
jueves, 11 de septiembre de 2014
El Arquetu

Le
irrita que los hombres despilfarren su hacienda en juergas y
vicios... y recorre con su arquita los montes y valles de Cantabria
ayudando a la gente y dando consejos para que ni los pobres ni los
ricos malgasten sus caudales... Cuando algún desgraciado pierde sus
bienes de tal manera y se refugia en el monte muerto de vergüenza...
tristeza y remordimiento... se le aparece el Arquetu en algún
sendero con su rostro severo y adusto... pero al mismo tiempo con
ojos de compasión... Primero... le afea su conducta... pero luego...
le consuela y acaricia y... abriendo su arquita... le da unas onzas
de oro para que... arrepintiéndose de la mala vida que ha llevado...
las invierta en su trabajo y las haga fructificar.
Pero,
si el derrochador toma las monedas y se las gasta en sus vicios... el
Arquetu le condena a pasar el resto de sus días pidiendo limosna por
los caminos o a cosas peores.
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