido a que el lugar al que pertenece
es el río en que murió, la rusalka puede salir de él y trepar a un
árbol, donde se sienta y canta, puede ir a un muelle y cepillar su
cabello, o unirse a otras y bailar en el campo.
En algunas ocasiones se dice que los
ojos de una rusalka brillan como fuego verde, en otras se dice que
ellas son extremadamente pálidas, sin pupilas visibles, como en el
famoso dibujo de Iván Bilibin. Su cabello es descrito como de color
verde, y siempre húmedo. Según algunas leyendas, si se secase su
cabello, la rusalka moriría.
A las rusalki les gusta seducir a los
hombres. Los seducen con su canto y después los ahogan. Los hombres
que son seducidos pueden morir en sus brazos, y se dice que oír su
risa, también puede provocar su muerte.
Gráciles hechiceras de ríos, arroyos
y estanques, las rusalky rusas tenían fama de asesinas de hombres,
atrayendo a sus víctimas hacia una muerte líquida. No obstante,
algunas rusalky amaban a los mortales y una incluso abandonó su lago
para casarse con un príncipe. La única condición para la unión
era que la rusalky permanecería entre los humanos mientras él le
fuera fiel. Ante una infidelidad, la rusalka volvía a su hogar y un
simple abrazo significaría la muerte.
Se creía que las "rusalki"
eran más peligrosas durante la Semana de las Rusalka a principios de
junio. Durante esta época abandonaban la profundidad de las aguas
para columpiarse en las ramas de los abedules y de los sauces por las
noches. Nadar en esta semana estaba estrictamente prohibido por temor
a que las sirenas arrastrasen al nadador hasta el fondo del río.
Max Vasmer subraya que la misma palabra
rusalka hacía referencia a los bailes de las jóvenes durante
Pentecostés. La palabra proviene del griego ῥουσάλια, o
sea, "rosalia", que es el término en latín para denominar
la semana de Pentecostés (que significaba en sus orígenes "el
festival de las rosas").
Atracción Enfermiza y Letal
El sargento Bertrand es un hombre de
constitución delicada, carácter extraño, desde la niñez reservado
y amante de la soledad. Los antecedentes sanitarios de la familia no
se conocen suficientemente, aunque consta que ha habido casos de
enfermedad mental entre sus ascendientes. Parece ser que ya desde
niño estaba poseído por un inexplicable impulso destructivo. Rompía
todo lo que se le ponía por delante. Ya en la infancia descubrió el
onanismo sin necesidad de incitación alguna.
Con 9 años empezó a
sentir inclinación por personas del sexo opuesto. Con 13 años se
despertó en él un poderoso deseo de obtener satisfacción sexual
con mujeres; se masturbaba con frecuencia. Mientras lo hacía se
representaba siempre en su fantasía una habitación llena de
mujeres. Imaginaba que realizaba el acto sexual con ellas y que
mancillaba sus cadáveres. Ocasionalmente surgía en tales
situaciones también la idea de hacer algo con cadáveres masculinos,
pero acompañada de una marcada repugnancia.
Con el tiempo sintió la necesidad de
llevar a la práctica tales situaciones con cadáveres reales. A
falta de cadáveres humanos, se hacía con cadáveres de animales,
les abría el cuerpo, extraía las entrañas y se masturbaba al mismo
tiempo. Afirma haber obtenido así un placer indescriptible. En 1846
ya no le bastaban los cadáveres. Empezó a matar perros y a proceder
con ellos de la manera descrita. A finales de 1846 sintió por
primera vez deseos de utilizar cadáveres humanos. Al principio no se
atrevía. En 1847, al percatarse por casualidad de que había en el
cementerio una tumba con un cadáver recién enterrado, sintió esta
necesidad (acompañada de dolor de cabeza y palpitaciones) con tal
fuerza que desenterró el cadáver aunque había gente en los
alrededores y corría el peligro de ser descubierto. A falta de un
instrumento adecuado para descuartizarlo, se conformó con golpearlo
furiosamente con la pala del enterrador.
En 1847 y 1848 al parecer en intervalos
de unos 14 días y acompañado de un violento dolor de cabeza, se vio
empujado a cometer actos brutales con cadáveres. Corriendo un
peligro extremo y con las mayores dificultades, satisfizo unas 15
veces este impulso. Desenterraba los cadáveres con las manos y de
pura excitación ni siquiera sentía las heridas que se hacía. Una
vez dueño del cadáver, lo abría con sable o navaja, le sacaba las
entrañas y se masturbaba en esta situación. Al parecer, el sexo de
los cadáveres le era totalmente indiferente, aunque se constató que
este vampiro moderno desenterró más cadáveres femeninos que
masculinos. En el transcurso de estos actos se hallaba en un estado
de indescriptible excitación sexual. Tras despedazarlos, volvía a
enterrar los cadáveres.
En julio de 1848 dio por casualidad con
el cadáver de una joven de unos 16 años. Se despertó entonces en
él por primera vez el deseo de realizar el coito con el cadáver.
“Lo cubrí de besos por todas partes,
lo apreté como enloquecido contra mi corazón. Todo lo que pueda uno
disfrutar con una mujer viva no era nada en comparación con el
placer que sentí. Después de disfrutar del cadáver durante un
cuarto de hora aproximadamente, lo despedacé como de costumbre y lo
destripé. Luego lo enterré de nuevo”.
B. afirma que a partir de este atentado
empezó a sentir por primera vez la necesidad de servirse sexualmente
de los cadáveres antes de despedazarlos y que posteriormente lo
llevó a la práctica con los cuerpos sin vida de unas tres mujeres.
Pero el verdadero motivo de la exhumación seguía siendo el
descuartizamiento, y el placer obtenido con esta práctica seguía
siendo mayor que usando sexualmente los cadáveres. Esto último no
representaba sino un simple episodio del acto principal y nunca llegó
a calmar su apetito, por lo que siempre despedazaba a continuación
ese mismo cadáver u otro. Los médicos forenses diagnosticaron
“monomanía”. El Consejo de Guerra condenó a B. a 1 año de
calabozo. (Michea, Union méd. 1849. – Lunier, Annal. méd.
psychol. 1849, p. 153. – Tardieu, Attentats aux moeurs, 1878, p.
114. – Legrand, La folie devant les tribun. p. 524.).
Este es un tema tan espeluznante como
real, y es precisamente el hecho de ser real y pensar que esto sucede
con personas verdaderas lo que hace el asunto más sobrecogedor. Hoy
hablaremos un poco sobre una parafilia caracterizada por la atracción
sexual hacia los cadáveres: necrofilia.
Es un tipo de patología sexual que
consiste en la excitación erótica causada por la contemplación, el
contacto, la mutilación o la evocación mental de un cadáver. La
necrofilia, término acuñado por el doctor Alexis Epaulard en 1901,
es sádica cuando el afectado mata primero a la víctima para después
violarla o sodomizarla. Algunos personajes históricos practicaron la
necrofilia.
Por ejemplo, Periandro (627 a.C.),
tirano de Corinto, vivió durante años con el cadáver de su esposa,
Melissa; y Juana I la Loca conservó durante tres años el cuerpo sin
vida de su amado Felipe I el Hermoso, tras su muerte en 1506.
El Código Penal de España establece
en el artículo 526 que:
“El que, faltando al respeto debido a
la memoria de los muertos, violare los sepulcros o sepulturas,
profanare un cadáver o sus cenizas o, con ánimo de ultraje,
destruyere, alterare o dañare las urnas funerarias, panteones,
lápidas o nichos será castigado con la pena de prisión de tres a
cinco meses o multa de seis a 10 meses. ”
En los Estados Unidos, la mayoría de
los Estados proscriben esta práctica, aunque formulan la mayor parte
del tiempo la prohibición con el término más borroso de "abuso
sobre un cadáver". Hasta 2004, California poseía leyes contra
la mutilación de cadáveres y la profanación de tumbas, pero nada
específico acerca del acto sexual con un cadáver. El 10 de
septiembre de 2004, el gobernador Arnold Schwarzenegger firmó un
proyecto de ley que criminaliza tales actos, con una pena máxima de
ocho años de prisión.
El acto sexual con cadáveres
generalmente está considerado como algo socialmente inaceptable; se
presume que la persona no habría consentido ese acto cuando estaba
viva. Virtualmente todas las sociedades humanas consideran este acto
como una falta de respeto simbólica. En algunos casos sin embargo,
los actos de necrofilia pueden ser consensuales, Por ejemplo en el
caso de Armin Meiwes en el que la víctima dio su consentimiento a la
mutilación y muerte infligidas hacia él.
En la psicología social analítica de
Erich Fromm, se explica el gusto por la violencia y la destrucción,
el deseo de matar y la atracción por el suicidio y el sadismo. En un
sentido no sexual, Fromm entendía la necrofilia no como la expresión
de un instinto sexual derivado de la muerte, sino como la
consecuencia de llevar una vida sin estar realmente vivo. Para Erich
Fromm la necrofilia es lo opuesto a la biofilia, y es junto con la
fijación simbiótica y el narcisismo, uno de los tres mayores males
de la humanidad. Según Fromm, la carencia de amor en la sociedad
occidental conduce a la necrofilia. El necrófilo vive mecánicamente,
convierte los sentimientos, procesos y pensamientos en cosas. Tiende
a querer controlar la vida, a hacerla de cierto modo predecible.
Erich Fromm afirma que, puesto que la única seguridad de la vida es
la muerte para el necrófilo, éste anhela la muerte, la adora. Para
Fromm, la necrofilia se observa en el actual mundo occidental en las
fachadas hechas de hormigón y acero, en el armamento moderno y la
carrera nuclear, en la idolatría hacia la tecnología de las grandes
máquinas (tecnofilia), la pérdida de recursos con elconsumismo y el
trato hacia las personas como cosas (burocracia).
Ciertamente, el ser humano es capaz de
llegar a extremos inimaginables. Todos somos igual de débiles y
debemos tener cuidado.
El Hijo
En los confines de Francia habitaba un
piadoso matrimonio de grandes virtudes y profunda religiosidad,
siendo los dos muy devotos de la Virgen María. Hacía quince años
que se habían casado y no tenían hijos, por lo que, aunque dichosos
en su Matrimonio, su anhelo constante era tener un hijo, y
continuamente se lo imploraban a Dios y a su Madre divina, sin que
hasta entonces hubiesen conseguido el sueño de su vida, en el que
cifraban todas sus ilusiones.
No habían perdido, sin embargo, la
esperanza de tenerlo, y seguían pidiéndoselo a Dios
encarecidamente. Una noche, cuando dormían, se les apareció en
sueños santa María anunciándoles que Dios les concedería un hijo,
pero con la condición de que le llevasen, cuando fuese mayor, en
peregrinación al sepulcro del apóstol Santiago.
Al despertar el matrimonio, con inmenso
gozo, se comunicaron sus sueños, convenciéndose, al ver que los dos
habían tenido el mismo, de que era una aparición divina, y juntos
fueron a dar gracias por ello a la Madre de Dios. Pasados unos meses,
la mujer dio a la luz un hijo, varón, al que impusieron el nombre de
Jacobo, por devoción al apóstol Santiago, considerándose el
matrimonio más dichoso del mundo con aquel hijo que Dios les había
concedido.
EI niño se criaba hermoso y guapo, y a
medida ,que iba creciendo, iba despertándose su gran inteligencia y
aumentándole su bondad, haciendo de él un conjunto de perfecciones
que constituía el orgullo de sus padres y el encanto de cuantos le
conocían. Cuando ya tuvo quince años, los padres decidieron cumplir
el mandato divino, y emprendieron con su hijo la peregrinación a
Santiago de Galicia, para postrarse ante el sepulcro del apóstol y
darle gracias por su merced.
miércoles, 1 de julio de 2015
El Mikilo
Deidad diaguita, leyenda conocida en
las provincias de La Rioja, Tucumán, Santiago del Estero y Salta.
Según se cuenta, es esquivo y poco sociable; se lo reconoce por su
grito ululante, casi como un lamento en la noche.
Deja una pisada
desconocida, que se parece a la de un gallo; algunos lugareños lo
describen como un animal demoníaco, que tiene la mitad del cuerpo de
humano, y la otra mitad de perro, patas de gallo, manos enormes y
una larga cola emplumada. No siempre ataca a los hombres, comúnmente
los espía.
Su pagana, naturista y pintoresca
imagen, refugiada en los bosques y montañas, en cuya penumbra vive,
lo ha librado del exorcismo de la colonia y de la profanación de la
cultura europea.
Pertenece a la familia de los dioses
salvajes y demóticos sin templo ni ofrendas de oro que despertaran
la codicia y el fanatismo de la Conquista...Y tal vez es esa la razón
de su supervivencia en la memoria y en el culto de la gente...Es un
dios de múltiples formas variantes con la inconstancia de los juegos
de luz en las arboledas y en la peñas, por lo que resulta difícil
reconocerlo.
En algunas partes de La Rioja, Mikilo
es el Duende: hombrecillo de poncho y sombrero negro llevar, este
pequeño ser fue denunciado a la policía riojana por los habitantes
de la apacible Chilecito por andar posándose en las entradas de las
casas de los lugareños y asustar a los paseantes
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